Para Marta Campello, socia y gestora de fondos en Abante, la situación hay que contextualizarla en términos absolutos y relativos. Coincide en que el high yield es un activo de riesgo, pero dentro de este segmento los hay de mejor calidad, “que probablemente estén muy caros, porque paga ligeramente por encima del investment grade, lo que significa que inviertes en una calidad crediticia peor en la que no tienes una prima de riesgo suficiente como para cubrirte en caso de que haya algún imprevisto si la situación macro cambia, dado que son empresas endeudadas y que tienen que refinanciarla con intereses más altos”.
Con todo, afirma que este segmento es “muy interesante, porque ofrece un carry que en sí mismo protege”, pero “tienes que poner las luces largas porque, como activo de riesgo, no se puede pretender que no sea volátil”.
Como conclusión comenta la socia y gestora de fondos en Abante que, en algún momento, se va a producir ampliación de spread, ante lo que “habrá que buscar un mix dentro del high yield que deje un carry razonable”. Esto significa que, desde un punto de vista relativo, “sabes que no estás comprando en el mejor momento, está caro a nivel de spread, pero si haces una buena selección le estás metiendo un carry maravilloso a la cartera. Y, si bajan los tipos, puede que no lo tengas, por lo que hay que ser más táctico y tratar de evitar la parte del high yield con más riesgo de defaults”.
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