El sentimiento del mercado ya no es extremadamente bajista, pero aún no es alcista, según la encuesta de septiembre de BofA a gestores de fondos mundiales. Un renovado apetito por el riesgo respalda la asignación a la renta variable mundial, que se encuentra en máximos de 17 meses. Pero la liquidez en las carteras aumentó ligeramente hasta el 4,9% el mes pasado, lo que indica que el sentimiento de los inversores aún no es alcista.
En apoyo de este panorama más halagüeño está la expectativa de un aterrizaje suave por parte de la Reserva Federal (tres de cada cuatro gestores de activos prevén este resultado como el más probable para la economía mundial) y la creencia de que el ciclo de subidas de tipos del banco central estadounidense ha terminado. Esta es la opinión del 60% de los encuestados, frente al 9% de la encuesta de julio. Para el 74% de los encuestados, el primer recorte de tipos de la Fed se espera entre abril y diciembre de 2024 (el 38% lo ve en la segunda mitad del año, el 36% en el segundo trimestre).
En contraste con estas expectativas de relajación de la política monetaria, la elevada inflación que mantendría a los bancos centrales en modo halcón se considera el principal riesgo en la coyuntura actual (40%).
Las expectativas de crecimiento global de los directivos siguen siendo pesimistas, ya que el 53% de los encuestados espera que la economía se debilite en los próximos 12 meses (frente al 45% en agosto). Pero la desconexión entre las expectativas de crecimiento de la economía y las del S&P 500 sugiere que el optimismo por la renta variable está impulsado por la expectativa de recortes de tipos.
Huida de los mercados emergentes hacia la renta variable americana
El aumento sin precedentes de la asignación a la renta variable estadounidense se corresponde con un descenso de la renta variable de los mercados emergentes. La caída en picado de las expectativas de crecimiento en China, en mínimos históricos, lastró al sector emergente. Del 78% de encuestados que esperaban una economía más fuerte en febrero de 2023 al 0% en la encuesta de hoy. Esta cifra es incluso inferior a la de la encuesta de septiembre de 2022, justo antes de la reapertura tras el Covid.
En línea con el escepticismo sobre el Dragón asiático, sólo el 12% de los encuestados espera un "bazooka" fiscal. Además, los inversores ven en el sector inmobiliario chino la primera fuente del próximo evento crediticio mundial.
Las operaciones más activas en septiembre son: largo en grandes tecnológicas estadounidenses (55%), cortos en renta variable china (21%) y largos en renta variable japonesa (8%). Además, el 77% de los gestores cree que los beneficios de alta calidad superarán a los de baja calidad (la cifra más alta desde octubre de 2022).
Además de la renta variable estadounidense, la rotación en las carteras de los inversores va en la dirección de los industriales, los REIT y las acciones. Los mercados emergentes, las telecomunicaciones, la tecnología, la renta fija y el Reino Unido son las clases de activos con mayores reducciones de exposición.
En términos absolutos, en septiembre las carteras estaban sobreponderadas en asistencia sanitaria, efectivo, bienes de consumo básico y tecnología. Se infraponderaron la renta variable británica, los servicios públicos, el sector inmobiliario y la renta variable de la zona euro.