Update del M&G (Lux) Global Floating Rate High Yield Fund: una aproximación más eficiente a los bonos flotantes

Firma: cedida (M&G Investments).

En momentos de alta tensión, pocos activos se libran de la corrección. Pero sí hay activos que resisten mejor que otros. Una comparativa interesante es el mercado de high yield y su homólogo en bonos flotantes (floating rate notes). El índice Global High Yield acumula una caída del 6,25% en lo que va de 2022. En contraste, el índice Global High Yield Floating Rate solo cede un 2,0% en el mismo periodo.

¿Qué explica esta diferencia? James Tomlins, gestor de M&G, identifica tres factores. En primer lugar, que, como es de esperar, los bonos flotantes no han sufrido el impacto de la subida de las tires de principios de año. Al final, la duración media de esta clase de activos es de 0,1. “El efecto de una corrección en el bund alemán ni se percibe en los flotantes”, explica el experto.

Segundo, que los factores técnicos de los flotantes han sido un viento de cola. “Los inversores se han posicionado para un entorno de subidas de tipos. En el conjunto de 2022 hemos visto entradas netas, lo que ha sujetado al mercado”, desgrana el gestor del M&G (Lux) Global Floating Rate High Yield Fund.

El tercer factor que señala el experto es que el movimiento de los diferenciales de crédito ha sido bastante negativo para la deuda de alto rendimiento. "Es un mercado de beta más alto y cualquier movimiento en los diferenciales debería causar una mayor caída en el alto rendimiento convencional, mientras que el mercado de tipos flotantes tiende a ser un mercado de plazos más cortos en lo que respecta a los diferenciales de crédito y, por lo tanto, es menos volátil a la baja", explica.

Una previsión de retorno mejorada tras las caídas

Dicho lo cual, el principal riesgo son los diferenciales de crédito. Si bien los bonos flotantes logran mitigar el riesgo de tipo de interés, no son ajenos a las tensiones en los corporativos. Y precisamente por ello Tomlins está oportunista. En su opinión, el mercado está poniendo en precio una recesión económica derivada de la guerra. Cualquier desenlace mejor puede ser un catalizador positivo.

A los precios actuales se está gestando un punto de entrada muy interesante”, reconoce. Porque para la renta fija, una desaceleración no es lo mismo que una recesión. “Los corporativos pueden aguantar una reducción en el crecimiento del 1 o 2%. No ocurre lo mismo en la renta variable”, explica el gestor. “Mientras haya crecimiento, por muy bajo que sea, el escenario es benigno para el crédito”.  

Y ciertamente ve motivos para pensar que no se llegará al punto de una recesión. Primero, porque la previsión es que los bancos centrales pausen momentáneamente su senda de normalización monetaria. Que estén dispuestos a aguantar unos meses más de inflación alta. Segundo, que también hay expectativas de que los gobiernos lancen paquetes de estímulos fiscales para acolchar los efectos secundarios. Si bien no será a nivel Europa, por lo menos sí país por país.

De hecho han elevado la horquilla de rentabilidad esperada para el M&G (Lux) Global Floating Rate High Yield Fund a un año. Del rango del 2-5% al 3-6%.

Optimizar la exposición a bonos flotantes

Una de las particularidades del M&G (Lux) Global Floating Rate High Yield Fund es su mandato. Este fondo con Rating FundsPeople 2022 tiene total flexibilidad para componer su cartera con posiciones sintéticas. Eso es, recrear el efecto flotante mediante el uso de derivados (swaps de tipos de interés o CDS de índices o acciones).

¿La razón? Hacer más eficiente la gestión. “El objetivo del fondo es crear una cartera con un perfil de retorno riesgo similar a la deuda senior. Recrear la idiosincrasia de un bono flotante permite expandir el universo de inversión y a la vez dotar de mayor liquidez”, explica Tomlins.

Se trata de no cerrarse demasiadas puertas a la vez que se mantiene fiel a la filosofía del fondo. El universo de bonos flotantes ha crecido, pero supone unos 40.000 millones de dólares. Por comparar, el mercado de high yield global es 2 billones de dólares.

M&G (Lux) Global Floating Rate High Yield Fund

Y el equipo gestor hace buen uso de esa capacidad. Como apreciamos en el gráfico anterior, el peso de la cartera histórica ha fluctuado entre activos físicos y exposición sintética. Ahora está en máximos históricos de peso de bonos flotantes tradicionales. Y la previsión del gestor es que posiblemente haya tocado techo. “Si tuviera que añadir ahora probablemente buscaría oportunidades con derivados porque las valoraciones son más atractivas”, explica.