Para Max Anterl, las decisiones en materia de política monetaria invitan al inversor a tomar posiciones sin tener en cuenta el riesgo que entrañan. “En el actual entorno de mercado, la selección de valores es crucial”.
“Se mire por donde se mire, la Bolsa europea está barata”. Así de claro lo tiene Max Anderl, gestor de Renta Variable Europea de UBS Global Asset Management, quien considera que, tanto si se mide en términos históricos, como si se compara con las valoraciones que ofrecen actualmente las acciones estadounidenses o los precios a los que cotiza el bund alemán, no cabe duda de que la renta variable europea representa una atractiva oportunidad para un inversor con una vocación de medio-largo plazo. “Eso no quiere decir que Europa sea un mercado en el que todo valga; la selección de valores es crucial”, asegura.
En una entrevista concedida a Funds People, Anderl afirma que las medidas adoptadas tanto por parte de las autoridades monetarias como desde el ámbito político para contener la crisis económica pueden empujar al inversor a tomar decisiones erróneas. “Los programas de flexibilización monetaria de la Fed, por ejemplo, animan al inversor a tomar posiciones en activos sin tener en cuenta el riesgo que entrañan. En Europa, hoy en día se pueden comprar compañías cotizando a cinco veces los beneficios que, en realidad, no producen beneficios. Nosotros somos selectores de acciones y nos dedicamos a buscar buenos negocios”, señala.
Es precisamente el ruido que generan las instituciones lo que hace más importante si cabe la gestión activa, sobre todo si –como indica el experto– la volatilidad que espera en 2013 como consecuencia de esa incertidumbre aparece en el mercado. “No me sorprendería nada que el próximo año Grecia abandonase el euro, no porque nadie les obligase, sino por voluntad propia. De hacerlo, es posible que el mercado caiga un 10% y posteriormente se recupere al entender que, al final, esto sería bueno tanto para Grecia como para la eurozona. Habrá volatilidad”, asevera Anderl.
Una estrategia muy definida
El experto reconoce seguir un estilo de gestión muy disciplinado y centrado en el control del riesgo. “Prestamos especial atención a la potencial caída que podrían sufrir las acciones de una compañía en el mercado. No miramos tanto el recorrido alcista que podría llegar a tener un valor como lo que podría ir mal. En algunos casos, como ocurrió con Repsol cuando el Gobierno argentino le expropió su filial YPF, conseguirlo es casi imposible”, asevera. En este sentido, la petrolera es, junto con Grifols, las únicas posiciones españolas que el experto mantiene actualmente en cartera.
La estrategia implementada por el equipo gestor pasa por crear carteras concentradas, de entre 40 y 50 valores. “Si nos gusta un valor, tomamos una posición pequeña, de aproximadamente el 1,5%. Si vemos que la idea funciona, elevamos el peso hasta el 3-4%. De lo contrario, estamos protegidos con ‘stop loss’. No nos fijamos límites ni geográfica ni sectorialmente”. En este aspecto, el gestor reconoce tener valores defensivos, entre los que no se encuentran ni ‘utilities’ ni ‘telecos’. También prefiere empresas controladas por los accionistas y no por gobiernos. “Cuando una empresa estatal tiene que elegir entre rentabilidad y empleo, se queda con este último, lo que le resta competitividad”, apunta.
Si tuviese que definir en términos generales cuál es el posicionamiento actual, Anderl diría que cuenta con buenos pagadores de dividendo. “El dividendo en estos momentos es clave. El 60% de la rentabilidad viene dado por este concepto”, asegura. A su juicio, los negocios que generan los retornos más altos producen unos flujos de caja más elevados, lo que a su vez supone más dinero para invertir. “No seguimos una estrategia que se pueda encasillar ni dentro de un estilo centrado en la valoración ni basado en el crecimiento. Somos contrarios y nos basamos en los fundamentales, aplicando además filtros cuantitativos y cualitativos”, indica.
El posicionamiento de las carteras
En estos momentos, Anderl sobrepondera claramente compañías farmacéuticas, biotecnológicas y aseguradoras, frente a entidades financieras y bienes de equipo, a las que infrapondera. GlaxoSmithKline (con un peso del 4,9%), Royal Dutch Shell (4,2%), Novartis (3,8%), Sampo (3,6%) y Prudential (3,3%) son las principales posiciones del UBS European Opportunity Fund. Por países, Reino Unido se postula como el mercado de mayor peso en el fondo, con una ponderación del 35,6%, seguido muy de lejos por Alemania (13,1%) y España, país al que solo expone el 4,4% de la cartera.
“Uno de los secretos es contar con un equipo de gestores pequeño, lo cual facilita el proceso. Cuanto más grande es el equipo, más se dilata la toma de decisiones”, manifiesta. Al haber sido capaz de batir al mercado de manera recurrente a lo largo de los últimos años en diferentes entornos de mercado, el experto pone de manifiesto que la estrategia le ha funcionado tanto en el caso del UBS European Opportunity como en el UBS European Opportunity Unconstrained, fondo este último que mantiene los mismos nombres que el primero pero al que se le añaden entre 20 y 40 posiciones cortas sobre valores en los que el equipo gestor espera una caída de la cotización.