Mercado secundario de deuda, una oportunidad clave en entornos complejos
Durante los próximos años se espera un crecimiento en el número de transacciones del mercado secundario de deuda motivado, en parte, por la cantidad de ventajas que aporta este activo en entornos de incertidumbre.
El mercado secundario de deuda privada ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, alineado con la expansión del asset class de deuda privada en general. Aunque resulta complicado estimar con precisión su tamaño, se estima que entre el 1% y el 1,5% de los activos bajo gestión (AUMs) en deuda privada se transaccionan en el mercado secundario.
Según datos de Preqin, en 2024 los activos bajo gestión en deuda privada alcanzaron los 1,3 billones de dólares, y el volumen total de transacciones cerradas en el mercado secundario podría haber rondado entre 10.000 y 15.000 millones de dólares. Patricia García, Private Markets Analysis & Selection de Quality Funds BBVA explica que “este crecimiento ha sido impulsado por el aumento de las necesidades de liquidez, tanto de los gestores de fondos (GPs) como de los inversores (LPs). El efecto denominador, especialmente pronunciado en tiempos de volatilidad o caída de valores, ha llevado a muchos LPs a vender activos para cumplir con los requisitos regulatorios de capital. Además, el aumento de la demanda por parte de los inversores ha permitido un crecimiento en el volumen y tamaño de las transacciones, lo que ha contribuido a una mayor madurez del mercado”.

“Los inversores pueden encontrar oportunidades en carteras que, debido a su naturaleza o el perfil de riesgo, se venden por debajo de su valor neto, lo que podría suponer una oportunidad interesante para aquellos que busquen activos con descuento”
En términos geográficos, la mayor parte de las oportunidades en el mercado secundario se encuentran en EE.UU., que concentra entre el 60% y el 70% de las transacciones. Sin embargo, en los últimos años, Europa ha ido ganando relevancia y se ha consolidado como un mercado cada vez más importante en el ámbito de la deuda privada.
Un mercado de oportunidades
Un mercado secundario depende también de un mercado primario amplio y estable. Según Christian Rouquerol, Co-head de Iberia de Tikehau Capital, “se estima que aproximadamente el 1% del mercado primario de deuda privada transita al mercado secundario, lo que significa que un mercado primario de un billón de dólares sustenta un mercado secundario de unos 10.000 millones”.

"2024 se caracterizó por la salida al mercado de grandes carteras de crédito sénior de alta calidad"
En este contexto, durante los próximos años, se espera que aumente el número de transacciones y haya una mejora en los precios de los activos, lo que impulsará el interés tanto de compradores como de vendedores, motivados que buscan aprovechar el creciente capital disponible. Además, el mercado secundario ofrece atractivas oportunidades de diversificación para las carteras de inversión. “En particular, los vehículos evergreen, que no tienen fecha de vencimiento definida y tienen un perfil semi-líquido y una duración más corta en comparación con las inversiones directas o primarias, también han aprovechado las ventajas de invertir en el mercado secundario”, explica Patricia García.
El mercado secundario está evolucionando hacia una plataforma más madura y sofisticada, con un número creciente de inversores que buscan aprovechar su potencial para diversificar y gestionar la liquidez de sus carteras. Y es que, según la analista de Quality Funds BBVA, “aunque alrededor del 80% de las transacciones en el mercado secundario son LP-led, se espera que las GP-led aumenten significativamente en términos absolutos”. Esta tendencia está impulsada por la necesidad de proporcionar liquidez a los LPs y gestionar los fondos que están en proceso de liquidación, lo que generará nuevas oportunidades.
¿Descuentos?
A pesar de que una de las potenciales ventajas es la posibilidad de adquirir activos con descuento, las carteras de préstamos de alta calidad han visto cómo sus precios se acercan al valor neto de los activos. Por ejemplo, “en 2023 el precio osciló entre el 88% y el 93% del calor liquidativo, en consonancia con el año anterior. Sin embargo, 2024 se caracterizó por la salida al mercado de grandes carteras de crédito sénior de alta calidad atrayendo un fuerte interés de los compradores y llegaron a alcanzar precios cercanos al par”, apunta Christian Rouquerol.
La dinámica de la oferta y la demanda impulsa principalmente los precios del crédito secundario. Según el Co-head de Iberia de Tikehau Capital, “a corto plazo pueden surgir presiones sobre los precios, en particular cuando varios operadores nuevos entran en el mercado simultáneamente o cuando se obtiene un capital sustancial que debe desplegarse rápidamente, lo que potencialmente puede hacer subir los precios”.
No obstante, sigue habiendo carteras que se negocian a precios con descuentos, que dependen de varios factores, como la etapa del fondo, la estrategia subyacente o la calidad de los préstamos. “Los inversores pueden encontrar oportunidades en carteras que, debido a su naturaleza o el perfil de riesgo, se venden por debajo de su valor neto, lo que podría suponer una oportunidad interesante para aquellos que busquen activos con descuento”, explica Patricia García. Por otra parte, “otros factores relevantes que influyen en la fijación de precios son “las expectativas del mercado sobre el rendimiento futuro de las carteras de crédito y el nivel de descuento que necesitan los compradores para alcanzar sus objetivos de rentabilidad, compensando impagos y pérdidas”, añade Christian Rouquerol.
Distribuciones aceleradas y cartera diversificada
Una de las principales ventajas para los inversores de este mercado secundario de deuda es la duración más corta de sus inversiones, lo que les permite acceder a liquidez más rápidamente y puede ser crucial en momentos de incertidumbre. Christian Rouquerol considera que “estas estrategias suelen tener distribuciones aceleradas, dado que a menudo son adquiridas al final o cerca de sus periodos de inversión”. Por otra parte, los secundarios son una buena estrategia en tiempos de alta volatilidad, dado que suele ofrecer exposición a una amplia “diversificación entre emisores, añadas, sectores, geografías y GPs, contribuyendo a mitigar el riesgo idiosincrásico”.