Bonos AT1: qué son y qué características tienen

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LendingMemo, Flickr, Creative Commons

Los bonos AT1 son un tipo de deuda subordinada, también llamados CoCOS, que en los últimos días están copando muchos titulares a raíz de la compra de Credit Suisse por parte de UBS. En esta entrada del Glosario explicamos qué son y sus principales características.

¿Qué son?

Son un tipo de deuda financiera los instrumentos de menor seniority que un banco puede emitir. No tienen vencimiento (son perpetuos con opciones de reembolso anticipado) y están diseñados para absorber las pérdidas sin afectar el curso de las operaciones de la entidad. En caso de que la posición de solvencia se deteriore, se cancela los cupones o se convierte temporal o permanente del principal en capital o acciones del banco.

Este mecanismo se activa cuando la ratio de capital CET1 del banco emisor cae por debajo de un umbral o trigger (normalmente entre 5,125-7% dependiendo de cada regulador nacional). Alcanzado este nivel, los bonos se convierten en acciones del banco o se amortizan por completo según las condiciones de cada de tipo de papel o emisión.

¿Cuándo se regularon?

Tras la crisis de 2008, los reguladores realizaron ajustes que restringieron tanto el apalancamiento como la utilización del capital de las instituciones financieras. Los bancos centrales obligaron entonces a las entidades bancarias a mantener unos rigurosos niveles de capitalización. El objetivo era garantizar el correcto funcionamiento de su actividad en cualquier tipo de escenario, especialmente en tiempos de crisis. Por ello, con el fin de que la entidades bancarias consiguieran liquidez, emerge la deuda subordinada financiera.

Se calcula que el mercado de bonos AT1 es de cerca de 275.000 millones de dólares donde los emisores europeos representan más del 80% del mercado total. Además, casi todos ellos son bancos o  compañías de seguros.

¿Qué riesgos presentan?

Al tratarse de un tipo de renta fija, los AT1 presentan los mismos riesgos que cualquier emisión de renta fija. Esto es, el riesgo de tipo de interés y el riesgo emisor. Sin embargo, uno de los principales riesgos de estas emisiones es el riesgo de no reembolso. Si bien esta deuda subordinada ofrece mayor rentabilidad, esta se logra a cambio de perder capacidad de cobro en caso de extinción y posterior liquidación de la entidad, ya que está subordinado el pago en orden de prelación en relación con los acreedores ordinarios.

Otro de los factores que debemos tener en cuenta es que este tipo de instrumentos cuentan con una estructura perpetua, pero con la posibilidad de ejercer un vencimiento anticipado. La normativa es suficientemente clara para entender que el riesgo de extensión influye en las decisiones de inversión de la clase de activo. A la hora de invertir en un AT1, es importante tener en cuenta este riesgo. Por lo tanto, es necesario considerar tanto el rendimiento potencial de la opción de compra cuando sea posible, como el impacto de una ampliación en el precio del bono.

¿Qué ha pasado con los bonos de Credit Suisse?

Si hoy estamos comentando las características de este tipo de deuda es porque, aunque en teoría los AT1 están por encima de las acciones en el nivel de liquidación, la FINMA, el regulador financiero suizo ha invertido el orden de los instrumentos en la escala de prelación crediticia. Se ve en el siguiente gráfico que circula ya por redes sociales.

Así, optaron por valorar a cero los 17.000 millones de dólares de bonos AT1 de Credit Suisse, lo que ha provocado fuertes ventas en este mercado. La decisión de la FINMA ha obtenido una clara crítica por parte de otros reguladores europeos. "La autoridad bancaria europea (EBA) y la Junta Única de Resolución (JUR) han asegurado que el orden de prelación seguirá intacto en Europa y que los accionistas son los primeros en absorber pérdidas, y solo después de su pleno uso se deberá ir contra los bonos convertibles contingentes", explica Gonzalo Ramírez, director de renta fija de Tressis, en una nota mandada a los inversores.

"En nuestra opinión, ante esta resolución va a haber una montaña de demandas por parte de los tenedores de CoCos AT1, ya que se está saltando el orden de prelación al pagar 3.000 millones de francos suizos por el equity e intentar no pagar nada por los AT1", afirman en Welcome AM. Y añaden que "en este sentido, ya han salido miembros del BCE y del Banco de Inglaterra a señalar que en la Unión Europea y el Reino Unido el orden de prelación es claro, y que el primero en absorber las pérdidas debe ser el equity, y luego por orden AT1s, T2s".

Sin embargo, detrás de esa decisión del regulador suizo está el hecho de que al hablar de Credit Suisse no puede hablarse de quiebra sino de una compra, lo que puede complicar que las demandas, si al final acaban por producirse, lleguen a buen puerto.

Si quieres profundizar en el tema, te recomendamos leerte el módulo de formación de FundsPeople Learning: Deuda subordinada financiera. Claves para entender esta clase de activo, en colaboración con Tikehau Capital.