El BCE advierte de que los tipos seguirán subiendo: primeras reacciones de las gestoras internacionales

Siguiendo la tónica de su homólogo estadounidense, el Banco Central Europeo cumplió con las expectativas del mercado y rebajó el ritmo de subidas de tipos a 50 puntos básicos. Pero ese fue el único caramelo de la cita de diciembre. El tono fijado por Christine Lagarde fue indudablemente hawkish. La presidenta del BCE lanzó un claro mensaje este jueves: los tipos en Europa aún van a subir más. La lucha contra la inflación no ha terminado. También anunció que iniciará su programa de endurecimiento cuantitativo a principios de marzo de 2023.

Según sus propias proyecciones actualizadas, el BCE prevé que la tasa de inflación descienda muy lentamente. Que incluso en 2025 seguirá estando por encima del objetivo del 2%. Concretamente, espera una tasa media de la inflación subyacente en la euro zona del 4,2% en 2023, del 2,8% en 2024  y del 2,4% en 2025.

Un tipo terminal más alto

Y Frederik Ducrozet, director análisis macroeconómico de Pictet WM, destaca un importante comentario de Lagarde: el índice de precios armonizados de diciembre puede ser menor, pero enero-febrero son meses en los que gran parte de los mayores costes de la energía se pueden hacer notar en los precios. “Dado que las previsiones se basan siempre en las expectativas del mercado (y no en las expectativas del propio BCE) respecto a nuevas subidas de los tipos de interés, esto no significa otra cosa que el BCE debe convencer aún más a los mercados de su determinación”, interpreta Martin Moryson, economista jefe de Europa de DWS.

Como bien señala Azad Zangana, estratega y economista senior de Europa de Schroders, los mercados monetarios habían estimado que el tipo de interés máximo del BCE se situaría entre el 2,75% y el 3% a principios del próximo año. "Sin embargo, la señal del BCE parece sugerir que el tipo terminal podría ahora tener que ser más alto, dado el empeoramiento de las perspectivas de inflación", afirma. ¿Y por qué no subir los tipos directamente otros 75 puntos básicos? Para el equipo de Renta Fija Pública de M&G se trataba de controlar la curva y eliminar la obsesión del mercado con el giro o no de los bancos centrales.

Importantes correcciones en la bolsa

Por ello, de nuevo vemos una reacción muy negativa en las principales bolsas. Tanto los índices europeos como los estadounidenses cerraron con caídas del 2,5-3% en la sesión. Está pesando en los activos de riesgo un tono pesimista de ambas reuniones de los bancos centrales.

Y como bien señala Nicolas Forest, director global de Renta Fija de Candriam, todas estas medidas también ejercerán presión sobre los mercados de renta fija. En efecto, así lo hemos visto en el primer movimiento de la deuda. El cambio de tono de las previsiones provocó una fuerte subida de los rendimientos en todas las curvas de la UEM y los diferenciales de la periferia se ampliaron bastante (unos 10 puntos básicos).

"Dicho esto, la parte corta de la curva no está valorando un escenario mucho más restrictivo que el de finales de octubre. Los rendimientos alemanes a largo plazo están unos 30 puntos básicos por debajo del reciente máximo relativo", remarca Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management.

El mercado ha reequilibrado sus expectativas. "Está valorando actualmente un tipo terminal en torno al 3,25%, lo que no parece irrazonable tras el discurso de halcones de hoy. Nuestra convicción sigue siendo baja en cuanto al ritmo y el alcance de las subidas de tipos del BCE, dadas las grandes incertidumbres en torno a la dinámica de la inflación", comenta Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO.

Preocupa una espiral de inflación

La clave que resalta Silvia Dall’Angelo, economista senior en Federated Hermes Limited: el BCE espera seguir endureciendo los tipos a un ritmo constante hasta niveles suficientemente restrictivos. “La presidenta Lagarde llegó a decir que el BCE necesita hacer más de lo que los mercados financieros están valorando actualmente (antes de la reunión, los mercados de tipos a corto plazo preveían un tipo máximo por debajo del 3% en 2023). Sugirió que ritmo constante significa una serie de subidas de tipos de 50 puntos básicos”, subraya.

El tono fue tan hawkish que la flexibilidad que aún otorgan la dependencia de los datos y el enfoque de reunión por reunión pasaron a un segundo plano. Para la experta, el BCE está claramente preocupado por la posibilidad de que la elevada inflación se consolide a través de los efectos secundarios, y la reciente evolución de los salarios probablemente sea una señal de alarma para el organismo presidido por Lagarde.

Palomas vestidas de halcón

Y es que mientras los mercados comenzaban a descontar una inflación más calmada, el mensaje del BCE es que aún queda lucha por delante. Lagarde subrayó en repetidas ocasiones que las presiones inflacionistas siguen siendo demasiado elevada. ¿Por qué? “Porque el principal factor detrás del ligero descenso de la inflación de la eurozona en noviembre no fue un debilitamiento de las presiones inflacionistas, sino un gran efecto base, como lo hemos mostrado recientemente en un estudio”, explica Pablo Duarte, analista del Instituto de investigación Flossbach von Storch.

Sin embargo, ese mensaje restrictivo no lo compran todas las gestoras. “Vemos al Consejo de Gobierno como palomas vestidas de halcones”, afirma Anna Stupnytska, macroeconomista global de Fidelity International. La experta cree que a partir de ahora el BCE dependa de los datos. Si el crecimiento a corto plazo sorprende al alza, en parte gracias a un invierno más cálido a principios de 2023, ve probable que el BCE siga endureciendo su política monetaria, con dos subidas más de 25 puntos básicos en el primer semestre, y que el ciclo finalice con un tipo terminal del 2,5%, por debajo del precio de mercado. “Creemos que se trata de una postura suficientemente restrictiva para reducir la inflación y evitar al mismo tiempo una profunda recesión”, defiende.

“En 2023, el BCE jugará una partida peligrosa. La recesión se avecina y habrá que vigilar la fuerte reducción de la liquidez en los primeros meses de 2023”, vaticina Forest.