La gran excepción india: los beneficios empresariales acompañan el crecimiento macro del país

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Stuck in Customs, Flickr, Creative Commons

Mientras las principales economías desarrolladas están en una fase de desaceleración económica, los países emergentes se encuentran en un punto más dulce del ciclo. Y una región en particular destaca sobre las demás: la India. El país fue una de las economías de más rápido crecimiento en el ejercicio fiscal 22-23, con un 7,2%, el segundo más alto entre los países del G20 y casi el doble de la media de las economías de mercados emergentes.

Y es solo un ejercicio bueno dentro de lo que ya va siendo una tendencia favorable a largo plazo. La economía india se ha multiplicado por siete en los últimos 20 años, con una impresionante tasa de crecimiento interanual del PIB nominal del 10%. Suponiendo una tasa de crecimiento real del PIB del 6%, según los cálculos de GSAM, el PIB de la India sobrepasará los 5 billones de dólares, superando a Japón como tercera economía, en 2027. Incluso después de tener en cuenta cierta normalización del dólar y el yen.

Ya lo tocaba Aman Batra, gestor del Goldman Sachs India Equity Portfolio, en una entrevista reciente con FundsPeople. India está gozando de dos importantes vientos de cola: fuerte crecimiento del consumo interno y la inversión en infraestructuras, que supone la materialización del dividendo demográfico.

Y no solo está siendo un buen momento macroeconómico. La gran excepción de India es que su buen momentum económico se está notando también en las compañías nacionales. En las dos últimas décadas, India ha sido el país con la relación más estrecha entre crecimiento económico y rendimientos del mercado en comparación con sus homólogos, el verdadero determinante de los rendimientos del mercado de renta variable, como vemos en el gráfico siguiente.

Tres años batiendo a los emergentes

Así, con un rendimiento del 21% en 2023, por tercer año consecutivo el MSCI India superó a los mercados emergentes en general. “El optimismo en torno a las perspectivas de crecimiento de la India, la participación nacional y el aumento de la liquidez, junto con señales globales positivas como la subida de los precios del crudo y el bajo índice del dólar, han propiciado la subida del mercado bursátil indio”, explican desde GSAM.

Con todo, la valoración del mercado bursátil indio ha alcanzado los 4 billones de dólares (1 billón más en sólo 2,5 años), superando a la bolsa de Hong Kong y convirtiéndose en la séptima mayor Bolsa del mundo.

El mercado también ha mostrado unos fundamentos sólidos y un fuerte crecimiento de los beneficios. Y la previsión de la gestora es que siga la tendencia en 2024. Sobre todo, porque ha habido un importante cambio técnico. En los últimos años ha habido un repunte de los inversores nacionales, lo que ha reforzado aún más la autosuficiencia de la India. “Mientras que los inversores extranjeros tienden a centrarse en los segmentos de gran capitalización, el interés de los inversores locales y los flujos de fondos nacionales hacia los segmentos de mediana y pequeña capitalización han sido desproporcionadamente altos, lo que explica en parte su trayectoria alcista”, explican desde GSAM.

Pero, ¿y las valoraciones?

Con esto, la India sigue siendo uno de los mejores mercados de capitalización de la región: en la última década, el MSCI India ha ofrecido un 10,1% en dólares. Estamos hablando de que es casi el triple que el 3,1% que ofreció el MSCI EM Index.

Dicho esto, el tradicional “pero” que se le pone a la renta variable son las valoraciones. Y razón no falta para la cautela. A inicios de 2024 el BSE Sensex cotizaba a 20,5 veces el PER a 1 año vista, lo que supone una prima del 12% respecto a la media de 10 años, tras una subida estelar a finales de 2023.

Ahora bien, históricamente la India siempre ha tenido una prima sobre otros mercados emergentes. Pero es que las valoraciones de la renta variable india, comparadas con las de Asia ex Japón, se sitúan actualmente con una prima del 76%. Esto es por encima de la media, pero por debajo de su máximo del 96%.

Dicho todo lo anterior, desde GSAM añadirían dos matices a esta preocupación general. Uno, que los fundamentos de la India se basan en su sólida estabilidad macroeconómica, como se ha explicado anteriormente. Dos, que los fundamentales de las empresas apoyan esa revalorización. Según cifras de la gestora, la India se encuentra en medio de un ciclo alcista de beneficios. Respaldados por un crecimiento económico resistente, se espera que los beneficios del MSCI India crezcan un 14-15% para 2024/2025. Y que ese crecimiento sea generalizado en todos los sectores, liderado por los sectores vinculados al mercado nacional, como el automovilístico y el financiero.