¿Estamos a las puertas de una estanflación o el mercado exagera?

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Firma: Markus Winkler (Unsplash)

En los últimos años se ha pasado de temer por una deflación generalizada a hablar de reflación y, más recientemente, de estanflación. Desde FundsPeople ya  analizamos qué es la estanflación en una reciente entrada del Glosario. Ahora lo que tratamos es analizar si ese miedo a que se produzca una inflación alta con un estancamiento del crecimiento es un miedo que tiene fundamento o "una exageración", como afirmaba recientemente Joachim Fels, asesor de PIMCO.

De momento, atendiendo a la actual situación de la economía y a las previsiones que manejan los expertos, parece más lo segundo que lo primero. Y eso a pesar de que la narrativa sobre estanflación está en niveles máximos, tal como muestra Amundi. Esta gestora duda de que estemos en un periodo de estanflación al menos de momento pero sí defiende que "los Bancos Centrales se enfrentarán al dilema de cuándo y con qué rapidez activar/desactivar el botón de acomodación en un mundo de inflación más alta/permanente y crecimiento más lento (una senda de estanflación)".

El crecimiento seguirá acompañando

Una de las causas que alegan los expertos para minimizar ese riesgo de estanflación es que la ralentización del crecimiento que sí se está viendo en los últimos meses obedece más a un evento puntual que a un cambio de tendencia.

"Los avances en la vacunación nos acercan a una mayor normalización de la actividad. En nuestra opinión, éste es el futuro que los mercados deberían estar descontando. Nuestras perspectivas de sólido crecimiento no coinciden con la idea generalizada de que la estanflación está por llegar", afirma Álvaro Cabeza, country head de UBS AM Iberia.

“El elemento "estan" del término estanflación resulta inapropiado en el contexto actual. No obstante, eso no significa que no existan motivos para la inquietud en relación con la actividad económica", explica Olivier de Berranger, director de gestión de activos en La Financière de l'Echiquier (LFDE). Quizá el primer punto en esa lista de inquietudes sea cómo se desarrolla el atasco que hay ahora en la cadena de suministros. Y el segundo, el impacto que pueda tener una inflación menos transitoria de lo esperado en ese crecimiento mundial. Aun así, este experto defiende que "se trata esencialmente de temores relativos a una ralentización del ritmo de expansión, no de previsiones de estancamiento del crecimiento". De hecho, las previsiones del FMI manejan un crecimiento del 5,9% a nivel global para 2021 y algo menos del 4,9% para 2022, lo que indica un crecimiento no un estancamiento. Y desde Amundi pronostican que el crecimiento esperado, aunque haya caído en los últimos meses, seguirá, al menos en 2022, por encima de la media de los niveles precrisis en gran parte de los países.

¿Hasta cuando durará la inflación transitoria?

Con respecto a la crisis de suministros parece que a ésta aún le quedan unos cuantos meses de vida ya que la mayoría no cree que se solucione hasta mediados de 2022, si es que no hay nuevos sustos sobre el COVID que acaben impactando otra vez en la oferta y demanda.

En cuanto a la inflación, hay más dudas sobre cuando veremos el pico y menos sobre que sigue siendo algo transitorio, aunque no tanto como se esperaba en un principio.

"Los precios han aumentado en todo el mundo, las materias primas han repuntado de forma notable y la inflación estadounidense ha registrado un máximo de 13 años. Se trata de la primera vez desde la década de los años 70 en que una perturbación de la oferta ha sido la causa principal", explican desde BlackRock. Sin embargo, defienden que no existe riesgo de que se produzca una estanflación similar a la de los años 70. "La actividad económica está aumentando con vigor y cuenta con recorrido para seguir haciéndolo", afirman y de ahí que mantengan su predisposición a activos de riesgo.

Berranger también defiende que no hay que comparar este repunte de la inflación con el que se vio en los 70 ya que obedece más a un problema de oferta y demanda que a algo estructural. Aun así, avisa que hay que ocuparse de la inflación ya que incluso aunque se solucionara ese ajuste entre la oferta y la demanda, hay otro componente inflacionista que empieza a presentar alguna alerta. "El incremento de los salarios ante la escasez de personal podría desencadenar un círculo vicioso en los precios y los sueldos que haría que la inflación se mantuviera en un nivel relativamente elevado", afirma.

Cómo impactaría en el mercado

Aun así, y aunque sean más los que niegan la estanflación que los que la apoyan, Sean Markowicz, responsable de estrategia, estudios y análisis de Schroders, ha recordado en un análisis qué tipo de activos suelen comportarse bien en periodos estanflacionistas (si es que existe esta palabra). "Durante los periodos de estanflación, el oro (+22,1%), las materias primas (+15,0%) y los fondos de inversión inmobiliaria (REITs) (+6,5%) han sido los que mejor se han comportado. En cambio, la renta variable ha tendido a sufrir (-1,5%)", afirma el experto. Un resultado al que ha llegado después de hallar la media de rentabilidad total real (ajustada a la inflación) de las principales clases de activos desde 1973.