Bankinter focaliza la parte de renta fija de sus carteras en monetarios y retorno absoluto

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El equipo de análisis de Bankinter, responsable de confeccionar las carteras modelo del grupo, cree que ahora, todavía más que antes, “el objetivo es preservar patrimonio”.

La entidad contextualiza como el comienzo de año ha sido convulso, cargado de turbulencias y volatilidad, emitiendo señales confusas que han generado de erraticidad en un mercado bajista. “A las viejas preocupaciones (abaratamiento e inestabilidad del crudo y China desacelerando más rápido de lo esperado) se han sumado dos nuevos factores que preocupan, siendo fuente de mayor incertidumbre”, añaden los analistas.

En este sentido, señalan como primer factor que “las medidas de los bancos centrales muestran agotamiento para influir sobre la economía dejando de ser una red de seguridad, que antes sí existía”. Como muestra de ello, ejemplifican, la última intervención de Yellen, así como el efímero impacto logrado por los bancos centrales de Suecia y Japón tras reducir tipos de interés.

Por otro lado, destacan como los continuos y pronunciados retrocesos del mercado han acabado afectando al ciclo. “Por improbable que parecía, está sucediendo, como refleja el deterioro de los indicadores macroeconómicos”, apuntan.

En este contexto, particularmente complicado según la entidad, no identifican catalizadores que favorezcan un rebote de manera sostenida. De ahí que hayan decidido reducir su exposición a renta variable en 10 puntos porcentuales de manera lineal en todas las carteras.

Así, el peso de bolsa pasa de un 15%/25% al 5%/15% en los perfiles defensivos y conservadores, al 30% en el moderado, y al 24%/60% en el dinámico/agresivo. Dentro de estos rangos, concretan, se fija el nivel de exposición para perfiles defensivos/conservadores en 10% (frente al 20% previo) y para los dinámicos/agresivos en 60% (frente al 70% anterior).Tal y como especifican, ”estos niveles permitirían aprovechar los posibles rebotes por lo que mantenemos fondos de renta variable europea, americana y de Japón (este último sólo en los perfiles con mayor riesgo)”.

Por su parte, la parte de renta fija la focalizan en fondos monetarios, de retorno absoluto o similares. En definitiva, “fondos que buscan retornos positivos de manera consistente, descorrelación con mercado y volatilidad controlada”.

Aunque sus carteras ya tenían un sesgo bastante defensivo desde verano, de manera directa o indirecta mediante este tipo de activos, después del buen funcionamiento han aumentado más el peso de este tipo de fondos flexibles, además de los productos de renta fija pública europea.

Otro posicionamiento claro de su cartera es mantenerse fuera de los emergentes y de España por la incertidumbre política.