Tapering: qué es y por qué el mercado lo teme tanto

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Shoaib SR, Unsplash

Si tuviéramos que elegir un término que definiera este comienzo de año en los mercados, este sería indudablemente inflación. El debate sobre una subida repentina de esta está marcando el ritmo de los mercados. Relacionado con inflación, también hemos oído hablar y, en las últimas semanas cada vez más, de reflation trade. Pero como estamos en la época de lo vintage otro término que se ha vuelto a poner de moda es el taper tantrum o más conocido como tapering.¿Qué es el tapering?, ¿qué posibilidades hay de que vuelva a producirse?

Tapering

El término se acuñó en 2013. Y literalmente lo que venía a definir es la reacción de los mercados a la reducción de las políticas expansivas llevadas a cabo por la Fed. Reacción a modo de rabieta. Lo explicamos.  Nos ponemos en contexto, en aquella época estábamos saliendo de la recesión provocada por la gran crisis financiera de 2008. Para conseguir la recuperación, la Fed había llevado a cabo una política de flexibilización cuantitativa que consistía en la compra de bonos con el objetivo de aumentar la oferta monetaria. 

A pesar de que en la actualidad la política expansiva está a la orden del día, se refiere a un instrumento no convencional llevado a cabo por los bancos centrales con el objetivo de aumentar la oferta de dinero. Una política diseñada para circunstancias excepcionales y para un periodo corto de tiempo.

La Fed lo que pretendía, y consiguió, es que aumentara la liquidez en el sector financiero, el más castigado durante la crisis, para así mantener la estabilidad del sistema y promover el crecimiento económico. Es todo cuestión de movimiento: la estabilización del sector financiero fomenta la concesión de préstamos y aterriza a la economía real donde los consumidores pueden gastar y las empresas invertir con el objetivo de que la economía fluya.

Pero la flexibilización cuantitativa provocó que la Fed se convirtiera en uno de los mayores compradores de bonos del mundo. El anuncio de la retirada progresiva de la institución como player dominante, denominado tapering en inglés, provocó en el mercado nerviosismo.

Filosofía el tapering

Los mercados siempre están atentos a los mensajes que lanzan los bancos centrales. Su forma de comunicar es muy importante. Cuando se están llevando a cabo políticas extraordinarias, como fue el caso en la gran crisis de 2008 y ahora con la crisis del COVID, si se realiza un cambio brusco de dichas políticas puede conducir a nerviosismo en los mercados ante la amenaza de caer en una nueva recesión. No obstante, las políticas acomodaticias no pueden durar eternamente ya que si no reduce sus actividades, podría producirse un aumento indeseado de la inflación.

Ser transparente y claro con los inversores respecto a las futuras políticas ayuda a establecer las expectativas del mercado. Los bancos centrales reducen la incertidumbre del mercado al definir su enfoque de la reducción gradual y al especificar en qué condiciones continuará o se interrumpirá dicha reducción. En este sentido, se habla por adelantado de cualquier reducción prevista, lo que permite al mercado empezar a hacer ajustes antes de que la actividad tenga lugar realmente.

Hasta aquí la teoría. ¿Qué ocurrió en 2013?

Volvamos al quid de la cuestión. Por aquel entonces las palabras del presidente de la Fed, Ben Bernanke, sobre una reducción en las políticas acomodaticias provocó que los inversores en bonos respondieran de inmediato a la perspectiva de una futura caída de los precios de estos vendiéndolos, lo que deprimió el precio de los bonos.

Por supuesto, la caída de los precios de los bonos siempre significa mayores rendimientos, por lo que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense se dispararon.  Provocó pánico colectivo o lo que vino a definirse como taper tantrum (rabieta de los mercados ante la reducción de las políticas acomodaticias). La fuerte subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense se propagó por las demás clases de activo, creando un efecto dominó. Afectó a la renta variable y a las materias primas (dos mercados muy respaldados en 2021), y amplió los diferenciales de crédito y elevó el dólar. Un informe reciente de ING nos muestra el comportamiento que tuvieron los mercados en el siguiente gráfico.

¿Estaba justificado entonces el tapering?

La principal preocupación detrás de la rabieta de los mercados provino de los temores de que estos se derrumbaran como resultado del cese de la QE. Al final, el pánico no estaba justificado, ya que el mercado continuó recuperándose después de que comenzó el programa de tapering.

¿Está justificado ahora el tapering?

Hay tambores de taper tantrum en 2021. Si bien el aumento de la inflación está descontado por el mercado, lo que no lo estaría sería un aumento repentino que provoque movimientos por parte de la Fed a modo de subida de tipos y activación del tapering. Sin embargo, el aumento en las rentabilidades de los bonos de EE.UU. están haciendo sonar las alarmas. ¿Hay motivos?

Por lo pronto no. Según explican en un informe reciente de ING “la Fed no contempla ningún cambio inminente en su política hasta que se produzcan nuevos progresos sustanciales hacia los objetivos de máximo empleo y estabilidad de precios”. Según el banco este progreso sustancial se dará cuando “tengamos una visión clara de que se está alcanzando la inmunidad de rebaño, que se está produciendo una reapertura y que las presiones sobre los precios se están haciendo evidentes”. Y todavía no estamos en ese escenario.

Rentabilidad real de los bonos

Entonces, ¿qué preocupa al mercado de bonos en EE.UU. que está provocando aumentos de sus rentabilidades?. Parece que la cuestión radica en la rentabilidad real de los bonos. Según explica el informe de ING, lo que le preocupa no es que la Fed compre menos bonos, sino que vaya más allá y suba tipos. “El problema para los inversores en bonos es la erosión del valor real de los futuros pagos de cupones y capital que implica la inflación”.

¿Tapering? su resultado no tiene que ser taper tantrum

Desde ING explican que un tapering no tiene por qué dar lugar a una pataleta exagerada si se considera que la Fed está actuando para reducir el riesgo de inflación. Desde BofA Global Research apuntan a que “si se lleva a cabo un análisis de los precios, volatilidades y diferenciales de los distintos activos, los mercados aún no están preocupados por el giro de la Reserva Federal hacia la inflación, sino que están comprando la caída fundamental y posicionándose para un crecimiento fuerte y duradero en el futuro”.