Christophe Girondel (Nordea AM): “La industria debe preparar su gama de fondos para adaptarse al nuevo entorno de tipos de interés”

Christophe Girondel. Foto cedida (Nordea AM).

Han sido dos años complicados para la industria de fondos, especialmente a nivel de captaciones por parte de las gestoras internacionales. Y Christophe Girondel, responsable de Distribución Institucional y Wholesale de Nordea Asset Management, tiene muy claro los factores que están influyendo en las dinámicas del sector.

El punto de partida es el hecho de que los tipos de interés estén en niveles altos tras años en negativo ha cambiado por completo el terreno. “Esto significa que productos que durante varios ejercicios habían perdido sentido ahora han vuelto al ruedo, como los fondos de vencimiento objetivo o estructurados de deuda”, comenta Girondel. Y esto tiene una segunda derivada para los creadores de productos. “Porque son estrategias que para la distribuidora es más eficiente crear internamente que seleccionar un producto de una entidad tercera”, reconoce Girondel.

De hecho, el año pasado las distribuidoras apenas querían hablar seriamente de propuestas que no fueran soluciones de liquidez. “Pero es que, ¿para qué? Si su propio cliente ve que no tiene que asumir riesgo de crédito para lograr un 3-3,5% de rentabilidad”, subraya. Ahora que los tipos de interés parecen haber tocado techo el directivo reconoce que las conversaciones sobre estrategias más largoplacistas comienzan a reactivarse, pero aún no se está traduciendo en grandes movimientos de flujos a fondos.

Falta de claridad

Un segundo elemento que influye en el apetito inversor es el contexto macroeconómico en el que nos encontramos. Actualmente hay dos corrientes entre los inversores. Están los que ven complicado un aterrizaje suave de la economía y temen una recesión. Estos están posicionados a la defensiva. Luego están los que incluso ven posible un “no aterrizaje”, es decir, que la economía global no llegue a desacelerar tanto. Estos tienen unas carteras más agresivas, con más exposición al crédito y al growth.

El problema que genera esta falta de claridad, explica Girondel, es que dificulta tener una alta convicción, lo que se termina traduciendo enuna falta de movimiento en la asignación de activos. En cualquiera de las direcciones. “Lo interesante es que vemos a los dos tipos de inversores fluctuar entre un campo y otro”, añade.

Adaptar la gama a un nuevo entorno de tipos

Para las firmas internacionales en nuestro país esto implica luchar por una parte más pequeña del pastel. Es, como lo define el directivo, un toque de atención para el sector; que los buenos tiempos están detrás. Y es que nos encontramos en un punto de inflexión para las gestoras. La hoja de ruta de la última década ya no tiene sentido en un contexto económico completamente distinto al que dejamos atrás.

La industria debe preparar su gama de fondos para adaptarse al nuevo entorno de tipos de interés más altos”, advierte Girondel. “Si las tires están al 3% necesitas ofrecer un fondo con un objetivo de rentabilidad del 7-8%”. Lo sabe bien Nordea AM. La gestora nórdica se hizo un hueco como actor relevante de la industria en España gracias al éxito de varios de sus fondos diseñados para que el cliente conservador pudiera capear el entorno de tipos bajos sin renunciar a su perfil de riesgo. Pero, ahora que los tipos han subido, les ha tocado vivir la otra cara de la moneda, con salidas importantes de patrimonio de algunos de sus buques insignia. Y NAM no está sola en esto, ya que la dinámica del mercado ha afectado a toda la industria de gestión de activos, dando lugar a desafíos como las salidas de capital.

Por eso Nordea está trabajando para adaptar su oferta a este nuevo contexto de tipos más altos. Por ejemplo, en el corto plazo tienen previsto lanzar un fondo multiactivo con un objetivo mayor de rentabilidad o un fondo de bonos globales que aprovecha su experiencia en covered bonds para crear una cartera con objetivo de rentabilidad de liquidez más un 5%. La empresa está comenzando a vislumbrar indicios de recuperación, como lo demuestra la reciente obtención de mandatos institucionales en Japón y EEUU, especialmente en el ámbito climático. “Echando la vista atrás es cierto que podríamos haber sido más rápidos en lanzar este tipo de productos, pero en esta industria es difícil acertar con los tiempos”, reconoce.

Otra de las áreas donde están reflexionando es la ASG.  “No vamos a cambiar nuestro ADN. Sigue siendo la inversión sostenible”, remarca Girondel, pero sí reconoce que las estrategias sostenibles que mejor funcionaron comercialmente en el pasado no necesariamente serán las que lo harán en este nuevo entorno. El ejemplo perfecto lo ve con su gama STARS. Estos fondos de renta variable con enfoque sostenible funcionaron muy bien como bloque de construcción en carteras perfiladas ASG. Pero ahora que las distribuidoras no están tan centradas en la venta de perfilados, el directivo ve más apetito por estrategias más específicas, como fondos de impacto.