Análisis del Instrumento de Protección de la Transmisión (TPI): la nueva herramienta anti-fragmentación del BCE

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Foto: Zzpza, Flickr, Creative Commons

La última reunión del BCE dio para mucho. Además de para subir 50 puntos básicos los tipos de interés, la autoridad monetaria que preside Christine Lagarde también anunció detalles de su nueva herramienta anti-fragmentación, el Instrumento de Protección de la Transmisión (TPI). Será una novedad al conjunto de herramientas de la entidad, que se podrá activar para contrarrestar dinámicas en los spreads que pongan en peligro la transmisión de la política monetaria en la eurozona. Sobre el papel, se llevarían a cabo compras en el marco del Programa TPI si los mercados se vuelven disfuncionales y los precios se separan de los fundamentales económicos.

Obligaciones para los países emisores

El instrumento estará a disposición de todos los países de la eurozona y podrá activarse a plena discreción del Consejo de Gobierno. Su tamaño será ilimitado. Los bonos soberanos serán elegibles para las compras del TPI, mientras que el sector privado también podría considerarse, si procede. “En el caso de los bonos soberanos, las condiciones para la elegibilidad son estrictas. El país emisor estará obligado a perseguir políticas fiscales y macroeconómicas sostenibles, además de cumplir con el marco fiscal de la UE. El país también estará obligado a cumplir con el Fondo de Recuperación y Resiliencia (FRR)”, explica Didier Borowski, responsable Global de Visión de Mercado en Amundi Institute.

Los vencimientos oscilarán entre 1 y 10 años. “El TPI se activará sobre la base de una evaluación exhaustiva de los indicadores de mercado y de transmisión, una evaluación de los criterios de elegibilidad y juicio de que la activación del TPI es proporcional al logro del objetivo principal del BCE. Las compras se terminarán bien según una mejora duradera de la transmisión o basada en una evaluación de que las tensiones persistentes se deben a los fundamentales del país. La esterilización de las compras no se mencionó, pero no deben tener un impacto persistente en el balance del BCE. El Programa de Transacciones Monetarias (OMT) seguirá estando disponible para los países que lo requieran”, detalla.

Los cuatro criterios para la elegilibilidad

De acuerdo con Karsten Junius, economista jefe de J. Safra Sarasin SAM, la elegibilidad para el TPI dependerá de cuatro criterios:

1.      Cumplimiento del marco fiscal de la UE -en particular, no estar sujeto a un procedimiento de déficit excesivo-.

2.      Ausencia de desequilibrios macroeconómicos graves -es decir, no estar sujeto a un procedimiento de desequilibrio excesivo-.

3.      Sostenibilidad fiscal.

4.      Tener políticas económicas sólidas y sostenibles. “Esto implica que el TPI no es un enfoque incondicional, lo que aumenta sus posibilidades de cumplir con los requisitos legales en la UE. Y, particularmente, con los del Tribunal Constitucional alemán, que limita al Gobierno alemán a asumir compromisos fiscales incondicionales y sin restricciones”, afirma.