“Sólo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo”. Esta frase de Warren Buffett es una de las favoritas de Fabrizio Quirighetti, economista jefe y director de macroeconomía global y estrategias de renta fija en SYZ AM (OYSTER). Quirighetti también se encarga de la gestión de un fondo para la casa, el OYSTER Absolute Return, y aplica en él esta filosofía, que explica a continuación a través de su propia visión sobre la economía europea (poco halagüeña, desafortunadamente), aprovechando una visita reciente a Madrid.
“Empezamos el año algo más negativos que otros”, comienza a narrar Quirighetti. “Fundamentalmente, ya hace unos meses que era visible el argumento de que se estaba incrementando la divergencia de rentabilidad entre la renta fija de Estados Unidos y la de Reino Unido frente a la de Alemania, Suiza o Japón”, continúa.
Japón es un país que va a aparecer de forma recurrente a lo largo de la conversación. “La rentabilidad del papel nipón cotiza a un nivel muy bajo, nuestra visión es que Suiza y Alemania están siguiendo el escenario japonés”, indica de hecho el experto, que a continuación comparte el resultado de un cálculo que han realizado en la firma: al comparar la evolución de la rentabilidad de los bonos a diez años respecto al crecimiento nominal de los últimos cinco años de una serie de países, si los tipos son superiores al crecimiento entonces se pueden generar retornos mejores en renta fija que si se está invertido en la economía. Pero lo que descubrieron en OYSTER es que la evolución de los tipos está muy cerca del crecimiento nominal salvo en Alemania y parte de la UE. “Esperamos que el crecimiento real se acelere un poco, sobre todo en Estados Unidos, pero se necesitan más signos de inflación”, explica Quirighetti, que concluye este apartado con una predicción: “En el futuro, el crecimiento real será más bajo que en el pasado”.
Para el responsable de OYSTER, uno de los grandes problemas es que vivimos en un mundo de altísimo endeudamiento. “No se trata tanto de la deuda per se sino por su relación con el PIB”, reflexiona. Contrapone dos recetas conocidas para atajar este problema: en Estados Unidos se ha incrementando exponencialmente el efectivo para crecer más de lo que se debe; en Europa se ha elegido el camino de la austeridad, sacrificando crecimiento para poder pagar deudas. Quirighetti incide en la cuestión deflacionaria: “No se puede decidir qué nivel de inflación se quiere, eso es un juego peligroso que sólo castiga a los ahorradores al darles rendimientos más bajos que el crecimiento”. El experto se muestra muy crítico en este punto, señalando que la situación económica está provocando que cada vez haya más diferencias entre clases.
Rumbo hacia la japonización
En particular, el economista tiene muy claro hacia dónde se dirige Europa: “Europa se está japonizando. Si sufre un shock externo, ¿cómo puede reaccionar el banco central? Le quedan pocas herramientas por usar”, advierte. El experto añade lo siguiente: “Si la gente mira la evolución de la renta fija japonesa en los últimos 15 años, verá lo que está sucediendo en la UE, es su reflejo”.
Para el economista jefe ni siquiera la agresiva ronda de estímulos aprobada por el BCE entre junio y septiembre van a reanimar la economía de la eurozona: “Sospecho que el QE tendrá 0 consecuencias sobre la economía. No creo que cambie gran cosa ni que los bancos vayan a prestar más dinero, al menos hasta que se publique la AQR. El banco central le está diciendo a los bancos que permitan a la gente asumir más riesgo, al mismo tiempo que les exigen tener menos riesgo en sus balances”.
A continuación, introduce un matiz: “El impacto del BCE se está notando claramente sobre la renta fija, pero no sólo en la europea”. Se refiere por ejemplo al incremento de emisiones denominadas en euros de compañías americanas (Coca-Cola, IBM, Procter & Gamble) que prefieren financiarse en Europa ante la perspectiva de que los tipos sigan bajos durante mucho tiempo. “Como gestor, busco rentabilidad pero sin asumir mucho riesgo. Como los tipos están tan bajos en Europa, me he visto forzado a salir fuera. Todo el mundo hace lo mismo, tienen que invertir en otras partes y cubrir la divisa”, denuncia Quirighetti.
El economista jefe se despide con un consejo de inversión: “La clave está en no seguir el índice. En un mundo de tipos 0, conseguir un 2% no está tan mal y obliga a tomar algo de riesgo. Por ello, el retorno absoluto presenta más ventajas porque permite una diversificación de activos que permiten lograr un objetivo con menor volatilidad”. En realidad los consejos son dos, puesto que recomienda “pasar de renta fija a algo un poco más diversificado, pero con las mismas ideas de menos volatilidad y preservar la seguridad. Es la hora de pasarse a estrategias unconstrained”.