Santiago Francisco Rubio de Casas( CaixaBank AM), Jacobo Ortega (Santander AM), Jaime Martínez (BBVA AM), Miguel López (Ibercaja Gestión), Javier Egaña (KutxaBank Gestión), Miguel Castells (Unigest) y Beatriz Gutiérrez (Gescooperativo) creen que es momento de actuar con cautela y buscar la calidad en las inversiones.
¿A qué cambios estratégicos obliga la guerra arancelaria? Los directores de inversión de las gestoras españolas responden

¿Estáis acometiendo ya o vais a acometer algún cambio en vuestras carteras teniendo en cuenta el inicio de la guerra arancelaria? ¿Qué cambios?
El anuncio de los llamados “aranceles recíprocos” que el presidente Trump realizó el día 2 de abril superó las peores estimaciones de los inversores. El incremento de aranceles supondrá, de llevarse a cabo en su plenitud, una subida de impuestos de casi tres puntos para los consumidores y empresas de Estado Unidos, la mayor subida desde la 2ª guerra mundial. El impacto de un choque de esa magnitud sobre el crecimiento de los EE. UU. es difícil de estimar, los modelos estadísticos no pueden reflejar acontecimientos inéditos, pero la probabilidad de entrar en una recesión es superior al 50%. Al mismo tiempo los aranceles pueden incrementar la inflación en Estados Unidos en dos puntos, limitando la capacidad de actuación de la Reserva Federal para mitigar el impacto recesivo.
Lo anterior nos invita a posicionar las carteras para un entorno de recesión, pero hacerlo supondría obviar la imprevisibilidad de la administración Trump, que en cualquier momento nos puede sorprender con un anuncio en sentido contrario.
Tampoco debemos olvidar que la reacción del resto del mundo, los gobiernos de los países afectados intentarán compensar, como ya ha hecho Alemania, el efecto negativo de los aranceles con políticas de estímulo. Existen otros elementos positivos que no debemos olvidar; la reciente caída en el precio del petróleo -gracias a la ruptura de la disciplina del cártel de la OPEC-, muy positiva para Europa, Japón y China y, a medio plazo, pero muy importante, la aceleración en la incorporación de la Inteligencia Artificial gracias al abaratamiento de los modelos algorítmicos que ha supuesto DeepSeek.
La conclusión es que debemos ser cautelosos, pero sin caer en el pesimismo. Los cambios más obvios, y que ya hemos implementado parcialmente, son los relacionados con el final del excepcional periodo de crecimiento relativo de EE. UU. frente al resto del mundo; menos dólares y menos presencia de acciones de ese país en las carteras. El resto queda sujeto a la táctica. No es una posición cómoda, pero es la única posible con Trump al timón.
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Estáis acometiendo ya o vais a acometer algún cambio en vuestras carteras teniendo en cuenta el inicio de la guerra arancelaria? ¿Qué cambios?
Todos los días nos replanteamos las carteras en base al contexto económico y perspectivas para los distintos activos. En general, y con un enfoque de largo plazo, correcciones como las vistas en las últimas semanas suelen ser oportunidades de compra. Dicho esto, no recomendamos movimientos bruscos porque la visibilidad es limitada. Nuestros principales cambios se han centrado en ajustar coberturas y posicionamiento relativo en algunas geografías y sectores.
¿Qué estrategia de inversión defendéis en este contexto en renta variable y renta fija?
Las recientes caídas indiscriminadas proporcionan oportunidades, ya que el mercado no diferencia entre compañías. Es por ello que apostamos por una estrategia basada en la selección bottom up, combinada con foco en sesgos y estilos. Creemos que más que nunca hay que enfocarse en el análisis fundamental y aprovechar para dentro de cada mandato diferenciarse a través de gestión activa.
2/7¿Estáis acometiendo ya o vais a acometer algún cambio en vuestras carteras teniendo en cuenta el inicio de la guerra arancelaria? ¿Qué cambios?
Nuestro proceso de inversión está diseñado para separar el horizonte táctico, de corto y medio plazo, del horizonte estratégico, donde se recogen las perspectivas de largo plazo.
A nivel estratégico, es evidente que se abre un escenario con un potencial impacto duradero en crecimiento e inflación, y por tanto en políticas monetarias y fiscales, como también en los márgenes empresariales y en las expectativas de crecimiento de beneficios de muchos sectores.
Todas estas variables las analizaremos en detalle en las próximas semanas, junto con los cambios en las valoraciones de los diferentes activos, para establecer un nuevo marco de preferencias relativas.
¿Qué estrategia de inversión defendéis en este contexto en renta variable y renta fija?
Las medidas arancelarias anunciadas han sido peores que las esperadas y el daño dependerá del tiempo de su vigencia y de las posibles represalias de otros países. Como amortiguantes tendríamos el sector privado, donde familias y empresas mantienen una estructura bastante saneada, y en Europa los efectos positivos del impulso fiscal.
El impacto en crecimiento es claramente negativo pero su magnitud depende de las incertidumbres antes apuntadas. Por otro lado, la inflación también sufriría presiones al alza, especialmente en EE.UU.
El riesgo de recesión global ha aumentado, al igual que el nivel de incertidumbre. Todo ello se traduce en un posicionamiento táctico más cauto en activos de riesgo, que nos permita navegar de forma más segura el fuerte oleaje de los mercados en los próximos días o semanas.
Cabe recordar además, la importancia de mantener una verdadera diversificación de las carteras, no solo por clase de activo, sino también por horizonte temporal o a través de fuentes de rentabilidad alternativas.
3/7¿Estáis acometiendo ya o vais a acometer algún cambio en vuestras carteras teniendo en cuenta el inicio de la guerra arancelaria? ¿Qué cambios?
La incertidumbre alrededor de la materialización y los impactos finales de las tarifas sigue siendo muy elevada y de momento mantendremos el posicionamiento cauto actual, sin hacer movimientos, a la espera de monitorizar varios factores que serán claves en las próximas semanas:
- Declaraciones más esclarecedoras por parte de la Administración Trump
- Avances positivos en los procesos de negociación de tarifas
- Posibles reacciones de la Reserva Federal
- Mensajes de las compañías en su publicación de resultados del 1T2025
- Monitorización de la posible erosión de las tarifas en la economía real, a través de datos de empleo, confianza del consumidor, confianza empresarial,…
Finalmente hay que señalar que la diversificación geográfica, sectorial y en distintas temáticas ha dado sus frutos en nuestra gestión delegada de carteras. Así la exposición a China, el peso en sanidad, las estrategias de dividendos, infraestructuras y pequeñas compañías, han funcionado muy bien en el trimestre, con fuertes revalorizaciones (como China) o caídas muy ligeras (como sanidad), lo que ha permitido amortiguar las pérdidas.
¿Qué estrategia de inversión defendéis en este contexto en renta variable y renta fija?
Siempre hemos dicho que en momentos de volatilidad e inestabilidad, surgen buenas oportunidades de inversión con visión de largo plazo. A corto plazo tendremos elevada incertidumbre y probablemente mercados cotizando en rangos, pero ante ello pensamos que las carteras diversificadas y una gestión y asesoramiento profesional, son la mejor línea de defensa.
Continuaremos trabajando la duración de la renta fija y podemos incluso aprovechar para aumentar la inversión en renta variable; dejándonos siempre alguna bala en ambos casos, por si los mercados sobrerreaccionan, algo que suele pasar a menudo. La gestión activa de las posiciones toma especial relevancia en estos momentos.
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¿Estáis acometiendo ya o vais a acometer algún cambio en vuestras carteras teniendo en cuenta el inicio de la guerra arancelaria? ¿Qué cambios?
En Kutxabank Gestión ya teníamos un posicionamiento prudente antes del anuncio de los aranceles. Pensábamos que las principales economías estaban cerca del final de ciclo económico y que el riesgo de una corrección ligada a las altas valoraciones de la renta variable americana era elevado. Por ello, durante los últimos meses hemos mantenido duraciones altas en las carteras de renta y reducido la exposición a renta fija high yield.
En renta variable hemos resistido esta corrección gracias a un nivel bajo de inversión y una sobreponderación relativa de Europa frente a EE.UU y, en particular, a los Mag 7. Además de este posicionamiento fundamental, llevamos semanas construyendo una estructura de opciones para contener el peor de los escenarios, que hemos incrementado estos últimos días.
¿Qué estrategia de inversión defendéis en este contexto en renta variable y renta fija?
Continuamos con un posicionamiento prudente. Consideramos que la guerra arancelaria iniciada por Trump no se va a solucionar en el corto plazo y que, por tanto, la volatilidad va a continuar. Será clave identificar la disposición de la administración norteamericana a alcanzar soluciones negociadas sobre la base de aranceles moderados reduciendo la probabilidad de una recesión económica mundial. En todo caso, estaremos atentos a los acontecimientos y a la evolución de los mercados para identificar un nivel atractivo de entrada.
5/7¿Estáis acometiendo ya o vais a acometer algún cambio en vuestras carteras teniendo en cuenta el inicio de la guerra arancelaria? ¿Qué cambios?
Afortunadamente, a mediados del mes de marzo consideramos que los riesgos que planteaba el escenario general superaban los posibles retornos adicionales en la renta variable y el crédito y decidimos reducir nuestra exposición, iniciando coberturas sobre índices y disminuyendo la duración de crédito. Asimismo, aprovechamos el rally de rentabilidades que se produjo en la deuda europea tras el anuncio del paquete de ayuda fiscal en Alemania y la creación de un fondo de 800.000 millones para inversión en defensa, con el objeto de incrementar notablemente la duración de tipos a través de futuros sobre soberanos.
Ambas medidas han permitido rentabilizar muy bien el movimiento de huida hacia la calidad en nuestros fondos de renta fija y multiactivo y corregir notablemente menos que el mercado en nuestros fondos de renta variable. Es difícil hacer previsiones a futuro sobre el posible impacto sobe la economía global de los acontecimientos recientes, ya que, en gran medida, dependerá de la duración de las tarifas anunciadas, las posibles contramedidas y el nivel en el que se asienten. Por ello, creemos que no conviene precipitarse a la hora de incrementar riesgo a pesar de las caídas acumuladas, aunque trataremos de gestionar de forma activa la situación en el corto plazo para poder capturar posibles rebotes, muy habituales cuando la volatilidad se dispara y el sentimiento inversor se va a niveles de extremo pesimismo como el actual.
¿Qué estrategia de inversión defendéis en este contexto en renta variable y renta fija?
Ser prudentes manteniendo un posicionamiento defensivo hasta que se aclare un poco más el escenario.
Por el momento, creemos que la deuda soberana seguirá actuando como refugio, máxime si persiste la percepción de una posible recesión en Estados Unidos y un posicionamiento más dovish por parte de los bancos centrales.
En renta variable preferimos Europa frente a EE.UU. en el corto plazo, defensivos frente a cíclicos y compañías de calidad con especial interés en aquellas que cuidan la retribución al accionista. Aprovecharemos para detectar oportunidades tanto en renta variable como en crédito.
6/7¿Estáis acometiendo ya o vais a acometer algún cambio en vuestras carteras teniendo en cuenta el inicio de la guerra arancelaria? ¿Qué cambios?
En este entorno de mayor incertidumbre creemos que se impone mantener la cautela. Ya desde hace unas semanas habíamos bajado el nivel de riesgo de las carteras y nos mantenemos invertidos en compañías de calidad que aguantarán mejor en caso de un deterioro de la actividad económica.
No obstante, creemos que las caídas han sido muy fuertes y rápidas y, antes de seguir tomando medidas esperamos a ver cómo van desarrollándose los acontecimientos, ya que los próximos meses van a ser de negociaciones y esperamos un escenario de aranceles más contenido.
¿Qué estrategia de inversión defendéis en este contexto en renta variable y renta fija?
Seguimos positivos en renta fija de la zona euro donde esperamos bajadas de tipos de interés adicionales a las ya acontecidas, aunque probablemente a un ritmo algo más reducido de lo esperado hace unos meses. Estas políticas monetarias darían soporte al comportamiento esperado de la renta fija (tanto pública como privada). En deuda pública podemos seguir viendo un aumento de la pendiente de las curvas ya que los tramos más largos estarían presionados por mayores necesidades de financiación de los gobiernos a nivel mundial, mientras que los tramos medios y cortos estarán más soportados, por lo que seguimos manteniendo duraciones cortas.
En cuanto a la renta fija privada, preferimos el crédito con grado de inversión debido a la incertidumbre y riesgos al alza en los mercados y porque cuentan con una relación riesgo/rentabilidad más ajustada. En este sentido, creemos que es muy importante el análisis de los fundamentales de las compañías, manteniendo un sesgo conservador y con foco en los sectores más defensivos.
Las probabilidades de recesión en EE.UU han aumentado con el anuncio de aranceles, por lo que en renta variable somos cautos y centrados en compañías de gran capitalización, calidad, con balances saneados y generación de caja y buscamos valores locales con reducida exposición a los aranceles.
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