La banca privada española se ha adaptado sin problemas a MiFID II, pero no sin esfuerzos. La nueva regulación ha traído consigo una reordenación del negocio, nuevos servicios y transparencia en costes. “Llevamos tiempo trabajando en adaptarnos porque hubiera llegado o no la norma, nuestro sector tenía que posicionarse en ese lado: en el de la transparencia, la gestión del conflicto de intereses, el cobro a los clientes por los servicios que recibe de forma transparente y con comisiones explícitas”, explica Adela Martín, directora de Banca Privada de Santander, en el marco del Think Tank BNY Mellon, iniciativa producida por Funds People en asociación con BNY Mellon Investment Management y pensada para los profesionales del sector.
Este es un artículo exclusivo para los usuarios registrados de FundsPeople. Si ya estás registrado, accede desde el botón Login. Si aún no tienes cuenta, te invitamos a registrarte y disfrutar de todo el universo que ofrece FundsPeople.