Update del BNY Mellon Global Real Return Fund: rotando a cíclicos para explotar la recuperación

Paul Markham, gestor de Newton IM (parte de BNY Mellon IM).
Paul Markham, gestor de Newton IM (parte de BNY Mellon IM). Foto cedida

El mercado se adentra en un periodo de cambios estructurales, vaticina Paul Markham. Según recalca el gestor de Newton IM (parte de BNY Mellon IM), las nuevas tendencias están empujando a cambios en las políticas monetarias impulsadas por gobiernos y bancos centrales. Lo hemos vivido en 2020. Hay una mayor predisposición a inyectar ayuda monetaria en tiempos de dificultad.

Y esto tiene implicaciones para el inversor. Principalmente, una vuelta de la inflación. Y en consecuencia, unas tires crecientes en la deuda pública. “Algo que ya estamos viendo”, recuerda el gestor. De hecho, prevé que durante un tiempo habrá una división entre los tipos de interés oficiales y los que marca el mercado. Algo que también afecta a las bolsas. “Los valores más sensibles al ciclo tienden a comportarse mejor en este tipo de entornos. Por eso estamos viendo esa rotación sectorial hacia sectores como la banca”, apunta.

Actualización del BNY Mellon Global Real Return Fund

Con este escenario en mente, el BNY Mellon Global Real Return Fund está posicionado para aprovechar la recuperación. Y lo apreciamos en distintos puntos de la cartera. Por ejemplo, las materias primas refugio. El oro ha sido un gran contribuyente de rentabilidad en los últimos 12 meses. Aunque están reduciendo su exposición en el corto plazo, siguen valorado el oro como un activo de refugio

La cartera tiene dos partes: la que busca rentabilidad y la que busca estabilidad. La renta variable ocupa el grueso de la parte que busca rentabilidad y, en este momento, asciende a un 56% de exposición. Esto se equilibra con lo que denominan “capa estabilizadora”, diseñada para reducir el riesgo general de la cartera, amortiguar la volatilidad del fondo y generar una rentabilidad positiva en momentos de tensión de los mercados. Ambas capas son muy flexibles y se adaptan a los movimientos de los mercados. Si hubiéramos visto la cartera de renta variable hace unos meses, el reparto de las acciones de la capa de rentabilidad estaría 60-40, sesgado hacia valores de crecimiento y calidad por encima de valores cíclicos. Ahora, vemos esa rotación que mencionaba antes el gestor. De momento hay un equilibrio 50-50 entre los estilos growth y value. Markham reconoce que la tendencia es reforzarse en zonas más cíclicas. Por ejemplo, han estado añadiendo aerolíneas. Nombres como American Airlines o Ryanair. “Todo esto está explotando la idea de que hay mucho potencial de crecimiento aún”, explica Markham.

Entre otros cambios, están reduciendo la duración de la cartera. A pesar de que el experto no ve riesgo de una explosión como tal en la renta fija. También han cerrado sus cortos en el dólar estadounidense. Ahora están neutrales en la divisa americana. “Es probable que la economía de Estados Unidos se recupere a mayor velocidad que otros países desarrollados. Además, el consenso está fuertemente sesgado hacia su debilitamiento, por lo que hay riesgo de una revalorización en el dólar”.

Flexibilidad para preservar capital

Este fondo con Sello FundsPeople 2021 por su doble calificación Blockbuster y Consistente tiene como objetivo no garantizado de rentabilidad Euribor+4%. Su filosofía es de preservación de capital, pero no estamos ante un fondo puro de liquidez. al contrario, el equipo adopta un enfoque multiactivo global, con un mandato muy flexible y gestión activa.

Esa preservación de capital se logra combinando tácticamente dos motores en la cartera. En el centro estaría su fuente de alpha. Hablamos principalmente de renta variable a largo plazo, pero también se complementa con deuda corporativa o emergentes. Existe, también, un 12% en ideas alternativas que les permite diversificar la exposición a riesgos. Un ejemplo son los fondos cerrados con liquidez diaria que invierten, por ejemplo, en parques eólicos. Esta es una forma de diversificar exposición a dividendos o renta variable. Esto se acompaña de la capa protectora que comentábamos antes, que puede ser más o menos gruesa según lo requiera el mercado. Es la pantalla estabilizadora de la cartera. Gracias a esa combinación el fondo ha generado una rentabilidad a largo plazo similar a la renta variable pero con menores fluctuaciones.