Una forma alternativa de diversificación y gestión del riesgo: actualización del Pioneer Funds–Global Multi-Asset Target Income

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Foto cedida

El Pioneer Funds – Global Multi-Asset Target Income es uno de los productos con un enfoque de generación de rentas de la familia Target Income de Pioneer Investments. Éste en particular tiene como objetivo generar un cupón del 5% en 2015 con una volatilidad entre el 5% y el 10%  a través de la inversión en multiactivos (que aporta un 4% al retorno pretendido) combinada con una gestión activa de los derivados (que aporta el 1% restante). El producto, lanzado en mayo de 2013, está bajo la batuta de Francesco Sandrini (en la imagen), responsable de soluciones multiactivo para la firma, y el gestor Thomas Kruse desde el principio.

El principal elemento diferenciador de este fondo es la aproximación que utilizan sus gestores para gestionar el riesgo. Según Sandrini, “la abundancia de liquidez ha provocado una importante contracción del diferencial y eliminado la volatilidad. Ahora los inversores deben comenzar a pensar en un posible repunte del riesgo, sobre todo en renta fija, que puede hacer que la volatilidad aumente repentinamente. Aunque estos riesgos no sean visibles todavía, son reales y pueden tener un efecto devastador sobre el capital”, afirma. Para el experto de Pioneer, se ha producido una alteración de los riesgos desde el colapso de Lehman Brothers que aún no se ha valorado en profundidad, y por ello aconseja a los inversores tener en cuenta no sólo el riesgo del mercado sino también el de crédito y el de liquidez a la hora de construir una cartera. Ha reflejado esta visión a través de tres principios básicos con los que el Pioneer Funds – Global Multi-Asset Target Income pretenden brindar una exposición a estrategias poco correlacionadas con un presupuesto para la gestión del riesgo. 

Se trata de ensanchar el universo de inversión para incluir activos alternativos y reales y renta fija diversificada, incluir el estudio del sentimiento de los inversores a la gestión del producto y diversificar a través de un proceso sustentado por cuatro pilares: delimitar la estrategia macro y su escenario principal, establecer coberturas macro para proteger la cartera de riesgos asociados al escenario central, crear estrategias satélite con una baja correlación que generen retornos en momentos de sacudida del mercado y seleccionar gestores con talento o los activos más baratos para poder crear estrategias generadoras de alfa. 

De acuerdo con estas premisas, el fondo está capacitado para combinar estrategias direccionales y de valor relativo, puede invertir en distintos activos de riesgo que proporcionen fuentes independientes de retornos, puede realizar coberturas con las que protegerse de eventos del mercado y maximizar el número de estrategias de inversión a través de una mejora del perfil rentabilidad/riesgo. 

Distribución de la cartera 

La parte de renta fija supone un 63,39% de la cartera (datos a 30 de abril), con un rating medio de A2 de acuerdo con la escala de Moody’s. Un 58,27% de esa proporción está asignado a deuda de países desarrollados, desglosada de la siguiente forma: la soberana supone un 38,8%, la corporativa con grado de inversión es un 11,96% y el high yield ocupa el 7,51% restante. En la parte de renta fija emergente, la deuda soberana supone un 2,85% y la corporativa, el 2,27% restante. 

La parte de renta variable equivale a un tercio de la cartera (30,53%), y en ella las acciones europeas (incluyendo a Reino Unido) tienen el protagonismo, con una presencia 17,81%. Le sigue EE.UU., que pesa un 10,52%, y los valores de la región Asia Pacífico, con un 2,2%. Actualmente el equipo tiene una visión negativa sobre la renta variable emergente, que presenta una exposición del -0,65%. Esta exposición se complementa con una participación del 1,89% a REITS. 

La visión también es negativa respecto a las divisas y otros instrumentos monetarios, que restan un -2,26%. Aunque la cartera está denominada en euros, presenta posiciones ligeramente cortas hacia el yen (-1%), el dólar australiano (-0,7%), la libra (-0,2%) y el dólar canadiense (-0,1%). Las otras divisas en las que invierte son la corona danesa (0,6%), el dólar de Hong Kong (0,3%) y el peso mexicano (0,1%). El 7,09% restante de la cartera está en efectivo.