UBS Global AM: La inversión multiactivos como respuesta a un nuevo entorno

Tras el culto a la renta variable visto en los últimos años y después de tres décadas doradas en renta fija, los retornos de ambos activos han mermado de forma muy significativa en un momento en que la evolución de los mercados está marcada por la incertidumbre y la volatilidad. Para Curt Custard, responsable de soluciones globales de inversión en UBS Global Asset Management, tras esa “Gran Moderación”, vista en la mayoría de los activos, es necesario “cambiar asunciones que ya pertenecen al pasado y renovar nuestra forma de ver las cosas”, pues el llamado New Normal no sólo afecta a la economía.

 

También afecta a la forma de gestionar y ofrecer soluciones de inversión en un momento en que ha cambiado tajantemente la relación entre riesgo y rentabilidad, en la medida en que el tracking error –o el comportamiento frente a un índice- ha perdido importancia frente a la búsqueda de retornos totales. Según explicó Custard en la conferencia de “UBS European Distribution Partners” de UBS celebrada recientemente en Londres, todo ello refleja su mayor preocupación por perder que por ganar, lo que les lleva a poner su capital en activos con menor probabilidad de sufrir pérdidas, aunque estén caros. Sin embargo, en ese mundo cambiante lo que antes era seguro ahora podría ser arriesgado, ante la creciente inflación y el rigor fiscal –que podrían afectar negativamente a la renta fija-, según el experto. “Será imposible mantener los retornos del pasado”, asegura.

 

Por eso, en este escenario, la adaptación es clave. En primer lugar, visionando los temas que determinarán la evolución de los mercados, como el desapalancamiento global y el final del capitalismo “laissez faire” en el mundo Occidental, la convertibilidad y flexibilidad de las divisas asiáticas, el superciclo de las materias primas –que tendrá implicaciones en otras clases de activos-, el envejecimiento de los “baby boomers” y la creciente importancia de las rentas.

 

Y en segundo término, realizando una asignación de activos también activa, humilde, flexible y dedicada a explotar las oportunidades en un universo de inversión global, que permita utilizar buenas coberturas contra esa previsible llegada de la inflación, como la renta variable, las materias primas o los bonos ligados a la inflación. En este contexto, el que el asset allocation es crucial y exige tomar soluciones activas, establecer planes de contingencia si fuera necesario, posiciones diversificadas y una inversión humilde y repetible. En resumen, establecer una solución de inversión global (GIS) para adelantarse al nuevo escenario marcado por los menores retornos de los activos de riesgo a largo plazo, la continuidad de las preocupaciones sobre eventos negativos, las cambiantes tendencias macroeconómicas y demográficas –que exigen diferentes soluciones de inversión-. “Las tendencias de la industria acelerarán la necesidad de distintas soluciones de inversión que en el pasado”, afirma Custard. Por ejemplo, la estrategia en renta variable cambiará y los retornos vendrán en su mayoría de los dividendos, lo que muestra la importancia de las rentas.

 

Presente frente a pasado

Así, si en el pasado era dominante la valoración fundamental, ahora el comportamiento de los mercados y la situación macro son igual de importantes; si las posiciones largoplacistas dominaban en las carteras, ahora han de ser diversificadas con posiciones de más corto y medio plazo; si las capacidades internas eran clave, ahora también las externas; si la gestión de riesgos estaba enfocada en el tracking error, ahora es necesaria una gestión cualitativa y que incorpore medidas del riesgo bajista; si la toma de decisiones estaba concentrada, ahora es clave construir un equipo que genere más debate y soluciones específicas para cada perfil de riesgo.