Hoy comienza en Madrid la Feria Internacional de Robótica, una cita que Karen Kharmandarian, gestor del Pictet Robotics, no ha querido perderse. Le ayuda a identificar tendencias, pero también riesgos.
Hoy comienza en Madrid la Feria Internacional de Robótica, evento que se celebrará en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo los días 2, 3 y 4 de febrero. Es una cita ineludible para Karen Kharmandarian, quien la tiene marcada en el calendario. Como gestor del Pictet Robotics, la feria le ayuda a pensar en tendencias y oportunidades de inversión. Kharmandarian es de los que cree que nos encontramos al principio de la democratización de los sistemas robóticos. Varias mega tendencias proporcionan el soporte, como la demografía, pues a medida que las tasas de natalidad caen y las poblaciones envejecen es preciso aumentar la productividad. Desde la de década de los 60 la robótica se ha introducido con mayor celeridad en las industrias, con innovaciones cada más disruptivas. De hecho, el desarrollo de la inteligencia artificial ya implica interacción con humanos, con perspectivas de crecimiento que son cada vez más atractivas para los inversores.
En 2009 se vendieron 60.000 robots en el mundo y en 2015 cuatro veces más. Para 2019 la Federación Internacional de Robótica predice que habrá 2,6 millones de robots industriales instalados globalmente, un millón más que en 2015. Boston Consulting Group estimaba hace dos años un crecimiento en estas industrias del 10% anual y más recientemente Tractica anticipaba un 36% para los próximos cinco años. En cualquier caso, supone al menos tres a cuatro veces más que el crecimiento de la economía global, fácilmente superable dados los nuevos productos y servicios por llegar al mercado. Además, el aumento del poder de cálculo, algoritmos e inteligencia artificial vienen acompañados de menores costes y una nueva generación de robots de más pequeños, capaces, seguros, autónomos y móviles, con aplicaciones más allá de los sectores tradicionales de automoción e industrias, en agricultura, logística, educación y finanzas.
A ello se añade el cambio de modelos de negocio de producción masiva a personalización masiva, pues los consumidores están exigiendo productos y servicios individualizados que sólo pueden ser fabricados rentablemente en plantas automatizadas. Es el caso de Nike, que personaliza el color y cordones de las zapatillas, incluso con el nombre de su propietario. Según Kharmandarian, los segmentos de mayor potencial en la parte industrial son robots colaborativos, mucho más flexibles y capaces de trabajar con humanos, que pueden automatizar los procesos de producción de pequeñas y medianas compañías. “En logística la automatización facilita el rápido desarrollo de plataformas de comercio electrónico, reduciendo costes y tiempos de entrega. En salud la inteligencia artificial se aplicará al diagnóstico y automatización de análisis laboratorios y secuenciación de ADN, rebajando los costes de los tratamientos a medida, como Hologic. Por su parte Intuitive Surgical, un cuasi-monopolio en robots quirúrgicos, creada en 1999, ya está valorada en 26.000 millones de dólares”, subraya.
Al mismo tiempo, el gestor de Pictet AM considera que los avances en comprensión del lenguaje natural y su generación cambiarán la forma de interactuar los próximos tres años, con asistentes personales inteligentes como Siri de Apple, que pronto sustituirán a los smartphones. A ello se añaden las tecnologías de apoyo, con sistemas de visión artificial –donde destaca la empresa estadounidense Cognex y su homólogo japonés Keyence- y comprensión y generación de lenguaje -donde destaca Nuance Communications.
Pero la robótica también ofrece desafíos. En algunas temáticas dentro de la robótica no existen muchas oportunidades y, por lo tanto, podrían ser consideradas como trampas para los inversores. “Un segmento difícil es el de vehículos autónomos y drones comerciales, debido a que los requisitos de pureza en exposición al tema excluyen a los grandes fabricantes de componentes como Delphi en EE.UU y Denso en Japón. Pero una compañía como la israelí Mobileye es líder en desarrollo de algoritmos para sistemas de cámaras y mapas en tiempo real”. En lo que respecta a los robots personales, el gestor también ve pocas oportunidades, ya que las aplicaciones comerciales aún no están disponibles.