Primeras reacciones de las gestoras internacionales al cambio de Gobierno en España

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La Moncloa - Gobierno de España, Flickr, Creative Commons

El cambio de Gobierno en España no parece preocupar a los mercados financieros y tampoco a las gestoras internacionales, que no sienten ningún temor por la llegada del PSOE y Pedro Sánchez a La Moncloa. El programa esgrimido por el nuevo presidente, que ha puesto como una de las principales prioridades de su Ejecutivo cumplir con los objetivos de déficit que marca Bruselas, ha servido para tranquilizar a los inversores y para que las firmas extranjeras no vean en la marcha de Mariano Rajoy un elemento que vaya a desestabilizar a la economía española. "La reacción del mercado ha sido muy contenida", destacan desde SYZ Asset Management. La pregunta es: ¿por qué?

“El PSOE es un partido de centroizquierda y pro-europeo. Por lo tanto, la posibilidad de que se apliquen políticas no convencionales no debería verse como un riesgo para los mercados financieros”, explica Matt Siddle, gestor del Fidelity European Growth y del Fidelity European Larger Companies. Los gestores de Fidelity han sido de los primeros en dar a conocer su opinión sobre la inesperada y fulgurante salida del PP del Gobierno de España, ya que desde que se presentó la moción de censura hasta que salió adelante apenas transcurrió una semana. Los expertos de la casa coinciden en dos cosas.

La primera, que el cambio del color político en el Gobierno no afectará de manera significativa a la economía española. “Hemos visto una economía española muy flexible, incluso a la luz de la crisis política en torno a Cataluña, y no esperamos un gran impacto de lo sucedido en la estabilidad y perspectivas de la economía española”, señala Fabio Riccelli, gestor del Fidelity Iberia y del Fidelity European Dynamic Growth. La segunda, que el margen de maniobra de Pedro Sánchez es muy limitado.

“A pesar del cambio al timón, es muy poco lo que el nuevo gobierno español puede hacer realmente. El Ejecutivo de Sánchez tiene una mayoría muy reducida en el Parlamento y cuenta con el apoyo de partidos con agendas políticas muy diferentes. El margen de maniobra en el aspecto fiscal también es limitado, con el presupuesto de 2018 ya ratificado por Rajoy antes de su partida. Tal y como están las cosas, en el corto plazo es difícil ver cuánto tiempo durará el nuevo gobierno y las elecciones anticipadas parecen muy probables en los próximos meses”, señala Andrea Iannelli, director de inversiones en renta fija europea en la entidad. “Eso sí: los inversores no deberían considerar a España completamente inmune a la volatilidad y los factores externos”.

Las gestoras internacionales coinciden: la situación política y macro de España no es la de Italia…

Actualmente, Italia es el principal factor externo que podría desestabilizar al mercado de renta variable y renta fija español. Según Iannelli, en comparación con Italia, y a pesar de la incertidumbre política que también existe al otro lado de los Alpes, los inversores probablemente se acercarán a España de manera diferente por dos razones. “En primer lugar, en España hay mucho más apoyo a Europa en todo el espectro político y también entre la población, lo que debería evitar una repetición de los titulares que pesaron sobre los activos italianos en mayo. En segundo término, España se encuentra en una posición más sólida, tanto en el frente económico como en el fiscal. Ha implementado reformas estructurales, se beneficia de un nivel de crecimiento más alto y tiene una relación deuda/PIB menor que sus contrapartes italianas. Estos factores deberían llevar a los bonos españoles a mantenerse bien respaldados y a superar a los BTP italianos en el corto plazo”, augura.

… pero los mercados españoles podrían verse arrastrados por los italianos

Eso no significaría, sin embargo, que el comportamiento de los bonos españoles vaya a ser positivo. “Como vimos en la última semana de mayo, los activos españoles pueden verse fuertemente influenciados por el sentimiento de riesgo más amplio en torno a la deuda periférica europea. En caso de que la situación italiana vuelva al primer plano y el rendimiento de los BTP suba, es probable que los bonos españoles sigan el ejemplo, con correlaciones entre los dos mercados que se mantendrán elevadas en los próximos meses”, subraya Iannelli.

Su visión coincide con la de Julien-Pierre Nouen, economista-jefe de Lazard Frères Gestion, quien considera que el movimiento en el riesgo país de España ha sido influido más por lo que ha sucedido en Italia, que por los eventos políticos internos. “Lo que está afectando al mercado de deuda español es la situación de Italia. Si las preocupaciones sobre una posible salida del país transalpino de la eurozona aumentan mucho, podría haber algún tipo de contagio y la deuda española podría estar bajo presión. En tal escenario, el BCE podría verse tentado a retrasar la disminución de las compras después de septiembre. Además, mientras el consenso favorable a permanecer en el euro siga siendo sólido, si los diferenciales se amplían, brindarán una oportunidad de compra”.

Nouen se muestra convencido de que, en renta variable, mientras no se resuelva la situación italiana, continuará la volatilidad y podríamos asistir a momentos de pánico pese a que “la situación en España es radicalmente diferente a la de Italia. El entorno macro es mucho mejor: la confianza económica sigue siendo muy alta, es consistente con un fuerte crecimiento en torno al 3% y la tasa de desempleo está cayendo rápidamente. Además, se prevé que el déficit presupuestario español se sitúe en el 2,5% en 2018 y la relación deuda/PIB empiece a descender, por lo que, si el crecimiento se mantiene en el nivel actual, el riesgo de la deuda española mejorará. Por ello, el cambio de Gobierno no creará una crisis política, pues se necesita mucho más para romper la buena dinámica económica de España, ya que el país no tiene ningún problema urgente que deba resolver el nuevo Ejecutivo”.

Ni siquiera en el caso de que Sánchez disolviese las Cortes y convocase elecciones anticipadas supondría un peligro, sobre todo teniendo en cuenta lo que apuntan las últimas encuestas. “El escenario probablemente más negativo sería un gobierno de coalición formado por PSOE y Podemos, aunque en ese caso dependería del peso respectivo de las dos partes. Si el PSOE tuviera la sartén por el mango, podría ser capaz de dominar las tendencias euroescépticas de Podemos. No obstante, hay que decir que los tres principales partidos políticos (PP, PSOE y Ciudadanos) comparten el compromiso con el euro y, por lo tanto, respetan el Tratado de Estabilidad y Crecimiento”, recuerda el economista-jefe de Lazard.

Ese es uno de los motivos por los que Paul Brain, jefe de Renta Fija en Newton, filial de BNY Mellon, entiende que el diferencial entre la rentabilidad de los bonos del Tesoro español a diez años y los bunds alemanes no se ampliarán de manera relevante. “Asumiendo que la situación de Italia no siga deteriorándose en el futuro, creemos que la prima de riesgo española no debería subir de manera significativa”, señala. ¿Y qué ocurrirá con el spread de Italia? Según Andrea Delitala, gestor senior de estrategias multiactivo de Pictet AM, el actual diferencial de crédito de la deuda italiana respecto a la alemana debiera ser considerado razonable, aunque no conviene olvidar que Italia es el único país con dos partidos anti sistema, un caso singular en el fenómeno del populismo.

"La Liga es muy local, tradicionalmente anti europeísta y antiemigración, mientras que el Movimiento 5 Estrellas agrupa voto desilusionado del SPD o Renzi, no siendo necesariamente agresivo, aunque carece de noción de disciplina fiscal. La mínima posibilidad de salida del euro o impago de deuda implicaría una prima mucho mayor. Ya ocurrió en 2011 cuando llegó a ser del 5%. En cualquier caso, el endeudamiento de las familias italianas es bajo aunque su deuda pública abundante. La suma implica una deuda externa muy limitada", afirma el gestor italiano, a los mandos del Pictet Multiasset Global Opportunities (MAGO).