J.P.Morgan AM, Pioneer Investments y BNY Mellon IM dan las claves sobre las causas del mal dato del PIB italiano. La mayoría de las entidades siguen fiando los progresos del país a las reformas que emprenda el Gobierno de Matteo Renzi.
El dato preliminar del PIB correspondiente al segundo trimestre publicado por el Instituto Estadístico de Italia (Istat) ha reflejado una caída intertrimestral del 0,2% debido al retroceso de las exportaciones, lo que técnicamente vuelve a situar al país transalpino en situación de recesión. El dato ha sorprendido a la baja, dado que las previsiones del consenso apuntaban hacia un crecimiento del 0,1% en este periodo de tiempo.
Desde J.P.Morgan AM, el experto Andrew D. Goldberg contextualiza las cifras publicadas por el Istat, afirmando que “los datos del PIB no concuerdan totalmente con el índice de gestores de compras (PMI), que ha decaído pero sigue en terreno expansivo, ni con la cifra más reciente de producción industrial (publicada también el 6 de agosto) que registra un aumento del 0,9% en junio con respecto a mayo (desestacionalizado)”. “Aun así, y a pesar del buen dato de junio, la producción industrial se sitúa un 25% por debajo de los niveles de 2007, lo que da una idea de las dificultades a las que se ha enfrentado la economía italiana desde el inicio de la crisis financiera mundial”, señala el experto.
Goldberg recuerda que Italia ha venido beneficiándose de la caída de las primas de riesgo que comenzó en 2012, a raíz de las declaraciones de Mario Draghi en salvaguarda del euro. Esta caída de los diferenciales le ha permitido mejorar su balance de deuda, inspirando a su vez un círculo virtuoso del que también disfruta España, en el que el incremento de la confianza económica atrajo nuevas compras de deuda, reduciendo más los diferenciales.
¿Puede el regreso de Italia a la recesión romper este círculo? “Aunque no pensamos que esta situación vaya a cambiar en la eurozona a corto plazo, la reacción observada tras conocerse el mal dato del PIB italiano —el segundo consecutivo para el país— subraya lo vulnerables que siguen siendo estos países mientras su deuda pública y privada se mantenga en niveles tan elevados y el crecimiento continúe siendo anémico”, explica Goldberg. “El repunte de la prima de riesgo denota que los inversores consideran, con razón, que existe una fuerte relación entre crecimiento y sostenibilidad de la deuda”, concluye al respecto.
Para Goldberg, la clave ahora mismo para salir adelante sigue siendo la capacidad del Ejecutivo de Matteo Renzi para sacar adelante nuevas reformas estructurales. Desde J.P.Morgan AM recuerdan que “los recientes datos económicos contrastan con el indicador de sentimiento económico de la Comisión Europea para Italia, que ha marcado un máximo de tres años, probablemente a consecuencia del optimismo que ha despertado el nuevo primer ministro”.
Actualmente, el gobierno italiano ha concentrado sus esfuerzos en cuatro áreas: recortar el gasto público en 10.000 millones de euros, luchar contra la evasión fiscal, la simplificación de la burocracia gubernamental y reformar el mercado laboral, que desde J.P.Morgan AM consideran como la tarea más importante. “De momento, Renzi ha tenido un éxito limitado”, asevera Goldberg. Sin embargo, mantiene una postura pragmática: “Es posible que el reciente cambio legislativo —que permite aplicar contratos temporales durante un periodo máximo de tres años— haya contribuido a relajar la elevada tasa de desempleo, y la rebaja fiscal —financiada mediante recortes del gasto público— empieza a verse reflejada en los salarios de los trabajadores”, resume.
“En cualquier caso, conviene tener presente que la mayoría de las noticias negativas ya se han descontado”, indica Goldberg: actualmente el índice MSCI Italy cotiza con un descuento del 54% con respecto a su máximo de 2007. El consejo del experto a los inversores es “centrarse en las empresas con sólidas franquicias internacionales y en las exportadoras cuyos negocios no dependan de la economía nacional que puedan beneficiarse de la mejora de las condiciones en Estados Unidos, el Reino Unido y partes de Asia emergente, sobre todo en aquellos mercados que ofrezcan las mayores oportunidades de valor”.
Se veía venir
Pese a la mala reacción de la bolsa y la deuda italiana ante la mala noticia que ha supuesto el dato de actividad económica, las gestoras consideran que la cifra no es tan sorprendente. “La diferencia con las estimaciones del consenso es más pequeña de lo que parece. En realidad, las últimas previsiones estaban empeorando casi día a día tanto para factores domésticos (escepticismo renovado sobre las recientes alzas fiscales al consumo) y globales (muchos datos económicos fueron más débiles de lo esperado, también en Alemania)”, explican desde Pioneer Investments.
“La economía italiana siempre se ha movido lenta, incluso en los mejores tiempos, por lo que hay muchos aspectos que se han de reformar”, añaden los expertos de la firma. Ponen como ejemplo el mercado laboral del país: “Hay algunas propuestas del lado gubernamental, pero es probable que otros jugadores del mercado cambien el entorno y la mayoría son del sector privado. Los acuerdos de perfil alto forzarán recortes en los salarios si quieren evitar el cierre de plantas. Esto probablemente deprimirá a los consumidores, pero también mejorará la competitividad”. Esto lleva a concluir a los analistas de Pioneer que “en esencia, las mayores presiones para efectuar reformar vendrán del exterior”. “Por supuesto, otros países de la periferia han estado bajo tales presiones, pero Italia ha usado más a menudo la persuasión externa para hacer cosas que de otra forma no habrían sido aprobadas fácilmente”, añaden.
También coincide en la percepción de que este tropiezo era predecible Marco Palacino, director general de BNY Mellon IM en Italia: “La recesión de Italia no es una sorpresa, es el resultado de una tendencia negativa continua cuyas raíces están la crisis económica que empezó en 2007-2008”. Palacino indica que los sucesivos gobiernos italianos han implementado pocas reformas políticas y juzga que “los pocos meses de actividad del nuevo ejecutivo no son suficientes para revertir esta situación perjudicial”.
No obstante, matiza que “los problemas que afectaban a la economía en los últimos años están aún ahí, aunque bien es cierto que el impacto es ahora menor”. “La deuda nacional aún es alta; la inversión en infraestructuras e I+D sigue siendo muy baja comparada con la de otros países europeos. Además del alto nivel de desempleo es, al mismo tiempo, causa y efecto de una crisis continua”, explica por un lado. Por otro, el representante de BNY Mellon IM argumenta que “Italia aún tiene muchas fortalezas que pueden ser atractivas para inversores internacionales. La marca 'Made in Italy' es reconocida a nivel mundial y el crecimiento de una nueva clase de consumidores en diferentes países emergentes puede ofrecer oportunidades increíbles a compañías italianas que se internacionalizan cada vez más.”