El Nuevo Frente Popular gana la segunda vuelta de las elecciones legislativas pero sin obtener la mayoría absoluta en el Parlamento. Se abre una fase de negociaciones para formar gobierno. Las gestoras ven un posible aumento de los diferenciales soberanos y volatilidad en la renta variable.
El Nuevo Frente Popular (NFP) ha ganado sorprendentemente la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia, haciéndose con 182 escaños del total de 577 de la Asamblea Nacional. Le siguió el Ensemble del presidente Emmanuel Macron, con 168 diputados, mientras que, en contra de lo esperado, el derechista Rassemblement National (RN) de Marine Le Pen, vencedor en la primera vuelta, cayó al tercer puesto con 143 escaños. Pero el resultado de los sondeos no da la mayoría al país, cuando para gobernar en solitario un partido habría tenido que reunir 289 escaños. Se abre así un periodo de negociaciones en el que los partidos intentarán forjar alianzas para formar una coalición de gobierno. Mientras tanto, Macron ha pedido al primer ministro dimisionario Gabriel Attal, miembro del propio partido de Macron ahora sin mayoría, que permanezca en el cargo a la espera de un nuevo gobierno.
Riesgo de bloqueo político
Según los expertos de las gestoras, el inicio de una fase de incertidumbre por un parlamento dividido podría tener un impacto en los activos franceses. Prevén un aumento de los diferenciales entre los bonos soberanos de Francia y el bund alemán, y volatilidad en la renta variable. Con un Parlamento dividido, la hipótesis de Frédéric Leroux, miembro del Comité de Inversiones Estratégicas de Carmignac, es la de mayorías que se formarían en función de las medidas a votar, en un entorno en el que las cuestiones de consenso serán especialmente raras, provocando un estancamiento que impida cualquier iniciativa legislativa de envergadura. "Francia gestionará así su día a día, hasta la próxima disolución (dentro de más de un año) o la dimisión del Presidente de la República, en un contexto de mayor deterioro de las cuentas públicas", analiza Leroux. Zehrid Osmani, responsable de Global Long-Term Unconstrained Equities y gestor senior de carteras en Martin Currie (parte de Franklin Templeton), coincide en que "esta asamblea dividida podría conducir a la apatía política en el peor de los casos, o ciertamente ralentizar la toma de decisiones políticas".
Posible ampliación de los diferenciales soberanos
Por esta razón, según Leroux, es difícil imaginar que el crédito soberano francés no se desvíe del alemán. “El diferencial entre ambos, que actualmente oscila entre 70 y 75 puntos básicos, se ampliará progresivamente, aumentando el coste de la deuda francesa", advierte. A Guillermo Felices, estratega global de inversiones de PGIM Fixed Income, tampoco le sorprendería un aumento de la volatilidad de la deuda pública francesa. "Las OAT francesas tienen un 60% de capital extranjero. Son sensibles a los flujos extranjeros, por lo que no nos sorprendería cierta volatilidad. La hoja de ruta debería ser una compra a la baja", afirma el experto.
Por lo demás, Osmani espera que los diferenciales franceses vuelvan a estrecharse gradualmente a medida que se despeje el entorno de mercado y se nombre un primer ministro, "lo que podría llevar unas semanas, hasta que se alcance un acuerdo entre las partes", señala. Según Giorgio Broggi, analista cuantitativo de Moneyfarm, aunque serán necesarios grandes esfuerzos políticos para crear una coalición que funcione, el resultado de las elecciones abre un escenario globalmente positivo para los mercados: "De hecho, se ha evitado una mayoría populista, que podría haber provocado choques fiscales y volatilidad", afirma.
Nuevo gobierno: tres escenarios posibles
Para Jamie Ross, gestor de carteras de Janus Henderson, la clave está en la dirección política de la coalición de gobierno que resulte de la contienda entre las fuerzas políticas. A grandes rasgos, según Ross, hay tres resultados potenciales, con diferentes impactos en los mercados. "El primero es una especie de coalición amplia liderada por el centro, con la participación de representantes de la izquierda y la derecha. Esto se consideraría un resultado favorable para los mercados", explica el experto. La segunda posibilidad es una coalición formada por el Nuevo Frente Popular. Esto sería considerado un resultado menos favorable por los mercados, pero el equilibrio de poder dentro del Nuevo Frente Popular sería un factor crucial", afirma. Por último, si las luchas políticas llegaran a un punto muerto total, el resultado probable sería algún tipo de gobierno tecnocrático. Este sería un resultado que los mercados acogerían con satisfacción", señala.
El problema de la deuda pública
Francia tiene una ratio deuda/PIB superior al 100%, por lo que cualquier aumento del gasto público sería objeto de especial atención por parte de los participantes en el mercado. "Cuanto más se incline la coalición hacia la izquierda, más preocupará al mercado una posible marcha atrás en la reforma de las pensiones, una congelación de precios, un aumento de los salarios estatales y un deterioro de las relaciones con la UE", advierten desde Janus Henderson.
La cuestión de la anulación de la reforma de las pensiones, reclamada tanto por el CCN como por RN, preocupa también a Vincent Chaigneau, responsable de estudios de Generali Investments: "Si se atreven a hacerlo, sería una muy mala señal para los mercados", afirma. "La extrema izquierda y la extrema derecha se han frenado, pero los resultados electorales no favorecen la estabilidad política ni un programa de reformas prometedor", advierte Chaigneau.
Por eso, según PGIM Fixed Income, el próximo obstáculo son las negociaciones sobre cómo reducir el déficit fiscal. Filippo Diodovich, estratega senior de mercados de IG Italia, coincide: "Con un déficit público superior al 5% del PIB el año pasado y con la apertura del procedimiento de déficit excesivo contra Francia por parte de Bruselas, el resultado electoral del bloque de izquierdas podría suscitar algunos temores", afirma Diodovich, aunque según el experto estos temores no se verán necesariamente seguidos de efectos, ya que la mayoría presidencial no se ha derrumbado y se sitúa en segundo lugar.
Impacto en el mercado bursátil
La noticia de la disolución de la Asamblea Nacional francesa tras el resultado de las elecciones europeas había provocado una caída uniforme de todos los valores franceses, mostrando una reducción indiscriminada de la asignación a Francia. Ahora que parece haberse evitado el peor escenario posible de una mayoría en el Parlamento para los partidos populistas de izquierda y derecha, podría presentarse un punto de entrada interesante para la renta variable francesa. Esto también se debe a que menos del 20% de los beneficios del CAC40 se generan en Francia, por lo que el principal índice de renta variable francesa tiene poca correlación con la evolución de la economía nacional. "Las mejores empresas exportadoras deberían llevar a una sobreponderación del mercado de renta variable francés, que sufrirá una falta de dinamismo interno clara y duradera", explican desde Carmignac.
Temores ante las elecciones presidenciales
En cualquier caso, el fantasma de las elecciones presidenciales francesas de 2027 se acerca y es cada vez más incisivo. "Representa el riesgo clave en el que deberían centrarse los inversores, en caso de que la coalición centrista francesa no cuente con un líder carismático que tome el relevo del presidente Macron, que llegará al final de su segundo y último mandato como presidente", concluye Osmani.