Alemania decide: elecciones, mercados y el desafío del freno de la deuda

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Pedelecs, Wikivoyage and Wikipedia

Las elecciones del 23 de febrero de 2025 llegan en un momento de incertidumbre económica y política para Alemania. Con una contracción del 0,2% en 2024 y previsiones de crecimiento marginal para 2025, el país se enfrenta a un complejo debate sobre el freno de la deuda, una norma que limita su déficit fiscal. Las decisiones del nuevo gobierno influirán en su estabilidad financiera, los mercados y la percepción internacional de la economía alemana.

Las encuestas reflejan una posible fragmentación del voto, lo que dificultaría la formación de una coalición estable. Se espera que la CDU/CSU encabece los resultados, pero la consolidación de AfD y el papel de partidos más pequeños serán determinantes.

Mientras tanto, los mercados financieros reaccionan. El DAX ha alcanzado máximos históricos, impulsado por grandes multinacionales, aunque la incertidumbre fiscal genera volatilidad. La rentabilidad del Bund alemán también se ha visto afectada ante posibles cambios en la política fiscal.

Debate sobre el freno de la deuda

El freno de la deuda ha mantenido el déficit público alemán por debajo del 3% en los últimos años. Sin embargo, el crecimiento débil y el desempleo han reabierto el debate sobre su flexibilización para permitir estímulos fiscales. François Rimeu, estratega sénior de Crédit Mutuel Asset Management, advierte que una reforma requiere una mayoría de dos tercios en el Bundestag, lo que demanda un consenso amplio.

Beth Beckett, economista en Capital Group, subraya que "la restricción fiscal ha limitado el margen del gobierno en un momento en que la inversión es crucial para el crecimiento". Flexibilizarla podría beneficiar sectores clave como la transición energética y la digitalización. Dr. Karsten Junius, economista jefe en J. Safra Sarasin Sustainable AM, añade que "la rigidez del freno ha frenado la modernización de la infraestructura alemana y la automatización industrial", lo que podría afectar la competitividad del país.

Felipe Villarroel, gestor de TwentyFour AM (Boutique de Vontobel AM), destaca que "desde un punto de vista macroeconómico, el acontecimiento más importante tras las elecciones en Alemania estará ligado a si se producen aumentos significativos del déficit presupuestario. Para que esto ocurra, el nuevo gobierno alemán debe ser capaz y estar dispuesto a introducir cambios". Añade que "la forma más clara de hacerlo sería modificando el freno a la deuda, lo que requeriría dos tercios de los votos en el Parlamento. Por lo tanto, es clave que los partidos de extrema izquierda y extrema derecha, que se oponen a dicho cambio, obtengan menos de un tercio del Bundestag".

Panorama político y posibles coaliciones

Las elecciones alemanas presentan un escenario incierto, con una fragmentación del voto que podría dificultar la formación de una coalición estable. Las encuestas sitúan a la CDU/CSU como los partidos más votados (29,8%), seguidos de AfD (21,5%), SPD (16,1%) y los Verdes (13,1%). Otros partidos, como FDP, la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) y Die Linke, rondan el umbral del 5%.

Vincenzo Vedda, CIO en DWS, destaca que "las elecciones definirán la dirección fiscal de Alemania y su percepción de estabilidad en la eurozona". La formación de una coalición dependerá de los partidos que superen el umbral del 5%. Se barajan varios escenarios: una "gran coalición" entre CDU/CSU y SPD, una alianza entre CDU/CSU y los Verdes o incluso una coalición tripartita. Friedrich Merz, líder de la CDU, defiende la estabilidad fiscal, mientras que SPD y los Verdes abogan por flexibilizar el freno de la deuda para fomentar la inversión.

Impacto en los mercados financieros: DAX y Bund

El DAX ha subido un 87% desde los mínimos de 2022, impulsado por grandes multinacionales como SAP, Siemens Energy, Zalando o Rheinmetall. Sin embargo, Beckett advierte que "la incertidumbre política podría afectar la confianza de los inversores si no se garantiza una estabilidad fiscal".

Junius señala que "la fortaleza del DAX no refleja necesariamente una recuperación económica sólida, sino más bien el efecto de tasas de interés más bajas y la resiliencia de las exportadoras". Si el nuevo gobierno no impulsa el consumo interno, el crecimiento bursátil no se traducirá en mejoras económicas reales. Por otro lado, Beth Beckett destaca que, a pesar del contexto macroeconómico adverso, "las expectativas de beneficios por acción en el DAX para 2025 apuntan a un crecimiento del 10,5%, impulsado por la demanda exterior y la debilidad del euro".

Además, las siete principales empresas del DAX han sido responsables del 98% de sus ganancias en 2024.

Villarroel también advierte que "los mercados anticipan una mayor oferta de deuda pública en caso de que el nuevo gobierno flexibilice el freno a la deuda", lo que podría generar "cierta presión sobre los bunds alemanes".