Schroders: el Banco de Inglaterra no subirá tipos de interés hasta 2017

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World Economic Forum, Flickr, Creative Commons

Se esperaba de él activismo monetario y, tras cumplirse un mes en el cargo, Mark Carney ya está dando una visibilidad nunca antes conocida en el Banco de Inglaterra (BoE) desde que éste se hizo independiente, en 1997. La clave está en que Carney -que ya había aplicado esta estrategia siendo gobernador del Banco de Canadá y que después imitó, a su vez, la Reserva Federal-, ha vinculado el crecimiento a la tasa de desempleo. En concreto, anteayer anunció que no subiría tipos de interés – están en el mínimo histórico del 0,5%- hasta que el paro no caiga por debajo del 7% (actualmente se sitúa en el 7,8%).

Una medida para la que todavía queda un largo camino por delante, ya que el Comité de Políticas Monetarias del banco estima que existe un 50% de probabilidad de que esté por encima del 7% hasta mediados de 2016. Según Azad Zangana, economista europeo de Schroders, “leyendo entre líneas, el Banco de Inglaterra no espera ‘reconsiderar’ los tipos de interés antes de mediados de 2016, o incluso a comienzos de 2017”.

Carney ha añadido tres condiciones que podrían anular la regla impuesta por él mismo, “en un intento de resguardar la reputación del BoE como luchador de la inflación”, interpreta Zangana, que resume brevemente esos tres presupuestos. El primero es que las previsiones de inflación para los próximos 18 a 24 meses dé señales de no sobrepasar el 2,5%. El segundo presupuesto para acelerar las subidas de tipos es que se desanclen las previsiones para la inflación a medio plazo. Y el tercero, que el Comité de Política Financiera considere que la política monetaria no sea compatible con un sistema financiero estable.

La visión de Schroders para la economía británica es de que esas tres condiciones “son demasiado débiles”, por lo que es improbable que se produzcan antes de alcanzar ese 7%. Por otra parte, tampoco esperan una subida inmediata de los tipos de interés cuando se alcance el objetivo de empleo, “dado que es probable que persistan las cuestiones sobre el pobre crecimiento de la productividad en Reino Unido”.

“En general, mientras que la introducción de visibilidad era ampliamente esperada, la elección de una tasa de desempleo del 7% es un poco más ‘hawkish’ (ortodoxo) de lo esperado, pero el cálculo del BoE de que cuándo daría ese umbral es bastante ‘dovish’ (heterodoxo)”, apunta el responsable de Schroders, que asevera: “Mientras que la estimación del impacto de un cambio de política siempre es peligroso después de haber pasado sólo un día, si persisten los tipos más elevados durante mucho tiempo sin que haya un escenario macro mucho más positivo, entonces la introducción de más visibilidad habrá fracasado”.

Zangana también advierte del riesgo de que el BoE tenga que recortar más los tipos de interés o reactivar su programa de compra de activos. Cualquiera de estas situaciones podrían producirse en el caso de que los tipos de interés del mercado no retroceden hasta ajustarse a las estimaciones del banco central, algo que “sería negativo para el pronóstico de crecimiento del Banco de Inglaterra”, en palabras del estratega. 

¿Qué pasará con el QE británico?

Otro de los puntos importantes del mensaje de Carney ha sido su disposición a reactivar el programa de compras de activos de la institución mientras que el paro se mantenga por encima de la tasa de desempleo deseada y lo considere justificado. Al respecto, Zangana no espera un incremento de las adquisiciones durante este año o el siguiente, una estimación que realiza con el siguiente matiz: “No podemos descartar que el Banco de Inglaterra retome su programa, especialmente si los tipos del mercado monetario no caen”. En base a sus propias previsiones sobre tipos de interés, desde Schrodes ven ahora riesgo al alza para el crecimiento del PIB la inflación en los precios al consumo.