¿Qué busca el inversor institucional en los mercados privados? Diversificación de la cartera, pero a través de un menor número de gestoras

En los últimos años la mirada de los inversores institucionales se ha dirigido a los mercados privados buscando una prima de rentabilidad en un mundo de tipos cero. El auge de la inflación y el consecuente giro de los bancos centrales ha hecho que esos tiempos hayan quedado atrás. “Estamos ante un cambio estructural en las condiciones del mercado”, señala Fabio Laricchia, responsable del Negocio Institucional de BlackRock para el Sur de Europa, en el que la preferencia de los clientes institucionales se está desplazando hacia los activos de renta fija. Desde una perspectiva puramente de rentabilidad, los inversores institucionales tendrían ahora menos presión para invertir en mercados privados. “Pero esta es una visión naif”, explica Laricchia, y matiza que lo realmente de estos activos es la estabilidad estructural que ofrecen a las carteras. La correlación entre las acciones y los bonos ha cambiado, lo que obliga a cambiar los procesos de construcción de cartera.

Para que realmente los mercados privados aporten estabilidad y valor a una cartera, el inversor ha de ser disciplinado manteniendo una asignación estratégica a dichos activos. “Cuando te comprometes en un vehículo privado, no significa que estés expuesto inmediatamente a la clase de activos, sino que el periodo de inversión puede ser de unos años”, recuerda Laricchia.

Margen para invertir en mercados privados

Desde BlackRock señalan que, aunque estamos en una desaceleración en la asignación de los mercados privados global, el inversor institucional del sur de Europa tiene margen para crecer. Mientras que en EE.UU. la exposición media en este segmento de clientes es del 28%, en Europa el porcentaje medio se limita al 16%.

Dicha capacidad de crecimiento la observan especialmente en deuda privada, donde las limitaciones regulatorias al sistema bancario están dejando mucho espacio a la financiación directa. En EE.UU., esta fuente de recursos supone el 70% de la financiación a las empresas, mientras que en Europa sólo el 20% procede de fuera del canal bancario.

Otra clase de activos donde ven oportunidades es en infraestructuras. Uno de los catalizadores está siendo la transición energética y el compromiso net zero para 2050, una tendencia en la que los mercados privados van a jugar un papel muy relevante. “Hay una necesidad de capital de 125 billones de dólares, lo que implica que van a tener que movilizarse cuatro billones al año, en lugar del billón que se canaliza actualmente”, explica Tania Salvat, responsable del Negocio Institucional de BlackRock en Iberia.

Escenario de alta inflación

Estas dos tipologías de activos acaparan las conversaciones con sus clientes en el sur de Europa. Para ellos el atractivo está tanto en el deal flow, es decir, en la existencia de oportunidades de inversión, como en lo que aportan estructuralmente a cartera en el entorno inflacionario actual. “Incluso si crees que la economía va a crecer o decrecer, en lo que todos estamos de acuerdo es que vivimos en un escenario de alta inflación. Esperamos que esta sea la nueva la nueva norma”, explica Salvat. En el caso de las infraestructuras, por ejemplo, un estudio interno de BlackRock refleja un comportamiento histórico positivo del activo en distintos entornos de crecimiento con elevada inflación.

El nuevo régimen de mercado está impulsando cambios a nivel global, y esto se refleja también en la forma de invertir de los clientes institucionales que buscan diversificar sus carteras. Explica Salvat que “el camino ha comenzado”, y que desde BlackRock, “ayudamos a los clientes a entender mejor esta dinámica”. El inversor institucional del sur de Europa, a diferencia de otros países europeos, se ha caracterizado por su mayor asignación a deuda pública. Y aunque cuenta con experiencia en la inversión en activos ilíquidos, esta se enfocaba a la adquisición de real estate.

Pero el enfoque está cambiando, ahora buscan una mayor diversificación lo que los sitúa al inicio de una dinámica de mercado favorable a la inversión en vehículos privados. En el caso de las aseguradoras, por ejemplo, estas han ido abriendo poco a poco sus balances hacia otros activos, aunque mantienen exposiciones del 4% y del 1% en fondos de mercados privados en Italia y España, respectivamente.[1]

Menor número de proveedores

“Los clientes están dispuestos a trabajar con menos gestoras de activos”, señala Salvat. En este sentido, la estrategia de la entidad en cuanto a la oferta de vehículos tiene un enfoque de cartera completa. ”En los últimos años hemos construido una plataforma diversificada con más de 100 productos y 330.000 millones de dólares en activos”, afirma. En cuanto a la distribución de este volumen, un poco más de un tercio está en crédito privado, el resto se distribuye en hedge funds ($80.000 millones), private equity ($36.000 millones), real estate ($30.000 millones) e infraestructuras ($44.000 millones).

La oferta de soluciones busca adaptarse a las necesidades de un cliente institucional cada vez más sofisticado. Y aquellos más sofisticados “se ocupan de su propia asignación estratégica en activos privados y la aplicarán a través de una plataforma”, explica. La tecnología aquí jugará un papel clave a la hora de establecer un asset allocation estratégico y planificar los compromisos de capital. “A medida que crece el número de sus fondos en su cartera, la necesidad de tener una mejor evaluación de sus necesidades de inversión y su despliegue del capital es clave para continuar su programa”, apunta Salvat. En ese sentido, “eFront complementa bien nuestra oferta de productos y ayuda a los clientes a seguir desarrollando su asignación a los mercados privados en el futuro”.


[1] Prometeia 2022 report