Raiffeisen CM apuesta por deuda a corto plazo de España e Italia

Las presiones en Europa continúan y Robert Senz, director de Inversiones del área de Renta Fija Global de Raiffeisen Capital Management, contempla dos escenarios posibles: o bien se ceja en el esfuerzo, lo cual llevaría al derrumbe del sistema actual, o bien se ponen en marcha otras medidas, con cuya ayuda quizá se pueda llevar la nave a buen puerto.

Entre esas otras medidas, cree ineludible una reforma de fondo de la eurozona: “Los mercados de capitales forzarán una unión fiscal y bancaria, y todo terminará desembocando en una unión de transferencias”, afirma, refiriéndose a las cesiones de poder político por parte de los estados. No cree que pueda producirse de inmediato y, por eso, mantiene la cautela aunque destaca el atractivo de la deuda pública española e italiana en plazos cortos.

Según su análisis, esa unión bancaria y financiera iría en principio en contra de los intereses de Alemania, pero cree que, si se desea afrontar verdaderamente el problema con todas sus implicaciones, no habrá más remedio que socializar las deudas dentro de la zona euro. Según sus cálculos, el Banco Central Europeo desempeñaría en ese escenario —de forma similar a la Reserva Federal estadounidense— el cometido de prestamista de último recurso, mientras los distintos estados nacionales de la eurozona perderían relevancia, dejando en su lugar a un “superestado” dotado de soberanía.

“Ahora bien, una estructura estatal de ese tipo necesita legitimación democrática. El desafío al que habrán de enfrentarse los responsables políticos será hacer que los electores se suban a ese barco, convenciéndoles de la necesidad de dar ese paso”, apostilla.

Los bancos y las quebradas CCAA

Como es posible que esa tarea de persuasión no tenga éxito, los pronósticos para la evolución del mercado de deuda soberana europea siguen siendo cautelosos. “La precariedad que rodea a los bancos españoles y a las quebradas comunidades autónomas lastra el mercado, al igual que lo hace el interminable debate en torno a Grecia. Por lo tanto, se sigue agravando la situación de Italia y España en los mercados de renta fija”, dice Senz.

Para el experto, Mario Draghi ha logrado un alivio temporal para la zona euro, pero cree inevitable la oposición de otros bancos centrales y posteriores debates. “El mercado prevé que ya en septiembre España solicitará a la Unión Europea fondos de ayuda. Una cuestión esencial será cómo valoren esa petición las agencias de rating. Una rebaja de la calificación de España por debajo del grado de inversión comportaría, en cualquier caso, un nuevo foco de tensión para el mercado de deuda soberana”, considera el analista austríaco. Al respecto, S&P aseguró ayer que la petición de un rescate no supondrá un cambio en el rating de España, ni para bien ni para mal. 

Sin embargo, Raiffeisen Capital Management ve como una buena inversión los bonos estatales de corto plazo, por ejemplo a tres años, de algunos estados periféricos gracias a sus atractivos rendimientos, del 3,65% en Italia y el 4,40% en España. En cambio, los títulos soberanos alemanes le parecen igual de poco atractivos que las rentabilidades de los estadounidenses.

También las rentabilidades de los bonos de empresas con grado de inversión se encuentran en niveles bajos y sus primas de riesgo son atractivas, aunque Senz advierte de la necesidad de hacer una cuidadosa selección. Para los inversores con aversión al riesgo que en este contexto teman un aumento de la inflación y deseen conservar el valor real de su patrimonio, los bonos ligados a la inflación son una interesante posibilidad, según el experto.