Joe Little (HSBC AM): "2023 será el año de los fundamentales y beneficios empresariales"

Para los mercados financieros, 2023 será el año de los beneficios y los fundamentales. Más adelante en el año veremos las consecuencias de las restricciones de política monetaria puestas en marcha en 2022 (y que siguen produciéndose, con las decisiones de la Fed y el BCE de la semana pasada) sobre los beneficios empresariales, la actividad económica y los niveles de inflación. Es la prevision de Joe Little, estratega jefe global de Inversiones de HSBC Asset Management, con quien FundsPeople se sentó durante una reciente visita a Milán.

"Así pues, en nuestra opinión, estamos ante un escenario de deflación, un rápido descenso de la inflación y el inicio de una recesión. La buena noticia es que las presiones inflacionistas están disminuyendo. El problema ha sido el ritmo tan rápido y los elevados niveles a los que los bancos centrales han subido los tipos de interés, los más rápidos desde la década de los 90", comenta. Por lo tanto, esto conducirá a una recesión, quizá no muy profunda, pero sí significativa, y que persistirá durante varios trimestres del año.

Europa en el foco

Las buenas noticias para Europa proceden de una temporada invernal que no fue especialmente fría. "Esto está relacionado con los problemas de suministro de gas. La caída de los precios y su vuelta a los niveles de antes de la guerra en Ucrania es una importante noticia positiva para el crecimiento y las perspectivas económicas de Europa", señala Little. El escenario que preveía una recesión técnica en el primer semestre para el Viejo Continente se ha corregido un poco y probablemente veremos un crecimiento moderado en la eurozona en la primera mitad del año.

El verdadero reto será más adelante, en la segunda mitad del año, cuando las consecuencias del endurecimiento del BCE se dejen sentir en la economía. El experto de HSBC AM prevé que los tipos de interés subirán hasta alrededor del 3,5% en la eurozona, una cifra significativamente superior a la de los últimos ciclos. Se muestra crítico con la actuación de ambos bancos centrales, la Fed y el BCE, y con la forma en que se ha tratado la inflación, creando otras debilidades como el desempleo y la recesión.

China ha vuelto

China ha vuelto. Y con él, Asia. Quizá esta sea la gran oportunidad para los inversores, porque en 2022 se ha producido una combinación de factores negativos para los mercados emergentes y Asia. Entre ellos figuran "el endurecimiento de los tipos de interés, en particular por parte de la Fed, la fortaleza del dólar estadounidense, la debilidad de las divisas emergentes, los precios de los alimentos y la energía y la crisis relacionada, la ralentización de China, los cierres relacionados con Covid, los problemas inmobiliarios y los efectos indirectos", comenta Little. Desde el pasado mes de noviembre se ha producido un giro, "el dólar ya no se está fortaleciendo y creemos que esta tendencia continuará, ya que creemos que la Fed será más activa a la hora de cambiar su política monetaria a lo largo del año", explica el experto. El otro catalizador o apoyo para los mercados emergentes es la evolución de China. De nuevo, hemos asistido a un cambio notable, a la rápida reapertura de la economía, que ha creado un miniboom en el consumo y el gasto", prosigue.

Perspectiva prudente

El profesional también sigue profesando una perspectiva de inversión prudente. "Los mercados han empezado el año con fuerza, sobre todo en Asia y Europa. Nos sigue gustando Asia como región y creemos que es necesario volver a ese mercado", explica. En su opinion, la recesión se acerca y que podría ser bastante complicada y difícil para los mercados, con una combinación de rebajas de beneficios empresariales y algunos retos debidos al hecho de que los bancos centrales siguen manteniendo una actitud de halcones".

Así, la consigna sigue siendo la selección. "Creemos que los bonos siguen teniendo sentido en un entorno de deflación y recesión. Nos sigue gustando el Tesoro estadounidense, pero es probable que nos centremos en los bonos a corto plazo más que en los bonos a largo plazo, porque ya ha habido un repunte consistente en los segundos", explica.

En lo que respecta a los mercados de riesgo, HSBC AM se centra en los mercados emergentes de Asia y en algunas estrategias del sector crediticio. En cambio, si nos fijamos en la renta variable mundial, lo que están viendo es que las expectativas de beneficios empresariales siguen siendo bastante elevadas. “Si nos fijamos en Estados Unidos, Europa y Japón, el MSCI World, el índice mundial de mercados desarrollados, registró un crecimiento de los beneficios de alrededor del 10% el año pasado. Las expectativas de beneficios para 2023 se han revisado a la baja, pero siguen rondando el 3%", subraya. En conclusión, es cierto que el endurecimiento de los tipos comenzó el año pasado, pero su impacto se dejará sentir a lo largo de este año, tanto en la economía real como en los beneficios empresariales. Y, según Little, éste será el verdadero reto para la renta variable.