ETF: la evolución de excluyente a complementario
Responsables de selección de fondos y especialistas de producto enfocados a clientes de banca privada cuentan el uso que hacen de los ETF y analizan la evolución que están experimentados en el marco del XXVIII Think Tank BNY Mellon.
Desde Bankinter Gestión, Vicente López explica que utilizan la gestión activa, la pasiva, y según que contextos los ETF “porque consideramos que, en un momento determinado, puede ser el vehículo más sencillo, rápido, útil y eficiente para hacer lo que queremos hacer”. Los considera como un complemento a usar “en sitios donde no llegamos, tipos de estrategia en los que no tenemos el expertise para implementarla”. Dicho esto, también destaca que en 2020 los resultados de la gestión activa han sido superiores. ¿El motivo? “Porque estamos hablando de gestores que se pueden anticipar y se adaptan a situaciones diferentes”.
Hace hincapié en la evolución que están experimentando. Explica, por ejemplo, que en el universo de los temáticos hay proveedores que están haciendo sus propios índices, que ya no son los clásicos de toda la vida, y a los cuales se indexan introduciendo un elemento pseudoactivo dentro de la gestión pasiva”. También ha evolucionado su volumen, que ha crecido en los últimos tiempos: “Creo que llegará un momento en el que se nivelará el volumen de la gestión activa y pasiva”.
José María Martínez-Sanjuan, responsable global de Selección de Fondos en Santander Wealth Management, coincide en destacar la complementariedad de ambos tipos de gestión: “Cada uno cumple su rol”. Y ahonda en ese nuevo elemento pseudoactivo al poner sobre la mesa las diferencias geográficas. “Hablar de ETF y no hacerlo de lo que pasa en Estados Unidos no es suficiente; hay que indagar en lo ocurre allí porque, al fin y al cabo, el mayor mercado de ETF del mundo es el americano, y de lejos”.
Explica que en Estados Unidos hay dos factores que juegan un papel importantísimo en el crecimiento de los ETF. Uno es la fiscalidad, “el ETF es fiscalmente mejor producto que el fondo mutuo en Estados Unidos; los impuestos que paga el segundo cuando vende acciones no los paga el ETF, y esto es algo importante”. Y el otro, que no es menor, es el surgimiento de los ETF activos: el año pasado hubo un cambio normativo, con la Administración anterior, por el que se creó la figura de los active ETF.
Estos active ETF se construyen sobre un vehículo pasivo pero detrás de ellos hay una gestión activa. “¿Qué es lo que ocurre? Qué el active ETF no tiene que enseñar la cartera todos los días, como hace un ETF de réplica pasiva de un índice. El active ETF puede leer la cartera todos los trimestres, como hace un fondo de inversión”. Cuenta que “ahora hay muchas gestoras que están viendo que el vehículo es eficiente desde el punto de vista fiscal, y que, además, pueden seguir haciendo la gestión activa que saben hacer”.
Los datos los pone sobre la mesa Gisela Medina, responsable de Selección de Fondos & ETF de BBVA Quality Funds. A nivel global, el 65% de los flujos netos fueron a gestión activa y el 35% a gestión pasiva. Las diferencias geográficas como ya se ha mencionado son relevantes: en Estados Unidos, en renta variable casi todo es gestión pasiva, mientras que en Europa, la gestión activa acapara un 75% de los flujos y la pasiva solo un 25%, si bien en renta variable el predominio de la gestión pasiva es más relevante, un 55%-45%. En renta fija va cogiendo tracción, pero todavía la gestión activa tiene mucho mayor peso por la inestimable labor de anticipación del gestor: “Si eres un gestor activo tienes que demostrarlo en momentos como en 2020; y lo han hecho”.
Destaca también que la dispersión de resultados es muy grande, “lo que hace que nuestra selección todavía tenga más valor”. ¿Y cómo realizan la selección en el caso de los ETF? Según explica, el proceso de los datos se hace internamente, crean sus propias métricas y metodología: "Calculamos nuestro propio tracking error, tracking difference, las horquillas de liquidez… En definitiva, hacemos bien los deberes para poder ofrecerle a los clientes los ETF que consideramos que tienen mayor valor de toda la oferta porque su calidad de la réplica es mejor y es más consistente".
Pablo García, responsable de Arquitectura Abierta y Selección de ETF de CaixaBank AM, recuerda que antes internamente se veía a la gestión pasiva y activa como excluyentes y que, de hecho, había dos equipos diferentes para seleccionar fondos de gestión activa y ETF: “Desde hace algún tiempo es un equipo único, que selecciona tanto fondos como ETF, una práctica que es el estándar del mercado. Eso, evidentemente, ha llevado a una evolución de algo que es excluyente, a algo que es complementario. Y ya, hoy día, internamente, todo el mundo dentro del asset management asumimos que son complementarios en la gestión.
Asegura que, dependiendo del entorno o asset class, será mejor uno u otro tipo de gestión. Por ejemplo, “hemos visto que, comparado con periodos anteriores, 2020 ha sido un buen año para la gestión activa, lo que explica el volumen de flujos que siguen entrando en ella”. No obstante, comenta que hay otras situaciones de mercado en las que los ETF pueden ser el vehículo idóneo; sobre todo teniendo en cuenta que, cada vez más, el tema de los costes es una baza a favor”. También destaca de los ETF su gran capacidad de adaptación a todas las temáticas nuevas.