Primeros pasos para un fondo de recuperación europeo: análisis de las gestoras internacionales

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Demasiado poco, demasiado tarde. Así define Eoin Walsh, gestor de TwentyFour AM (boutique de Vontobel AM) el acuerdo firmado por Francia y Alemania para apoyar la creación de un paquete de apoyo de 500.000 millones de euros para ayudar a la Unión Europea a recuperarse del brote de coronavirus. Tras meses de resistencia por parte de algunos países de la UE de crear un fondo común, parece que se están dando avances, pero de momento Europa sigue estancada en la fase de diálogo. Como recuerda Walsh, la Comisión Europea publicará sus propios planes el 27 de mayo, que luego serán discutidos por los ministros de finanzas de la UE en su próxima cumbre, que no está programada hasta el 18 y 19 de junio.

“Si la cantidad no fuese tan pequeña y no hubiera llegado tan tarde, y si los dirigentes austriacos no hubiesen empezado a echar agua fría sobre la idea antes de que los mencionados líderes hubiesen colgado sus teléfonos, casi podríamos empezar a emocionarnos”, se sincera el gestor.

Una de las claves que destacan Natalie Westerbarkey, responsable de políticas públicas de la UE, y Tiago Parente, analista de crédito senior, de Fidelity, es que el acuerdo es una forma de mutualización de deuda (aunque limitada), un obstáculo en los anteriores debates de la UE. “El acuerdo franco-alemán es un paso significativo para el bloque. Por primera vez en su historia dos de los mayores países han acordado un método de financiación que emitirá deuda común y europea para nuevos instrumentos”, analizan. Según las líneas del acuerdo, esos 500.000 millones estaría destinado a las regiones más débiles (entre ellas España e Italia) y los fondos saldrían del presupuesto de la UE, lo que  diluiría los requerimientos del préstamo entre los varios países.

Pero al igual que Walsh, no pecan de optimistas con este acuerdo. Y es que aún haría falta el visto bueno del resto de la UE; crucialmente los Frugal Four (los frugales cuatro): Alemania, Austria, Finlandia y los Países Bajos. Y lo que es más importante, que debería ser rápido. “El tiempo corre para los políticos a medida que los datos económicos se deterioran y las pérdidas de empleo se amontonan”, comentan los expertos de Fidelity.

Desde Invesco, el equipo de renta variable ve razones para no tirar por completo la toalla. “Aunque varios falsos amaneceres hacen que los mercados se mantengan escépticos”. En primer lugar, el hecho de que Macron y Merkel sean tan vocales al unísono es un cambio frente a experiencias recientes. “Tal compromiso público tampoco puede ser subestimado: cualquier cambio de sentido equivaldría a humillación pública”, defienden desde la gestora británica. Por eso creen que ambos sacarán toda la artillería. En segundo lugar, sería un error subestimar lo importante que es un frente francoalemán unido para Europa. Al combinar fuerzas, la probabilidad de que las cosas se hagan / resuelvan es mucho mayor de lo que sería de otra manera. “Para nosotros, se parecía un poco a cómo los problemas solían resolverse en Europa, un eje franco-alemán que lideraba el camino, algo que faltaba recientemente”, analizan. “Es una base sólida para construir”. En tercer lugar, el énfasis de lo que se propone: financiar el Fondo de Recuperación con bonos emitidos directamente por la Unión Europea en lugar de utilizar fondos recaudados por los gobiernos nacionales, es muy diferente de lo que se ha discutido en los últimos meses.

Pero se complica llegar a un consenso. “Puede que el enfoque vaya demasiado lejos para los países del norte y demasiado lento para los del sur”, comentan. El canciller de Austria, por ejemplo, se mantiene firme en su oposición a la mutualización de la deuda. Y no necesariamente les beneficiaría. “Está claro que todos los países de la UE, incluso aquellos menos afectados por la pandemia, se beneficiarán de una recuperación rápida y fuerte en los estados miembros vecinos, dada su interdependencia económica”, defienden desde Fidelity.

Walsh reconoce que la UE ha tomado medidas para luchar contra el impacto económico del COVID-19. “Pero éstas palidecen en comparación con las acciones anunciadas por EE.UU., donde la respuesta conjunta de la Reserva Federal y el gobierno ha sido rápida y decisiva con una serie de programas lanzados para apuntalar la economía, mientras que el Reino Unido también ha estado a la vanguardia”, reprocha. “La diferencia en la respuesta se puso de manifiesto cuando el gobierno holandés rechazó agresivamente una propuesta de coronabonos emitidos de forma conjunta, lo que provocó críticas incluso de sus propios ciudadanos”.