Riesgo de Brexit: ¿en qué punto estamos?

5646455146_9a9a04ea9c
bernhart.koradi, Flickr, Creative Commons

La sabiduría popular es infalible a la hora de describir algunos sucesos de actualidad, y sin ir más lejos la última alerta sobre el riesgo de Brexit, en el actual contexto de mercado, puede traer a muchos a la cabeza la expresión “montar un circo y que te crezcan los enanos”. Recordemos: se entiende por Brexit el hipotético escenario en el que los británicos expresen vía referéndum su voluntad de cortar lazos con la UE. Se trata de una promesa que había lanzado David Cameron a modo de órdago, que incluyó posteriormente en su programa electoral del año pasado, y que está dispuesto a sacar adelante después de la experiencia del referéndum sobre la independencia de Escocia. Ahora bien, ¿qué hay de novedad? Paul O'Connor, co-responsable del área de Multi-Activos en Henderson, se encarga de recordar a los inversores que “el plazo de tres años que estableció el primer ministro británico, David Cameron, para renegociar la relación del Reino Unido con la UE está tocando a su fin”.

En concreto, O’Connor explica que se ha acordado “un anteproyecto de acuerdo sobre las reformas con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y se ha presentado para su aprobación por parte de los mandatarios de los otros 28 Estados miembro de la UE en una cumbre que tendrá lugar el 18-19 febrero”, es decir, en menos de una semana. El responsable opina que “si se alcanza un acuerdo, es probable que el referéndum se celebre en junio, en concreto el día 23”. En cambio, si la cumbre se salda sin ningún compromiso, entonces cree que cabría la posibilidad de que se convocase una nueva reunión, esta de carácter extraordinario, en la primera semana de marzo y que, en todo caso, “la ausencia de acuerdo supondría que el referéndum tendría que posponerse hasta septiembre o más adelante”.

Si el cacareado referéndum es un asunto que ha estado cerca de tres años en la mente de los británicos, ¿cuál es el peligro que puede representar para los mercados? Cabe recordar que, en los días previos al referéndum, la libra se depreció contra el euro y el FTSE 100 registró ventas de inversores que querían una vacuna contra la incertidumbre. El representante de Henderson se fija en los resultados de los principales sondeos de opinión efectuados entre julio de 2015 y el mes actual, para aseverar que “la intención de voto favorable a la permanencia en la Unión ha disminuido desde el verano pasado, y algunos de ellos ya dan por ganadora la salida de la UE”. “Si bien no creemos que existan motivos para descartar ese mensaje general, sí nos preguntamos en qué medida debemos tomarnos en serio los sondeos en estos momentos, dado que, en realidad, la campaña sobre el referéndum no ha empezado aún y la población británica no está en absoluto involucrada en el debate”, comenta O’Connor.

Desmontando las encuestas

Cabe recordar que la última victoria de los tories fue contra todo pronóstico, pues los sondeos no preveían en ningún caso una mayoría absoluta de los conservadores. Por ello, el experto profundiza en las metodologías empleadas para la elaboración de los sondeos sobre el referéndum de salida de la UE, para detectar una divergencia entre resultados: las encuestas telefónicas sitúan las posturas de permanencia y salida de la Unión en un 60%-40%, respectivamente (sin tener en cuenta a los votantes indecisos), mientras que las encuestas online indican una proporción del 50%-50% aproximadamente. La interpretación que hace O’Connor es que “las personas más comprometidas políticamente podrían estar demasiado representadas en las encuestas online, mientras es probable que las encuestas telefónicas sean más precisas, tal y como sucedió en las últimas dos elecciones generales y referendos en el Reino Unido”.

Desde Henderson también llaman la atención sobre el hecho de que la mayoría de las firmas que llevan a cabo los sondeos creen que éstos están pasando por alto el porcentaje de indecisos. “Si bien eso hace claramente que haya un número de votos considerable en juego, una vez en plena campaña, el apoyo a la opción de la permanencia aumentará, ya que la historia demuestra que los votantes indecisos suelen decantarse a favor de la opción vigente en el momento del referéndum”, opina el experto.

La visión de la gestora británica es que “la opción de la permanencia ganará apoyos cuando la campaña se inicie en serio y buena parte del Partido Conservador se unirá al bando del primer ministro, los otros grandes partidos políticos y el sector privado en defensa de la permanencia del Reino Unido en la UE. En este entorno, señalan no obstante que los resultados de la votación pueden dar un giro dramático si se produce “cualquier acontecimiento que socave la estabilidad de la UE”, y se refieren específicamente a la crisis de los refugiados: “Es un tema que atrae cada vez más la atención de la población en el país y podría acaparar no sólo los titulares mediáticos en la carrera hacia el referéndum, sino también ejercer una influencia sobre su resultado”.

La última reflexión de Henderson tiene que ver con la posible victoria de los partidarios de la permanencia, en concreto con la cuantificación de los votos en este sentido: “El referéndum probablemente no debería considerarse como un mero barómetro entre ganadores y perdedores. La campaña favorable a la permanencia apoyada por el poder político probablemente necesite ganar con un margen considerable para declarar su victoria y dar por zanjado el debate sobre el Brexit de una vez por todas”.