La redención de Carmignac 2.0

Didier Saint Georges Noticia
Cedida por Carmignac.

Pandemia aparte, en Carmignac tenían claro que 2020 iba a ser un año crucial para ellos. La gestora parisina había emprendido 15 meses atrás un rediseño de su estrategia de inversión. Fue una decisión tomada tras varios años de retornos decepcionantes. El buque insignia de la gestora parisina, el Carmignac Patrimoine, tuvo rentabilidades por debajo de lo esperado entre 2017 y 2019. El problema no era su análisis macro, una de las señas de identidad de la boutique. El fallo ocurría a la hora de implementarlo en las carteras. “Hicimos una auditoria interna. Un examen de conciencia, podríamos decir”, cuenta Didier Saint-Georges, miembro del Comité Estratégico de Inversión. 

De esa reflexión interna identificaron dos áreas a fortalecer. La gran pregunta que les quedaba era: ¿Tendrá un impacto real? La prueba de fuego no se hizo esperar. 2020 fue el año perfecto para testar su rediseño. Y aprobaron. “No solo tuvimos una buena rentabilidad sino que sabemos por qué. Eso es lo importante, que fue un ejercicio fuerte y replicable, aunque cada año no ofrezca tantas oportunidades como 2020 para marcar la diferencia”, insiste Saint-Georges. 

Carmignac 2.0: los cambios clave que llegaron

El primer gran cambio fue ser más direccional en su visión de los mercados. En la confianza con la que la aplicaban. “En los últimos años habíamos cometido algunos fallos en las apuestas top down”, reconoce Saint-Georges. No porque no acertaran en sus previsiones macro. El punto débil era la implementación. “Teníamos que ser más disciplinados”. Porque tras varios años reforzándose con buenos analistas, el problema no era la capacidad de análisis. El proceso de toma de decisiones era el que no estaba bien ajustado

Así que decidieron volver a sus raíces. A lo que les llevó a labrarse un nombre en la industria. “Volvimos a estructurarnos como un equipo pequeño y cercano”, cuenta. Ahora las decisiones estratégicas están respaldadas por un equipo de 4-5 personas. El Comité Estratégico de Inversión debate y llega a unas sólidas convicciones que los gestores de fondos pueden luego aplicar si así lo deciden. “Fue clave en un año como 2020, cuando hizo falta tomar grandes decisiones”. 

La segunda pata del cambio fue la fuente de alpha. Carmignac se labró su fama en los peores momentos del mercado. Históricamente han navegado muy bien las crisis. El problema era encontrar ese viento de cola cuando la marea se calmase. “Estábamos muy centrados en la macro, pero menos en crear alpha en periodos normales”, explica Saint-Georges. 

La fuente de esa generación de alpha en realidad había aterrizado ya en la firma en 2015. Ese año se incorporó al equipo gestor David Older. El experto, quien procedía del mundo de los hedge fund, les aportó esa disciplina en la selección de valores. “Necesiatabamos a alguien que no solo manejase las crisis. Que supiera también generar alpha para batir a los mercados”.

A mediados de 2018 Older comenzó a asumir un papel más fuerte en Carmignac. Primero fue nombrado responsable de renta variable de la firma. Y a principios de 2019 recogió por completo el testigo de Edouard Carmignac en el Carmignac Investissement y en el componente de renta variable del Carmignac Patrimoine.“Fue una muestra de confianza plena del fundador en Older”, resalta Saint-Georges. 

De nuevo, una decisión que resultó ser crucial en 2020. Un ejercicio donde las discrepancias en la selección de valores es lo que marcó la diferencia. 

2021: Los mercados financieros entran en la zona de peligro

2020 dio para vivir media vuelta de un ciclo entero. La gran caída y la mayor parte de la recuperación. “Tenemos a la economía con esteroides”, defiende el experto. “Hemos acelerado el ciclo y ahora volvemos a estar en la cima”. Esto deja a los mercados en una posición peligrosa. Con mucho en juego. A Saint-Georges le recuerda al escenario de 2018. El calentamiento de la economía reabre las conversaciones sobre las subidas de tipos. El problema es que para la construcción de carteras supone entrar en terreno pantanoso. No es un escenario positivo ni para los bonos ni para la renta variable.

El mercado de bonos, afirma, está acusando el inmenso estímulo que se inyectará en Estados Unidos. Hay un claro punto de inflexión: el 6 de enero. Cuando supimos que el partido Demócrata controlaría el Senado. 

La gran pregunta del año gira entorno a la velocidad de escape. “Si tras años de crecimiento mediocre nos estamos moviendo al fin hacia un cambio en el régimen”, explica Saint-Georges. Para el experto, es una decisión difícil. 

También desde el punto de vista del inversor, quien se enfrenta a una situación binaria.  Así, frente a la diversificación, Carmignac propone una estrategia barbell (barra con pesas). Es decir, posicionarse en los dos extremos. Por un lado, prepararse para la inflación o un sobrecalentamiento de la economía Esto se lograría con una duración modificada negativa y apostando por cíclicos profundos, como el sector de materiales. Por otro lado, complementarlo con caja e instrumentos líquidos, además de títulos con alta visibilidad por si hay un repentino crashde vuelta a la tierra.