Un proceso de normalización doloroso: análisis del complejo y excepcional escenario macro

De izqda. a dcha.: Ramón Carrasco (Carmignac), Raquel Blázquez (Ibercaja), Jorge Velasco (CaixaBank Banca Privada), María Luisa Rodríguez (Bankinter Gestión) y Álvaro Galiñanes (Santander Private Banking Gestión). FundsPeople.

Las tensiones inflacionistas son más persistentes de lo que se pensaba y donde el proceso de normalización monetaria empieza a ser doloroso. ¿Hasta dónde llegarán los bancos centrales con las subidas de tipos? ¿Cuál será su impacto en el crecimiento económico? ¿Cuándo alcanzará la inflación el tan ansiado punto de inflexión? FundsPeople reúne en un desayuno, patrocinado por Carmignac, a expertos en renta fija de varias gestoras para analizar un complejo y excepcional escenario macro.

El ciclo económico continúa con su progresivo debilitamiento. EE.UU. ya ha entrado en recesión técnica y el consumo ha comenzado a desacelerarse, si bien menos de lo que cabría esperar gracias a los ahorros acumulados durante la pandemia y las ayudas estatales. En este entorno de caída de la actividad, llama la atención la resistencia del mercado laboral, según destaca María Luisa Rodríguez, responsable de Renta Fija de Bankinter Gestión.

“El mercado laboral estadounidense sigue mostrando bastante fortaleza y hoy por hoy no es un foco de preocupación, aunque la situación puede cambiar si los costes laborales siguen subiendo”, apunta Rodríguez.   

Esta solidez del empleo contrasta con el fuerte deterioro del sector inmobiliario, que está sufriendo el impacto directo de las agresivas subidas de tipos de la Reserva Federal y el consiguiente encarecimiento de las hipotecas, señala la responsable de Renta Fija de Bankinter Gestión, quien recuerda que todavía no se han producido caídas de precios, pero sí de actividad.

María Luisa Rodríguez también hace hincapié en cómo las tensiones inflacionistas todavía están lejos de moderarse. El IPC de agosto de EE.UU., del 8,3%, ha sido un jarro de agua fría para el mercado, que esperaba una mayor contención en la escalada de precios por la desaceleración de la parte energética.

Preocupante alza de la inflación subyacente, más difícil de controlar

“En su lugar, ahora vemos tensiones de precios en otras áreas, no solo en alimentos -que están disparados-, sino en gastos médicos y alquileres”, advierte la responsable de Bankinter, para quien el dato de agosto “es preocupante” porque afecta a la inflación subyacente, “que es más difícil de controlar”.  

En el caso de Europa y a la espera de la publicación de las últimas cifras del PIB, Bankinter no descarta un escenario de recesión moderada, que se vería a finales de este año o principios de 2023.  

“Esperamos ver caídas en el consumo, sobre todo, por el impacto de la crisis energética derivada de la dependencia del gas ruso. Aunque Europa ha acelerado el acopio de gas y casi ha llenado sus reservas para pasar el invierno, aún hay mucha incertidumbre acerca de lo que puede pasar en los próximos meses”, avisa la responsable de Renta Fija de la entidad.

Un escenario lleno de incertidumbres

Jorge Velasco, director de Estrategia de Inversión de CaixaBank Banca Privada, considera que el escenario actual, dominado por una inflación más persistente de lo inicialmente esperado y un menor crecimiento económico, es “absolutamente excepcional” por los factores que lo han desencadenado y la situación de inicio, y todavía lleno de incertidumbres.

En este sentido, hace referencia a las incesantes revisiones de previsiones de los diferentes analistas, gestores, organismos internacionales e, incluso, bancos centrales, que reflejan esa necesidad de ajustes al devenir de los acontecimientos e incertidumbre económica.  

“Me preocupa esa potencial mayor persistencia de la inflación, y también la falta de visibilidad generalizada, que hace que incluso el BCE y la Fed, con sus profundos conocimientos, tengan que revisar continuamente sus estimaciones con unos rangos tan amplios”, apunta Velasco. “El problema no es que la inflación actual se encuentre en tasas cercanas al 10%, sino que en 2023 todavía ronde el 4 o 5% y sus efectos de segunda vuelta”, añade.

Dos grandes dudas por aclarar

Para el director de Estrategia de Inversión de Caixabank Banca Privada, dos de las grandes preguntas para las que todavía no hay respuesta son hasta dónde llegarán los bancos centrales con las subidas de tipos y cuál será su impacto en el crecimiento económico.

“Las autoridades monetarias están demostrando ahora una profunda determinación para hacer frente a las tensiones inflacionistas, pero hasta no hace mucho hubo dudas. De hecho, el interés del bono alemán a dos años alcanzó niveles próximos al 0,25% en julio y subió 100 puntos básicos en solo un mes, lo que demuestra la volatilidad y el margen de error del mercado de renta fija”, agrega. 

Este verano, los inversores coquetearon con la esperanza de alcanzar el punto de inflexión y que lo peor de la inflación estuviera próximo a quedar atrás y, con ello, también la política monetaria más restrictiva. Pero los datos y la Fed han dado un baño de realidad al mercado.

Todos somos el emperador

“El error que cometemos es pensar que el mercado está acertado siempre, cuando los precios de los activos no son más que expectativas”, señala Álvaro Galiñanes, director de Inversiones de Santander Private Banking Gestión, quien explica la situación actual con una analogía del cuento de El traje nuevo del emperador, “en la que todos somos el emperador”.

“Nos resistimos a ver la realidad subyacente, que es que empezamos el año con una guerra que ha trastocado todo. Un conflicto que no había vivido nuestra generación, tanto por cercanía como por sus implicaciones internacionales, y que ha alterado los planes de los bancos centrales de su agenda el pasado 31 de diciembre”, afirma.

A este respecto, Galiñanes recuerda que “pocos o prácticamente nadie” apostaba por que los tipos fueran a subir en EE.UU. ni tanto, ni tan rápido, mientras que en Europa se esperaban los primeros incrementos para finales de este año o principios de 2023. Pero ahora las cifras macro van empeorando, habrá menos crecimiento y aumentan las probabilidades de recesión.

En mitad de la tormenta

“El mes de agosto nos dio un respiro, en el mercado había una cierta complacencia, había más optimismo, parecía que la Reserva Federal estaba acertando. Pero, en el fondo, tenemos un panorama macro francamente complicado mientras no se ponga fin a la guerra en Ucrania. Por ahora estamos metidos en mitad de la tormenta y adaptándonos”, expone.

El director de Inversiones de Santander Private Banking Gestión explica que no será fácil “esterilizar” los efectos de segunda ronda “cuando hay una cantidad ingente de dinero en circulación que no se ha podido drenar con la rapidez que precisaba”, a pesar de las agresivas subidas de tipos. 

Las divergencias entre EE.UU. y Europa

Raquel Blázquez, directora de Inversiones de Banca Privada de Ibercaja, coincide en la continuidad y profundización de la tendencia de desaceleración económica, así como en la persistencia de las tensiones inflacionistas, que han desencadenado una mayor agresividad en el tono y los movimientos de los bancos centrales.

Sin embargo, atisba divergencias entre áreas geográficas. “La inflación estadounidense de agosto fue superior a lo esperado, pero se está moderando desde julio, un fenómeno que todavía no hemos visto en Europa y que podría no suceder hasta finales de este año o principios del que viene”, explica Blázquez, quien no descarta que el IPC general haya tocado ya techo en EE.UU, aunque aún no el subyacente.

“Ese punto de inflexión en las dinámicas de inflación marcará tanto el ritmo en los mercados, como hasta dónde llegarán los bancos centrales. Lo siguiente será ver el impacto de la desaceleración económica en los beneficios empresariales”, asegura la directiva de Ibercaja.

Impacto en los resultados empresariales

En este sentido, recuerda que en la primera mitad de 2022 no se han producido impactos significativos en los resultados porque las compañías han sido capaces de repercutir los incrementos de precios en el consumidor final. No obstante, advierte de que en este tercer trimestre podrían empezar a producirse revisiones de beneficios.

En este panorama incierto para la economía global, Blázquez también observa otras dicotomías. “En EE.UU., con la fortaleza de su mercado laboral, nos cuesta ver una recesión profunda, pero no ocurre lo mismo en Europa, donde la incertidumbre es más alta, sobre todo en aquellas economías, como la alemana, que son más dependientes de las materias primas energéticas. Hasta que no se vea una moderación en los precios, algunos países van a seguir sufriendo”, expone.

El cambio de Jackson Hole

Ramón Carrasco, director de Desarrollo de Negocio para España de Carmignac, destaca que la reciente reunión de Jackson Hole ha escenificado el cambio tan profundo que se ha producido en las políticas monetarias en solo un año.

En este foro, celebrado a finales de agosto, la Fed dejó claro que necesitan continuar con el endurecimiento monetario, sin dar ninguna indicación de un posible cambio de rumbo en los próximos meses, como podrían esperar algunos inversores.

Subrayaron que la opción de continuar con una política monetaria restrictiva provocaría, sin duda, una desaceleración del crecimiento que sería especialmente dolorosa para las empresas y los hogares. Sin embargo, estas consecuencias negativas son, según la Fed, el precio que hay que pagar por reducir la inflación, ya que, de fracasar, una dinámica inflacionista fuera de control podría tener un impacto aún más grave.

Comité a comité

Carrasco también coincide en el baño de realidad que han dado los últimos datos de inflación en EE.UU., sobre todo la subyacente, que muestra como el alza de precios se ha arraigado en la economía, con lo que a los bancos centrales no les quedará otra que seguir drenando liquidez del sistema e ir tomando decisiones “comité a comité y dato a dato”.  

El director de Desarrollo de Negocio de Carmignac también incide en el impacto de la escalada de precios en el consumidor, “que es el motor de la economía” y que se enfrenta, cada vez más, a un escenario de película de terror.