La presión regulatoria en Europa ha forzado a bancos y entidades financieras a deshacerse de sus negocios de deuda distressed. KPMG analiza las implicaciones de este cambio.
“Parece que Estados Unidos ha dejado de ser el lugar donde los sueños se hacen realidad... al menos en lo que se refiere a un tipo de fondo en pleno crecimiento: la deuda distressed”. Según explica Giuliano Bidoli, especialista en fiscalidad en KPMG Luxemburgo, en una entrada reciente del blog que mantiene la firma de servicios profesionales, este tipo de deuda, “100% ‘Born in the USA’”, ha cruzado el Atlántico en lo que “solo puede describirse como una migración del sector”.
Bidoli analiza las razones de este cambio. “El volumen de activos accesorios disponibles en Europa se ha disparado. La regulación y la presión gubernamental han forzado a los bancos y a las entidades financieras a deshacerse de sus negocios de deuda distressed, lo que ha allanado el camino para la entrada de otras empresas”.
Cambio de perfil
El experto ve probable que la cantidad de deuda disponible continúe aumentando a medida que los bancos vayan saneando sus balances, algo que, en su opinión, está provocando otro cambio significativo: “Antes, la deuda distressed era territorio exclusivo de los grandes bancos pero, ahora, los hedge funds y otras firmas alternativas se están haciendo con las oportunidades. El perfil de la deuda distressed está cambiando: se ha vuelto europea y alternativa”.
Para Bidoli, una señal clara de esta ‘migración’ a Europa es que los hedge funds están reforzando sus equipos europeos con la contratación de especialistas en deuda y reestructuraciones. “La migración de la deuda distressed de bancos a fondos va en paralelo a la migración de personal”, apunta. “En este sector, el talento se concentra en los bancos, por lo que la mayoría de las incorporaciones proceden de las mismas entidades que se están deshaciendo de sus actividades en esta área”.