CEO Confidence: El índice de sentimiento que más preocupa en Wall Street en plena temporada de resultados

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sasha-freemind (Unsplash)

La semana pasada comenzó la temporada de resultados en Wall Street. Un total de 335 compañías presentaron sus cuentas correspondientes al tercer trimestre del año y lo hicieron con un ojo puesto en cómo recibieran sus inversores sus cuentas y con el otro pendientes del desenlace (al menos temporal) que tuviera la enésima reunión que mantenían el jueves y viernes EEUU y China para tratar de encontrar una solución al conflicto de la guerra comercial. Esta semana es la semana grande en lo que a resultados se refiere ya que no solo presentan sus cuentas 543 compañías sino que además entre ellas se encuentran algunas de las mayores compañías cotizadas de EEUU como los grandes bancos.

Y en esta ocasión para los inversores será clave analizar si esas cuentas no solo son las descontadas por el mercado si no también la hoja de ruta de las compañías de cara a un futuro que cada vez es más incierto. O al menos, eso es lo que dejaron entrever los CEO en su último conference board, que mide la confianza que los CEO tienen a la hora de generar beneficios en el corto plazo, lo que se interpreta como el sentimiento de los empresarios. La lectura fue nefasta. Tras dos trimestres estando en niveles de 43 puntos (lecturas por debajo de los 50 se consideran negativas) cayó hasta los 34 puntos, lo que es la lectura más baja desde el primer trimestre de 2009, el primero ras la quiebra de Lehman Brothers.

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“La confianza del CEO disminuyó a su nivel más bajo en una década", dijo Lynn Franco, directora sénior de indicadores económicos de The Conference Board. “Los aranceles y los problemas comerciales, junto con las expectativas de moderar el crecimiento global, están causando un mayor grado de incertidumbre. Como resultado, más CEOs que el año pasado dicen que han reducido la inversión”, afirma. No en vano, dos tercios de ellos creen que las condiciones hoy de sus empresas están peor que hace seis meses, el doble de los que así lo aseguraban en el trimestre pasado.

Este sentimiento negativo, unido al hecho de que el mercado se va quedando sin muletas donde seguir sosteniendo su rally es lo que explica que los inversores estén volviéndose a fijar en los resultados empresariales para decidir si mantienen el riesgo en su cartera o lo reducen de cara al último trimestre del año. “La renta variable se ha tambaleado este mes, dado que la debilidad de los datos económicos ha reactivado el miedo a la recesión. Esto se produce después de que el giro acomodaticio de los bancos centrales impulsara una notable expansión de los múltiplos. ¿Y ahora qué? Creemos que la política monetaria no se flexibilizará mucho más en el futuro. Esto conlleva que los beneficios resultarán clave para que la renta variable estadounidense acentúe sus ganancias. La temporada de resultados del tercer trimestre podría ofrecer un apoyo limitado a medida que el contexto macroeconómico empeora. No obstante, creemos que la flexibilización de las condiciones financieras será favorable para el crecimiento y los beneficios a 6-12 meses”, afirman desde BlackRock Global Institute.

Desde Bank of America no son tan optimistas con respecto a los resultados que publiquen las compañías. “Esperamos ver la mayor disminución del beneficio por acción 2015-16. Pronosticamos una caída del 2%. A pesar del ritmo modesto que esperamos, anticipamos una orientación débil de las compañías ya que el consenso del cuaro trimestre de 2020 todavía parece demasiado alto, hay falta de visibilidad y eso crea más incertidumbre en el mercado”, afirman.