Además de los condicionantes mencionados, en Ibercaja detallan otros factores a tener en cuenta a la hora de seleccionar instrumentos a corto plazo como son aquellos referidos a lo que su jefa de Inversiones de Banca Privada, Raquel Bláquez, llama la carcasa de un fondo de inversión. “Miramos lo que tiene debajo en el fondo, pues muchas veces los instrumentos a corto plazo son emisiones que no tienen calificación crediticia, por lo que hay que monitorizar muy bien el riesgo de crédito de ese emisor”. Asimismo, analiza el tamaño de las emisiones a incorporar, “pues es importante que las emisiones a invertir tengan tamaño suficiente, ya que, en general, los fondos monetarios tienen mucho volumen de activos bajo gestión”, advierte.
En cuanto a ventajas, Blázquez señala tres: menor volatilidad, posibilidad de reinvertir y rentabilizar la liquidez. Menor volatilidad “al ser menos sensible a las decisiones de subida de tipos, lo que para el inversor se traduce en más estabilidad”, afirma.
Como es obvio, al invertir a corto plazo, vence antes la inversión, lo que abre la posibilidad de reinvertir, de cambiar de estrategia, de “resetear la inversión” a tramos más largos o invertir incluso en otro tipo de activos, como podría ser la renta variable.
Por último, la renta fija a corto plazo aporta “cuasi liquidez” o, dicho de otro modo, “es una forma de rentabilizar la liquidez”, aclara Blázquez.
2/4