El complicado camino por delante de la política monetaria global

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Fuente: Cedida.

Durante gran parte de este año el consenso del mercado ha intentado predecir el pico de la inflación y, con ello, el pico del endurecimiento monetario.  Mes a mes la sensación transmitida por los profesionales es que estábamos en el principio del fin. Pero reunión a reunión los banqueros centrales han reiterado el mensaje de que a la política monetaria restrictiva aún le queda camino por delante. Y es precisamente en este punto donde nos seguimos encontrando a escasos días antes de las citas de verano de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo.

El mes pasado la Fed dejó intactos los tipos de interés, pero esa pausa vino con la advertencia de que era eso, una pausa; no un punto final. Así, casas como PIMCO cree que aún queda ajuste por delante. En opinión de Nicola Mai, analista de crédito soberano de la gestora, los recortes de tipos llegarán con cautela y serán inferiores a lo que tiene puesto en precio el mercado para 2024. De hecho, Mai no cree se produzcan hasta el primer semestre del año que viene en el caso de la Fed y hasta el segundo semestre del año que viene en el caso del BCE.

“Un descenso bastante lento de la inflación sugiere también que la política monetaria deberá seguir siendo restrictiva durante algún tiempo”, añade Mai. El analista de PIMCO reconoce que es probable que se produzca una cierta desaceleración de la inflación debido a la normalización de las condiciones de oferta y a una cierta ralentización de la economía. “Pero necesitamos ver un debilitamiento más claro del mercado laboral para que la inflación vuelva a situarse en el objetivo”, matiza. Por eso, el escenario central de PIMCO es una leve recesión en EE.UU. a finales de año y una desaceleración significativa en la zona euro, lo que debería acercar la inflación al objetivo, aunque no alcanzarlo, a finales de 2024.

El riesgo de un error monetario

Pero también hay argumentos de peso que inclinan la balanza hacia el otro lado. “Existe ahora un riesgo importante de que estos bancos centrales endurezcan demasiado su política en su intento de controlar la inflación y contribuyan a una recesión económica mundial, además de una recesión de los mercados financieros”, defiende por su parte Arif Husain, jefe de renta fija internacional de T. Rowe Price.

En opinión del gestor del Dynamic Global Bond Strategy, fondo con Rating FundsPeople, el BCE el ejemplo reciente más evidente de una postura extremadamente dura de un banco central importante. En su reunión de junio, el BCE subió los tipos 25 puntos básicos y su presidenta, Christine Lagarde, afirmó que cabe esperar otra subida en julio. “Y es más, sorprendió a los mercados al elevar su previsión de inflación para 2025: las expectativas de consenso apuntaban a unas menores perspectivas de inflación, por lo que la revisión al alza supuso una señal muy dura”, subraya Husain.

Esta revisión le hace pensar que el BCE podría incluso volver a subir los tipos en su próxima reunión de septiembre. “No obstante, al igual que la mayoría de los bancos centrales, el BCE no tiene un sólido historial de acierto al predecir la inflación, por lo que existe hay muchas posibilidades de que la inflación sea inferior a la prevista, lo que resultaría en un endurecimiento excesivo de la política monetaria”, advierte.

En similar punto se encuentran en Estados Unidos. La Fed señaló que tendrá en cuenta los efectos acumulativos del endurecimiento de la política monetaria al determinar cuánto más subirá los tipos, por lo que es probable que se tome más tiempo entre una subida y otra. Pero, ¿será suficiente para evitar una recesión? “La persistencia de la inflación subyacente de EE. UU. y el interés de la Fed por volver a situar la inflación en su objetivo del 2% podrían llevar fácilmente a la institución a subir excesivamente los tipos y a tardar en rebajarlos cuando la economía entre en recesión”, teme Husain.

China necesita hacer más

Pero un error en la política monetaria se puede cometer en dos direcciones. La Fed y el BCE no son los únicos bancos centrales que tienen que tomar decisiones importantes. También se espera un golpe en la mesa del Banco Popular de China. “En lugar de subir demasiado los tipos, puede que China no los esté rebajando con la suficiente contundencia para apoyar su crecimiento económico”, comenta el gestor de T. Rowe Price.

En junio, el Banco Popular de China bajó el tipo de interés de los préstamos a medio plazo a un año en apenas 10 puntos básicos, su primera rebaja desde agosto de 2022. “Aunque siguió aplicando rebajas menores en los tipos de préstamos preferentes a uno y cinco años, la economía de China se tambalea claramente tambaleándose tras un impulso posterior a la política de cero covid y podría tener dificultades para alcanzar incluso el objetivo relativamente modesto de crecimiento anual del 5% establecido por el gobierno para 2023”, analiza Husain.