Cree que el BCE debería intensificar su programa de relajación monetaria
Europa tiene más de un 50% de probabilidades de caer en recesión, aunque podría evitarla, mientras en EEUU las papeletas son menores, de en torno al 20% según Robert Wescott, ex asesor de Bill Clinton y consultor externo de Piooner Investments. Para esquivar esa situación en el Viejo Continente, el experto considera que “el Banco Central Europeo podría hacer más de lo que actualmente hace, dadas las cifras económicas y el alto desempleo, ayudando con una política monetaria más relajada tal y como ha hecho la Fed”, con medidas como una mayor rebaja de los tipos de interés o una mayor inyección cuantitativa.
De hecho, cree que su papel es “restaurar las condiciones de normalidad en el mercado”, atajando el nerviosismo y la actuación de los políticos, a veces dominada por el miedo y la presión. “El papel de los bancos centrales es preservar su integridad, facilitando un ambiente de bajos tipos durante un periodo de unos cinco años tras crisis como la vivida”, explica. Como consecuencia, y aunque ahora la inflación en EEUU tras el QE1 y el QE2 se sitúa en línea con los objetivos –la inflación subyacente en torno al 2% y la general en torno al 4%- cree que la subida de precios acabará sorprendiendo en un periodo más largo de tiempo, lo que podría ayudar de forma importante a relajar el problema de deuda, según muestran algunos estudios.
Con respecto al papel de las autoridades en EEUU, Wescott cree que la Fed tiene tres posibilidades: anunciar un QE3, que cree improbable porque es impopular sobre todo para los republicanos; ofrecer algún objetivo inflacionista, o, lo que cree más problable, renovar la llamada “operación Twist”, consistente en vender deuda de corto plazo y comprar deuda a largo para aplanar la curva de rentabilidad y reducir los tipos de largo plazo. Con todo, el experto cree que tendrá un impacto muy limitado porque “el problema no es de tipos de interés, sino de confianza”, en un escenario relativamente sano para el sector corporativo –aunque no para el gobierno- ante el que los mercados sobrerreaccionan. Una confianza puesta en entredicho durante el debate del techo de deuda, que hizo caer sus niveles más que los atentados del 11-S, en la medida en que probó que “un partido como el Tea Party está dispuesto a llevar al país a la suspensión de pagos sólo por mantener sus ideas”, explica Wescott. En definitiva, cree que la Fed tratará de ganar tiempo dando pasos de menor calado que un QE3.
Los beneficios de los eurobonos
Con respecto a los eurobonos como parte de una solución al problema de deuda soberana en Europa, considera que requieren un largo periodo de tiempo para su implementación y que podrían ser positivos para Europa, en la medida en que suponen un paso adelante hacia la integración. Haciendo una analogía con el caso estadounidense, que en siglo XVIII unió toda la deuda de los distintos estados en un acto que supuso la verdadera creación de EEUU, considera que los beneficios son importantes.
Por ejemplo, en la actual situación de mercado dominada por el nerviosismo, los inversores siguen refugiándose en la deuda estadounidense pese a los problemas. “Es una muestra del poder de la liquidez, que es lo que buscan los inversores antes incluso que la seguridad y EEUU puede ofrecerla, mientras el mercado europeo de bonos está fracturado”, explica. De hecho, considera posible que Grecia salga del euro, aunque cree que sería muy doloroso para el país.
Ciclo de deuda y el impacto del petróleo en el crecimiento
Wescott cree que los políticos han de hacer que la economía siga creciendo durante los primeros años tras la crisis, pero luego en los próximos, la prioridad debe ser un recorte del déficit. En este sentido, considera que la reforma de la Constitución en España para limitarlo es la respuesta al problema de deuda centrado en los gobiernos. “Los estudios muestran que se tarda 10 años en entrar en el problema y otros 10 para salir de él”, comenta.
El experto explica que aunque el desapalancamiento y la reducción de deuda es una de las razones de la desaceleración económica actual, no es el factor determinante, que es el encarecimiento del petróleo (una subida de 10 dólares tiene un impacto en el crecimiento de 2011 en la UE del 2%). Además, dice que la reducción de deuda en el sector público y la consolidación fiscal impactan en el crecimiento (en un 0,4%), pero no de todos los países estudiados, pues en algunos casos (11 de 32) el crecimiento se aceleró. Otra de las conclusiones del estudio de Carmen Reinhart, analista del FMI, es que la alta deuda sólo impacta en el crecimiento cuando ésta es mayor al 90% del PIB.