Qué activos de renta fija presentan las mejores oportunidades de inversión en este año de transición en la política monetaria

Sol Hurtado de Mendoza (BNP Paribas AM), Ignacio Martín(Candriam), Juan Pita da Veiga (Generali Investments), Ana Rosa Castro Aguilar (Nordea AM) y Marc Blanc (Ofi Invest AM).
Sol Hurtado de Mendoza (BNP Paribas AM), Ignacio Martín(Candriam), Juan Pita da Veiga (Generali Investments), Ana Rosa Castro Aguilar (Nordea AM) y Marc Blanc (Ofi Invest AM). Firma: FundsPeople.

La renta fija sigue siendo por un amplio consenso el activo favorito de cara a este 2024 que se antoja de transición en lo que se refiere a la política monetaria de los bancos centrales. La VI Encuesta de Banca Privada realizada por FundsPeople a más de 850 profesionales lo corrobora. De cara a 2024, los asesores de banca privada están recomendado a sus clientes elevar hasta el 36% y 14%, respectivamente, los porcentajes de la cartera destinados a renta fija y a monetarios. Cifras superiores al 35% y 9% que aconsejaban en 2023.

Sin embargo, a diferencia del año pasado donde todo valía para conseguir una rentabilidad positiva, en éste el consejo general es de ser selectivo con las emisiones que se incluyen en cartera y cauto en la selección del tipo de renta fija que se quiera incluir. Dos ideas en las que coincidieron los profesionales de algunas de las mayores gestoras extranjeras que se reunieron en el Colegio de Arquitectos de Madrid con motivo de la II Edición del Meeting Point de Banca Privada, organizada por FundsPeople.

"Hoy estamos enfocados en buscar rentabilidades atractivas ajustadas por riesgo, con el objetivo de obtener rendimientos positivos incluso en situaciones en las que nuestro escenario base no se cumpla. Observamos que la parte corta de la curva es la que ofrece mayores recompensas en términos de riesgo/rentabilidad, especialmente en lo que concierne al ámbito crediticio" afirma Ignacio Martín Villalba, Director de Relaciones Institucionales de Candriam.

Dentro de ese amplio universo del crédito, la opinión generalizada es la de centrarse en emisores investment grade, aunque con algunas excepciones ya que desde Ofi Invest AM sí consideran que merece la pena asumir algo más de riesgo en las carteras para beneficiarse del buen momento que, a su juicio, sigue presentando la deuda high yield. "El high yield ofrece aún rendimiento superior al 6% y es algo muy atractivo.  Es cierto que el carry ha bajado con respecto al año pasado, pero sigue siendo alto y te protege si uno es un inversor a medio plazo", explica Marc Blanc, gestor de high yield de la gestora.

Para aquellos que busquen maximizar la inversión en crédito pero sin asumir una volatilidad excesiva, una de las apuestas de Nordea AM pasa por incluir en las carteras cédulas hipotecarias. "Tiene sentido renta fija de calidad con cédula hipotecaria europea en la parte defensiva y en la parte de riesgo más investment grade y high yield pero esto último con mucha selección para no incurrir en mucho riesgo de impago en un contexto de más vencimiento de deuda", explica Ana Rosa Castro, Head of Wealth and Advisory Business de la gestora.

Otra recomendación para reducir el riesgo es la de no solo analizar las características financieras de los bonos sino también los aspectos más centrados en la ESG. "Creemos que hay que tener en cuenta criterios ambientales y de buen gobierno en la selección de emisores aporta valor tanto por diversificación como riesgo. Los bonos verdes y sociales tienen todo el sentido en las carteras", explica Sol Hurtado de Mendoza, directora general en España y Portugal de BNP Paribas AM.

Durante el debate, también se destacó el papel que pueden jugar las emisiones menos arriesgadas en las carteras de los inversores más conservadores. Por ejemplo, desde Generali Investments, su sales manager Juan Pita da Veiga, recordó la oportunidad que ofrece ahora la deuda gubernamental teniendo en cuenta que a diferencia de los últimos años, hoy los rendimientos de las principales emisiones gubernamentales del mundo están en sus niveles más altos de la última década. "Es un gran complemento a todo lo que se puede ganar vía crédito porque el entorno macro es ideal en un contexto de desinflación y con los bancos centrales actuando en consecuencia. Actúa como activo refugio si aumenta la volatilidad y es la forma más pura de ganar duración en las carteras", afirmó.

En cuanto a los activos monetarios, que han acumulado grandes suscripciones netas en los últimos meses, el consenso es que siguen teniendo sentido en las carteras aludiendo a su condición de activo refugio y a las rentabilidades atractivas que siguen ofreciendo. "Están teniendo rentabilidades muy atractivas, del 4%, es un buen sitio para estar aparcado", apunta Sol Hurtado de Mendoza.