Roman Viñas, el único español entre los gestores de renta fija de más éxito

Roman Viñas es el único español incluido en el ránking elaborado por Citywire con los gestores de renta fija más consistentes, y figura en el puesto número seis, tan sólo por detrás de profesionales de la talla de Michael Hastenstab, de Franklin Templeton; Philippe Igigabel, de HSBC Global Asset Management; Bill Gross, de Pimco; David Leduc, de Standish Mellon Asset Management, y Adam Cordery, de Schroders. El ránking ha sido elaborado teniendo en cuenta seis sectores de deuda, incluyendo la de mercados emergentes, bonos globales y corporativos, y sólo nueve profesionales han logrado batir a sus referencias en cada uno de los últimos cinco años. Entre ellos, Roman Viñas, una figura conocida en la industria de la gestión española que cuenta con un consistente éxito a la hora de batir al índice de referencia, gracias a su trabajo al frente del fondo Privat Renta, perteneciente a la firma con base en Barcelona Privat Bank Patrimonio, propiedad de Bank Degroof.

Se trata de un fondo flexible que puede invertir sus activos tanto en deuda pública (que ahora ocupa en torno a un 15% de la cartera) como en crédito, en función de las perspectivas, y que actualmente está posicionado sobre todo en deuda corporativa, mercado donde el gestor ve más valor. Y dentro de esta parte, el 60% lo ocupa el sector financiero, con oportunidades que fueron fraguándose desde principios de 2009 pues, según el gestor, ofrece una mayor rentabilidad ajustada al riesgo que otras áreas como telecomunicaciones o utilities. Gran parte de ellos, españoles: “En los últimos tres meses de 2010, el recrudecimiento de la crisis con el rescate de Irlanda hizo surgir numerosas oportunidades que estamos aprovechando, jugando el estrechamiento de diferenciales dadas las medidas que está tomando el Gobierno español y las noticias de las cajas de ahorros”, afirma el gestor.

Así, el patrón de gestión de los últimos dos años ha consistido en jugar el estrechamiento de los diferenciales de crédito en vez de la duración. Es decir, se han centrado en acortar esta última -actualmente por debajo de un año, ante perspectivas de subidas de tipos de interés que ya se están produciendo en los mercados europeos core, es decir, no periféricos y con rating de AAA, como el aléman, donde el bono a 10 años ha visto subir su rentabilidad desde el 2,3% al 3%- a la vez que juegan principalmente los movimientos de los diferenciales de crédito, ampliados desde 2009.

"Jugamos las altas rentabilidades que ofrecen agunas compañías y la posibilidad de estrechamiento de diferenciales, con duraciones bajas de hasta dos-tres años en los tipos fijos y en la medida de lo posible flotantes para aprovechar futuras subidas de tipos", comenta Viñas. Aunque éste es el posicionamiento actual, no renuncia al riesgo duración, siempre que esté justificado. Así, en las últimas semanas aprovechó el movimiento al alza de los diferenciales del bono español a 10 años hasta el 6% para tomar posiciones.

El fondo Privat Renta invierte únicamente en activos emitidos por países miembros de la OCDE y con grado de inversión. Con respecto a sus posiciones en bancos, el fondo incluye bancos españoles como Santander, BBVA, Caja Madrid o BBK, firmas con solvencia y castigadas en exceso por el hecho de pertenecer a un sector vinculado con el gobierno en un contexto de crisis de deuda soberana. "Ya reflejan en gran parte los problemas de España", afirma, descartando un episodio de rescate por parte de la UE a lo largo de este año. "España no es Irlanda ni Grecia y se ve afectada por problemas más políticos que económicos", comenta, si bien se prepara ante potenciales sorpresas negativas reduciendo paulatinamente la cartera y con emisiones concretas y cortas en algunos casos, y excluyendo deuda de bancos de otros mercados periféricos que el equipo conoce peor. Además de firmas españolas, en la cartera hay posiciones en otros bancos como ABN Amro, Natixis o Espirito Santo (una posición muy corta con vencimiento en mayo de este año).