Karen Ward (J.P. Morgan AM): Oportunidades más allá de los segmentos más saturados del mercado

Karen Ward (JP)
Foto cedida

La inflación sigue siendo el mayor riesgo para los inversores, pero ya se está ralentizando. "Y si no vuelve a acelerarse será una buena noticia para los mercados", afirma la estratega jefe de mercado para EMEA de J.P. Morgan AM, Karen Ward, que presentó las perspectivas del mercado al margen del evento internacional anual de la gestora para los medios de comunicación. La experta espera que el escenario mejore a lo largo del año. Principalmente gracias a un repunte de la actividad económica impulsado por una aceleración del gasto de los consumidores, a medida que la presión de la inflación sobre éstos disminuya gradualmente.

"La economía mundial se encuentra en una situación mejor que la prevista hace un año. La esperada recesión, la más anunciada de la historia, no se ha materializado", afirma Ward. Pero a pesar de esta visión optimista, la inflación sigue siendo un factor que hay que vigilar de cerca: "Una inflación que se estabilice en un nivel entre el 2% y el 3%, sin peligro de nuevos repuntes puede considerarse tolerable", afirma.

Recortes de tipos a partir del verano

La previsión de la estratega es que, con la inflación volviendo lentamente a los objetivos, y en ausencia de perturbaciones repentinas, los bancos centrales recortarán los tipos a partir del verano. "Pero los tipos seguirán siendo más altos que en el pasado", matiza Ward. "No se volverá al entorno anterior a 2022 de políticas monetarias de relajación cuantitativa y tipos cero", insiste. "Muchos temen esto, pero en realidad unos tipos más altos que en el pasado son saludables para la economía”.

Europa: aumenta la confianza de los consumidores

A medida que disminuyan las presiones inflacionistas, se espera que aumente la confianza de los consumidores. El consumo, sobre todo en Europa y el Reino Unido, se beneficiará de los elevados niveles de ahorro que aún no se han liberado en la economía. "Los ahorros acumulados durante la pandemia de Covid están disminuyendo en EE.UU., pero en Europa y el Reino Unido se mantienen en niveles elevados. Así pues, cuando disminuya la presión sobre los consumidores para que suban los precios, el gasto de los hogares y los consumidores en estas zonas del mundo debería recuperarse significativamente", analiza Ward.

Precisamente por el potencial de este gasto de consumo sin explotar, Ward predice una convergencia del crecimiento en Europa y el Reino Unido para acercarse al de EE.UU., cuya economía en los dos últimos años, a pesar del endurecimiento de los tipos, ha mostrado una sorprendente resistencia. "Esta convergencia para Europa también se verá apuntalada por el estímulo gubernamental del fondo de recuperación y la inversión en transición energética y digitalización de la econimía que aún no ha entrado plenamente en el sistema", añade.

China y los mercados emergentes

La situación es diferente en China, que ha entrado en una fase compleja tras décadas de auge económico y fuerte crecimiento. Persiste la incertidumbre sobre el país, debido al cambio estructural que está experimentando su economía y al paso de un modelo basado en las exportaciones inmobiliarias y manufactureras a otro basado en el consumo interno. Ward espera estímulos del gobierno de Pekín que podrían apoyar el gasto de los consumidores y generar un repunte de la economía. Si China se recupera, los mercados emergentes en su conjunto también se beneficiarían.

Repercusiones en las clases de activos

En cuanto a las implicaciones para la asignación de activos, Ward subraya que el efectivo no es tan atractivo como parece, a pesar de los rendimientos actuales en torno al 4,5%. Ve más interesante la renta fija, que ha recuperado su papel en las carteras: generar ingresos estables y proteger frente a las perturbaciones del mercado. Cualidades que no encuentra en el efectivo. "Tenemos bonos de alta calidad que hoy ofrecen los mismos rendimientos que el efectivo, con la ventaja añadida de proporcionar más protección", afirma.

Para la renta variable Ward propone beneficiarse de la alta dispersión de las valoraciones en un entorno en el que la mayor parte del rendimiento de la renta variable se concentra en las maga-caps tecnológicas estadounidenses, las llamadas 7 Magníficas, (Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla). "No estamos en presencia de una burbuja, porque las perspectivas de beneficios futuros de estas empresas son sólidas, pero a largo plazo podrían ver cierta reversión a la media", argumenta. "Por lo tanto, la diversificación es crucial, entre otras cosas porque la tecnología es un sector en el que el conocimiento en profundidad de cada empresa es crucial para evitar apostar por valores que podrían sufrir desplomes inesperados", añade.

Según Ward, la clave está, por tanto, en ir más allá de estos segmentos de mercado saturados para aprovechar el valor más allá de los valores más conocidos del S&P 500. "Diversifique regionalmente, en particular en los mercados europeos, donde puede encontrar valores atractivos que disfrutan de valoraciones baratas", afirma. "Y para protegerse de las sorpresas de la volatilidad y la inflación, una fuente adicional de diversificación para la cartera tradicional 60/40 puede proceder de los mercados privados", añade.

EE.UU.: No haga trading con las elecciones

Por último, de cara a las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo noviembre, Ward insta a no especular con el resultado de los comicios. "Hay una gran diferencia entre lo que anunciarán los candidatos en campaña y lo que el próximo presidente de EE.UU. podrá realmente poner en práctica desde el punto de vista económico", señala. "En el entorno actual, es más importante que los inversores se centren en la inflación que en tratar de averiguar quién será el nuevo inquilino de la Casa Blanca", concluye.