Klaus Kaldemorgen y Christoph Schmidt: (DWS Concept Kaldemorgen): “La mayoría de los segmentos de la renta fija siguen siendo poco atractivos”

Klaus Kaldemorgen y Christoph Schmidt
Fotos: cedidas por DWS.

El año 2022 se estudiará en los libros de Historia del mercado de capitales. No es solo que esté siendo un mal año para, en general, todo tipo de inversiones; es que incluso se están poniendo en entredicho clásicas doctrinas de inversión. “Por primera vez en 50 años, lo que se considera tradicional correlación negativa a largo plazo entre inversiones sin riesgo (deuda pública) y renta variable -si subía lo primero, bajaba lo segundo y viceversa- se cuestiona”, destacan Klaus Kaldemorgen y Christoph Schmidt, cogestores del DWS Concept Kaldemorgen, fondo mixto con Rating FundsPeople en 2022.

Por el lado de la renta fija, en estos primeros meses de 2022, el comportamiento de los mercados ha sido dramático: la deuda pública europea ha perdido cerca de un 12%, lo mismo que los bonos corporativos con grado de inversión. Mientras, el high yield ha perdido, en promedio, en torno al 15%. En renta variable, los valores value volvieron a estar en el punto de mira de los inversores, en tanto que los valores growth sufrieron una importante corrección. El índice MSCI World, por ejemplo, cayó alrededor de un 20% (en dólares).

De cara al futuro, Kaldemorgen y Schmidt ven probable que las elevadas presiones inflacionistas sigan siendo un problema estructural. “De hecho, es probable que la desaceleración de la globalización y los costes de la lucha contra el cambio climático contribuyan a ello; al igual que el aumento del gasto en defensa militar y la pérdida de energía barata procedente de Rusia. El llamado dividendo de la paz, del que se ha beneficiado durante mucho tiempo Europa, y Alemania en particular, podría desaparecer”, advierten.

En unas circunstancias claramente adversas, la rentabilidad el fondo está mostrando una gran fortaleza. “Teniendo en cuenta que los índices de renta variable y de renta fija han registrado pérdidas de dos dígitos desde enero, y de cara a la competencia, no estamos del todo insatisfechos con el rendimiento. De hecho, estamos más de nueve puntos porcentuales mejor que otros players del sector”, subrayan.

Apuestas ganadoras

El año pasado se dieron cuenta de que la inflación aumentaría considerablemente y que esto, a su vez, provocaría una subida de los tipos de interés. En consecuencia, apostaron por la subida de los tipos de interés y la caída de los precios de los bonos. Como resultado, han logrado una contribución a la rentabilidad de alrededor del 2% de los componentes de bonos del fondo (32,4% de los activos). También tienen una contribución positiva de sus inversiones en oro, que actualmente representan alrededor del 8-9% de la cartera.

Por último, la fuerte apreciación del dólar frente al euro fue un factor importante. “Pudimos evitar fuertes pérdidas en renta variable porque hemos sido defensivos en la cartera desde el comienzo de la guerra en Ucrania. Nos hemos alejado de los temas de crecimiento, como la tecnología. Ahora, nos hemos decantado por temas defensivos, como las telecomunicaciones y los productos farmacéuticos”, revelan.

La renta fija sigue siendo poco atractiva

Para Kaldemorgen y Schmidt, en un entorno aún de inflación, la mayoría de los segmentos de la renta fija siguen siendo poco atractivos. “Por un lado, los bonos gubernamentales a largo plazo, especialmente los denominados en euros, siguen siendo arriesgados y han perdido su función de refugio en una cartera multiactivo. No sucede lo mismo con la deuda pública estadounidense, que parece anticiparse a la subida esperada de los rendimientos”, explican.

En cuanto a los bonos corporativos, el momento lo encuentran complicado: “no parece que los niveles de rendimiento sean lo suficientemente elevados como para compensar adecuadamente a los inversores por el aumento significativo del riesgo de impago, que puede materializarse especialmente en una recesión más fuerte o prolongada”, alertan.

A su entender, la renta variable puede, de cara a futuro, podría contribuir de forma significativa. Sin embargo, debe asignarse con flexibilidad y adaptarse a la situación del mercado. “En este caso, la atención se centra en los valores defensivos con una atractiva rentabilidad por dividendo, por ejemplo, los sectores farmacéutico y telecomunicaciones”, insisten.

La nueva estructura del equipo

A nivel interno, uno de los últimos cambios que se ha producido en el equipo ha sido la incorporación de una estructura de co-liderazgo en el equipo del DWS Concept Kaldemorgen para ofrecer estabilidad, experiencia y larga trayectoria manteniendo así su estrategia y filosofía de inversión.

Christoph Schmidt es ahora cogestor del fondo junto a Kaldemorgen. Gestionarán la cartera en estrecha colaboración con los otros dos gestores: Henning Potstada y Thomas Graby, con un enfoque de equipo como hasta ahora.