Ranking de las gestoras de ETF con más activos en España en 2023
El negocio de la gestión pasiva en España ha experimentado en los años de la pandemia un fuerte crecimiento. Si a cierre de 2019 el volumen de activos que tenían los proveedores de ETF y fondos indexados en el mercado local rondaba los 49.000 millones de euros, al término de 2022 ese patrimonio rozaba los 70.000 millones, es decir, 21.000 millones más. Son datos del Barómetro de FundsPeople que muestran un importante aumento en este periodo de la cuota de mercado de estos productos frente al total de activos gestionados por las IIC extranjeras.
Hace tres años los ETF y fondos indexados suponían el 19,4% del patrimonio en manos de las gestoras internacionales en España. Ahora ese trozo del pastel es mucho mayor. Concretamente, del 23,7%, es decir, 4,3 puntos más. Es un salto cuantitativo muy relevante, amparado en la resistencia mostrada por el negocio de la gestión pasiva en 2022.
El año pasado, la industria de la gestión activa sufrió una pérdida patrimonial de aproximadamente 50.000 millones. La reducción provocada por el efecto mercado no se vio compensada por los flujos de entrada. En cambio, en el caso de los ETF y fondos indexados, el daño provocado por el mal comportamiento de los activos subyacentes se vio subsanado por las captaciones netas que recibieron estos productos y que dejaron el saldo patrimonial final prácticamente en equilibrio con respecto al ejercicio anterior.
Los dominadores de la industria de gestión pasiva en España
BlackRock y Amundi han sido las grandes protagonistas en la industria de la gestión pasiva en España. Hoy ambas entidades gestionan el 60% de los activos que hay en ETF y fondos indexados en España, es decir, seis de cada 10 euros.

En el caso de la firma americana el aumento patrimonial experimentado desde el estallido de la pandemia ronda los 7.000 millones. El negocio de la indexación ha supuesto un motor muy importante para el crecimiento de la firma tanto en términos de volumen como en relativo frente a su negocio de gestión activa, cuyo patrimonio aumentó en 1.000 millones en el mismo periodo.
Clases de activo
BlackRock registró entradas netas positivas en todas las clases de activo, predominantemente en renta fija, que acaparó el 62% de los flujos. Dentro de esta clase de activo, el interés de los inversores españoles se centró en los ETF que invierten en deuda gubernamental y en crédito, que se llevaron un 40% de los flujos, en cada caso.
En el ámbito de la renta variable, el 67% de los flujos fueron a fondos cotizados que replican índices plain vanilla de mercados desarrollados. Los productos temáticos y sectoriales también vieron entradas netas relevantes. Uno de cada cuatro euros que captó iShares en los últimos tres años en renta variable fue a través de este tipo de ETF.
Amundi, por su parte, fue la entidad que en estos tres años más incrementó su volumen de activos en el negocio de la gestión pasiva. Hoy tiene 8.500 millones más que hace 36 meses. Unos 6.300 millones se explican por la incorporación del patrimonio que tenía Lyxor, firma que adquirió en 2021. De los 2.300 millones restantes, 1.800 fueron crecimiento vía ETF y los otros 500 vía fondos indexados. Por categorías, los que más flujos recibieron corresponden a estrategias ASG, de renta fija corporativa con grado de inversión y aquellas que replican índices core de renta variable.
Casi todos los proveedores han elevado sus activos en España durante la pandemia. Cada entidad ha ido encontrando su propio camino para lograrlo. Invesco, por ejemplo, ha aumentado su volumen en España en algo más de 4.000 millones. Lo ha conseguido principalmente a través de tres vías: su producto que recoge el comportamiento del S&P 500, su ETC sobre el oro y a través de estrategias de renta fija, desde aquellas que replican distintos tramos de deuda core (como los treasuries) hasta las construidas sobre índices más nicho, como los bonos AT1.

El tirón del S&P 500
Los productos que traquean índices globales de referencia siguen siendo una fuente de captación de dinero para los proveedores de productos de gestión pasiva. Sobre todo los que replican el S&P 500. Vanguard, por ejemplo, continúa centrando su crecimiento en España en su fondo indexado sobre el índice americano, mientras que el 70% de las entradas netas registradas por los ETF de DWS en los últimos tres años se han ido a productos de renta variable, principalmente hacia el producto que replica el selectivo americano. El 30% restante lo recibieron estrategias de renta fija, fundamentalmente de deuda corporativa europea.
A los productos de renta variable sobre el S&P 500 les ha salido una segunda derivada que está atrayendo el interés de los inversores. Se trata de aquellos ETF que replican versiones sostenibles del índice. Este ha sido el principal motor de crecimiento para firmas como UBS AM, que han despegado con fuerza en España gracias, fundamentalmente, al UBS ETF S&P 500 ESG y, más en general, a su gama de MSCI SRI Low Carbon Select. También para otras que han redoblado en estos últimos años su apuesta por el negocio de la gestión pasiva en España y han conseguido hacerse un hueco con estrategias de este tipo, como BNP Paribas AM con su BNP Paribas Easy S&P 500 UCITS ETF.
ETF de gestión activa
Otra área que está creciendo es el de los ETF de gestión activa. Si históricamente estos vehículos habían sido concebidos para replicar índices, los nuevos actores que se han ido adentrando en la industria de los fondos cotizados le han dado un giro al concepto. Los casos de éxito más notables en España han sido los de Natixis IM, a través de su filial Ossiam, y J.P. Morgan AM.
La primera lo ha conseguido con el Ossiam Shiller Barclays CAPE US Sector Value TR UCITS ETF, fondo cotizado de bolsa americana que aplica de una forma sistemática una visión sectorial top-down basándose en un indicador: el Relative CAPE. La segunda, con el JPM USD Ultra Short Income UCITS ETF, producto también de gestión activa que ofrece exposición diversificada a emisiones de corta duración y a instrumentos de deuda a través de bonos corporativos con grado de inversión y deuda pública.
Ambos ya son este año productos blockbuster en España, al igual que otros 128 ETF que ya han superado los 100 millones de activos en España. Nunca en la historia ha habido tantos fondos cotizados a nivel local con volúmenes por encima de esa icónica cifra.