A vueltas con la inflación: selectores españoles analizan su incidencia y cómo protegerse de ella

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DonkerDink, Flickr, Creative Commons

“La época del crecimiento no acompañado por aumento de inflación está llegando a su fin”. Así de rotundo se muestra Juan Hernando, responsable de Selección de Fondos de Morabanc Asset Management, sobre uno de los principales temas que marcarán el rumbo de los mercados en 2017, el paso del miedo a la deflación a vislumbrarse reflación.

Varios factores apuntan hacia este viraje: la economía estadounidense en aparente plena expansión, las economías europea y japonesa cogiendo ritmo, unos mejores fundamentales de los países emergentes gracias a una tendencia positiva en los precios de las materias primas, el recorte de producción de la OPEP, el no intento de China de frenar el calentamiento de su mercado inmobiliario o la continuidad en la compra de activos por parte del BCE, el BoJ y el BoE son los principales drivers para un aumento generalizado de los precios. “Es un entorno perfecto para que aumente la presión inflacionista, aunque el mercado infravalora este riesgo y su posible magnitud”, reconoce Hernando.

Si algún aspecto en concreto desvela a los analistas es la derivada norteamericana. “Preocupa en el caso de Estados Unidos las intenciones de incremento de gasto de la nueva administración Trump y de la posible reducción de la mano de obra inmigrante, ya que ambos aspectos podrían contribuir a un incremento significativo de la inflación”, cree Victoria Torre, responsable de Desarrollo de Contenidos, Productos y Servicios de Self Bank.

Según Gonzalo Thomé, analista sénior de Inversis Banco, se esperan unas mayores expectativas de inflación para 2017 en todas las regiones, excepto en algunos países emergentes como Brasil o Rusia, donde se espera que bajen las expectativas de inflación y sus respectivos bancos centrales reduzcan tipos. Por geografías, prevé inflaciones del 2,5% en EE.UU., de entre el 1% y el 1,5% en la zona euro y de hasta el 3% en Reino Unido a final de año.

José María Luna, director de Análisis y Estrategia de Profim (grupo Arquia Banca), se muestra más cauteloso al respecto. “Hablaríamos de una inflación mayor que años atrás durante la crisis, pero aún creemos que será baja”, señala. Aunque los salarios en EE.UU. han repuntado, todavía las subidas no son muy elevadas. Además, tras el rally experimentado por las materias primas entre principios de 2016 y principios de 2017, cuesta ver una subida continuada de las mismas. Y en paralelo hay fuerzas deflacionistas que restan subida de precios, como el gran endeudamiento mundial, el envejecimiento de la población o las innovaciones tecnológicas, resume Luna.

Activos para protegerse de la inflación

Normalmente, los bonos ligados a la inflación protegen la renta fija de subidas de la inflación, pero estos bonos tienen el inconveniente de ser bonos del Tesoro con duraciones largas, superiores a los diez años, que se verían perjudicados por una subida de los tipos de interés. “Aunque se comportarían mejor que los bonos nominales, puede ser que las ganancias de los breakevens no compensen las pérdidas por duración”, advierte Thomé. Para reducir este riesgo de duración, una alternativa es la venta de futuros de bonos del Tesoro americano o el alemán.

En general, defiende Luna, “el mejor activo para invertir sigue siendo la renta variable en general”. Sin embargo, puntualiza, “gangas hay pocas y, encima, la volatilidad está en mínimos”, por lo que recomienda ser muy selectivos y aprovechar las correcciones de bolsa para tomar posiciones. “En momentos de repuntes de la inflación, se han comportado mejor aquellos valores que pueden pasar la inflación a los costes, como materiales, infraestructuras o financieras”, concreta Hernando.

También el oro es considerado por muchos expertos como un activo protector por naturaleza frente a la inflación, así como otras materias primas. Según Torre, el Certificado Quanto sobre la onza de oro Troy (emitido por Société Générale), ETF como el SPDR Gold Trust o el iShares Gold Trust (cotizados en dólares y, por tanto, con riesgo divisa asociado), compañías de materias primas como ArcelorMittal o Acerinox o fondos como el Carmignac Portfolio Commodities son buenas soluciones ad hoc. Junto al oro y las materias primas, el inmobiliario es otro protector natural contra la inflación. “Los REIT -socimi en España- suelen hacerlo bien en repuntes de precios”, según Hernando.

Protegerse de la inflación, pero también aprovecharse a través de fondos

Torre y Thomé coinciden al señalar los fondos Groupama Index Inflation Monde y AXA WF Global Inflation Bond como productos idóneos para protegerse de la inflación y, llegado el caso, aprovecharse de su repunte. Thomé, además, añade a la lista el fondo PIMCO GIS Global Real Return.

Más allá de estos productos específicos, existen fondos globales flexibles de renta fija que gestionan activamente la duración o invierten en bonos ligados a la inflación o en bonos flotantes, como las titulizaciones hipotecarias americanas. Es el caso del Jupiter Dynamic Bond y del PIMCO GIS Income, según Thomé. En esta categoría, Luna añade nombres como Carmignac Securité, Renta 4 Valor Relativo y Fidelity Flexible Bond.