Desde el producto al cliente: la industria de fondos cambia el foco de su evolución

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Vic_206, Flickr Creative Commons

Para muchos, la industria de fondos de inversión está viviendo una verdadera revolución. Marc Saluzzi, presidente de la asociación luxemburguesa ALFI, prefiere hablar de “un periodo acelerado de evolución”, con aspectos cambiantes (derivados de “la ofensiva regulatoria” que la industria aún digiere desde 2008) y otros que se mantienen. Saluzzi (en la foto) no cree que la batalla aún esté ganada ni que se haya recuperado totalmente la confianza y señala retos como la agenda regulatoria o la volatilidad de los mercados, pero cree que el sector está ahora más preparado, según explicó en una conferencia organizada por ALFI en Luxemburgo.

Uno de los mensajes más claros de las jornadas fue la evolución de la industria de fondos, inmersa en un estado constante de innovación. Innovación que constituye una de las cinco prioridades de ALFI (“estimular la innovación para dar respuesta a los inversores con soluciones de inversión a largo plazo”, según Saluzzi) y que los expertos dejan de definir cada vez más como la creación de nuevos productos para centrar el concepto más bien en la revisión de los ya existentes y la certeza de que se está dando respuesta a las necesidades del cliente.

”La innovación no significa crear nuevos productos sino ofrecer nuevas soluciones”, comentó en las jornadas de ALFI Ines De Dinechin, consejera delegada de Lyxor Asset Management en París, convencida de la necesidad de buscar nuevos caminos para ofrecer rentabilidad a los clientes en un mundo complejo. Para la experta, “ya no nos encontramos en una industria de productos sino en una industria de asesoramiento en la que las gestoras necesitarán crear rentabilidad para sus clientes pero también explicarla”, decía. 

Un cambio de foco, desde el producto hacia el cliente, que obliga a reducir el número de fondos. La experta considera que una de las tendencias principales de futuro es la racionalización. “Eso no significa una manera más simple de obtener rentabilidad sino de simplificar la forma en que los inversores digieren los productos, es decir, hacer que los que se mantengan sean sencillos de utilizar”. Considera que hay productos complejos que aportan mucho valor y advierte de no confundir la complejidad en la cocina de la gestión con la complejidad para el inversor.

De cara al futuro, y en esa reestructuración de las gamas de fondos, De Dinechin cree que se producirá una convergencia entre el mundo de fondos tradicionales y el de los hedge funds, con fondos que aportan distintos niveles de rentabilidad y entre los que el inversor tendrá que elegir. Por un lado, permanecerán aquellos productos que ofrecen una rentabilidad ligada a la beta, al mercado, y por otro, los que ofrecen un alto nivel de alfa, mucho más difícil de crear. Para la experta, los fondos que se sitúen en el medio, que ofrezcan un nivel medio de alfa, “no existirán en el futuro”.

En este sentido también coincidía Gavin Rankin, responsable de cuentas gestionadas de Citi Private Banking para la región EMEA. En un nuevo entorno de distribución en el que otros países ya están siguiendo los pasos para implementar normas similares a la RDR británica, cree que la prohibición de las retrocesiones llevará al surgimiento de un asesor “más neutral en términos de producto y conflicto de interés” y que se decantará por vehículos que generen fuerte alfa. “Los productos con escasas desviaciones de los índices lo tendrán muy difícil”, afirmó.

La gran amenaza

Esa innovación que afronta la industria de la gestión y que tiene o debería tener al cliente, más que al producto, en su centro neurálgico, está condicionada y en ocasiones dirigida por la evolución regulatoria.

En ALFI vislumbran el impuesto a las transacciones financieras, que avanza en 11 países europeoscomo gran amenaza pues “significará la muerte de la industria europea de fondos”. ALFI dice que la tasa será pagada por los ahorradores y no por las instituciones financieras, y denuncia que afectará a una industria que no ha causado la crisis y a productos que no tienen nada de especulativos como los monetarios. ”Entre 2007 y 2011 la cuota de mercado europea cayó desde el 35% al 31% en volumen, y esta tenencia negativa sólo será alimentada por dicho impuesto”, decía Saluzzi.  De Dinechin considera que la medida conlleva costes y menor rentabilidad para el inversor.

Entre las prioridades de ALFI para este año, destaca “la defensa de marca UCITS contra los efectos secundarios de la regulación, garantizando la protección al inversor”, además del desarrollo de otras marcas europeas como la AIMF, dice Saluzzi. Tilman Lueder, responsable de la unidad de gestión de activos de la Comisión Europea, defendió la estabilidad de la marca desde su creación en el año 1985. “Las reformas no se producen porque UCITS no cumpla con sus objetivos, sino que son más de naturaleza técnica. No pretendemos hacer una interpretación revolucionaria de la marca”, aseguró.