Un último mensaje de Juan Nevado a inversores

Juan Nevado y Craig Moran. Foto cedida (M&G)

Nos sentamos con Juan Nevado por última vez, escasas semanas antes de que oficialmente ceda el testigo del M&G (Lux) Dynamic Allocation. Será un relevo natural que permitirá continuar con la misma filosofía de gestión. A Craig Moran, co gestor y parte del equipo del fondo desde hace 12 años, se unirá como co gestor Steven Andrew, gestor sénior del equipo de multi-activos con más de 20 años de experiencia.

Y es una despedida con la que Nevado se siente satisfecho. Su último año como capitán del M&G (Lux) Dynamic Allocation deja al fondo en el primer cuartil de su categoría con una rentabilidad negativa (-4,28%), pero no obstante digna teniendo en cuenta la fuerte corrección de los mercados este año.

“Gran parte de este buen rendimiento lo explica la postura extremadamente cauta con la que entramos en 2022” destaca Craig Moran. Al inicio de año llegaron a tener casi un 50% en liquidez. A esto se sumó su infraponderación en duración, con incluso posiciones cortas en el Tesoro estadounidense, y en renta variable estadounidense, un mercado muy expuesto a los tipos de interés por el peso de las tecnológicas. Pero es que incluso con la caída generalizada de la primera mitad de año los gestores no se están frotando las manos. “Es cierto que hay índices que incluso están en territorio de corrección técnica, pero no vemos valoraciones baratas sino justas”, reconocen Nevado y Moran.

Es un tono que puede sorprender a quienes conozcan bien a Nevado. Su estilo de inversión contrarian le ha llevado muchas veces a ser la voz de la razón en anteriores momentos de pánico en el mercado. A ser el optimista en una sala llena de inversores señalando los riesgos. Pero ahora la situación es distinta.

No es que el equipo gestor haya cambiado su filosofía.  En realidad, todo lo contrario. “La máxima del behavioural finance dicta que los mercados están conducidos por la psicología humana. Los inversores tienden a anclarse en lo que ha pasado en los últimos años para dictar sus movimientos respecto a los eventos más recientes” explica. Y ahora estaban anclados a la idea de que las tires de los bonos no iban a subir nunca más. “Hemos vivido un cambio estructural que ha sorprendido a todos”, analizan los gestores.

¿Y ahora?

A pesar de este sentimiento más negativo que positivo, el equipo gestor está siendo activo en la búsqueda de oportunidades. De ese 50% en liquidez al inicio del ejercicio, ahora el fondo se mueve en el 15%. ¿Y dónde han sido activos? Pues curiosamente, sobre todo en renta fija.

Powell nunca lo admitiría, pero para frenar la inflación tiene que provocar una gran ralentización y probablemente una recesión. Es precisamente lo que empieza a pensar el mercado”, analizan. Eso se está reflejando con el aplanamiento de la curva. Y es aquí donde ven oportunidad para diversificar, en la parte larga de los bonos estadounidenses. Han añadido una posición larga del 10% en la emisión a 10 años del Tesoro estadounidense y también tienen un 5% en la emisión a 30 años. “Las emisiones de largo plazo te protegen en una recesión porque los bancos centrales tienen que bajar tipos y lo que provoca las caídas en la parte larga de la curva”, explican los gestores.

“Lo más chocante de 2022 ha sido que se ha desvanecido la descorrelación entre bonos y acciones”, resumen los gestores. Ahora creen que podrían estar de nuevo ante un cambio en la tendencia. Así, la cartera actual del M&G (Lux) Dynamic Allocation se podría resumir en: liquidez, largos de emisiones largas y de renta variable barata.

En renta variable, no obstante, el equipo gestor no está yendo de cabeza a por lo que más ha caído este año. De hecho, mantienen su visión negativa con la bolsa estadounidense. “Es que las bolsas estadounidenses aún se mueven con un PER medio de 16,5. E índices tecnológicos como el Nasdaq tienen un enorme riesgo de duración justo cuando se están subiendo los tipos”, subrayan. En cambio, prefieren mirar hacia mercados que cotizan con una prima de riesgo considerable. Concretamente, están largos de renta variable japonesa, europea y británica.

Han salido de compras, pero no obstante la postura global del fondo es defensiva. Las oportunidades que han detectado en renta variable solo les ha elevado a una postura neutral en bolsa. Y siguen infraponderados en crédito.“Los mercados han corregido porque tenían que hacerlo. En realidad hemos vivido un rerating, no pánico injustificado”, afirman.