Las boutiques lideran el rating de gestoras del Barómetro ESG 2024 de Mainstreet Partners

Nueva edición del Barómetro ESG de MainStreet Partners proveedor de datos ESG y de impacto. Este estudio anual es el resultado del análisis realizado a partir de su propia base de datos ESG de más de 7.700 fondos/ETF y más de 83.000 ISIN individuales, que abarca más de 350 gestores de activos con un patrimonio conjunto que supera los 10 billones de euros.

Entre los principales hallazgos del informe, desde MainStreet Partners destacan el aumento del número de fondos acogidos al artículo 8 de la SFDR, que puede deberse tanto a la ampliación de la cobertura, como a las reclasificaciones de fondos artículo 6. Además, han encontrado que según el due diligence que forma parte del proceso de análisis de Mainstreet, un 24% de los fondos artículos 8 muestran un riesgo de eco-lavado. El informe también analiza el papel de la EET en la divulgación de datos ESG, así como la evolución de la regulación sostenible, tanto en la zona euro como en Reino Unido.

Análisis de los pilares

Las calificaciones de Mainstreet están basadas en tres pilares. El primero es el de la gestora, basado en una evaluación integral de las capacidades ESG, la formación y el tratamiento de las controversias, entre otros factores. El segundo es la estrategia, en el que se tienen en cuenta los recursos, los procesos de inversión y la adherencia regulatoria. Por último, en el pilar del producto se analizan su contribución positiva, la consideración de DNSH y la buena gobernanza.

El informe de este año incorpora una actualización del scorecard para adaptarlo mejor a la distinción entre gestión activa y pasiva y a las distintas clases de activos, así como para reflejar la distribución de recursos entre la gestora y los equipos.

Calificación de los fondos

En los últimos tres años, las calificaciones en los distintos artículos del SFDR se han mantenido relativamente estables, aunque se ha producido un ligero pero claro cambio a la baja en las calificaciones generales en 2023, en gran parte debido a la aplicación del nuevo scorecard. Sin embargo, lo que no ha cambiado es que, en una escala del uno al cinco, los fondos del artículo 6, en media, siguen teniendo puntuaciones por debajo de un tres, los del artículo 8 justo por encima de un tres y los del artículo 9 una puntuación más cercana al cuatro.

Desde Mainstreet señalan que "si nos centramos específicamente en el pilar de los gestores de activos, la puntuación media es más alta para los que gestionan fondos del artículo 9 frente a los del artículo 8 y/o 6, lo que demuestra que, en general, los mejores gestores de activos ESG están ofreciendo más fondos del artículo 9 y/o que, con el aumento de los requisitos que conlleva el artículo 9, los gestores de activos han tenido que aumentar sus recursos y conocimientos ESG”.

Riesgo de greenwashing

Los analistas de Mainstreet estiman que los fondos del artículo 8 deberían puntuar por encima de tres y, por lo tanto, los que no lo hacen conllevan un elemento de riesgo de lavado verde. Para los fondos del artículo 8, este número se ha mantenido relativamente estable en torno al 20-25% en los últimos años. Esta misma prueba para los fondos del artículo 9 muestra un porcentaje mucho más bajo con una puntuación inferior a tres. Si se sube el listón a un tres y medio, el porcentaje de fondos artículo 9 con una calificación inferior sigue siendo bajo, del 5,5%.

La razón principal de las puntuaciones más bajas entre los fondos del artículo 8 es que muchos productos “han hecho casi lo mínimo para acogerse al artículo 8, por ejemplo, unas pocas exclusiones negativas y una integración básica de ESG, por lo tanto, aunque pueden ajustarse al reglamento, sus normas ESG no son lo suficientemente fuertes como para puntuar por encima de un tres” argumentan desde MainsStreet. Otra posible explicación “es que la puntuación del pilar estratégico sea adecuada, pero el fondo esté gestionado por una gestora con una puntuación relativamente baja y/o la cartera no obtenga buenos resultados en el pilar de la cartera”, explican.

La calificación de las gestoras

La puntuación media de los gestores de activos se redujo de 3,88 a 3,61 en 2023, debido principalmente al modelo de puntuación actualizado antes mencionado.

Desde Mainstream destacan que algunos de los gestores con mejores puntuaciones, como Mirova (afiliada a Natixis IM), Impax y Sycomore (de Generali Investments) son boutiques, pero en materia de sostenibilidad están a la par que gestores mucho más grandes, lo que demuestra que el tamaño y los recursos no se corresponden necesariamente con unos estándares de sostenibilidad más elevados.

En el caso de las empresas más pequeñas, tienen unos estándares y unos niveles de experiencia muy elevados y son especialistas en sostenibilidad, mientras que, en el caso de las empresas más grandes, aprovechan bien su tamaño (por ejemplo, en lo que respecta a la gestión) y han logrado integrar la ESG en una amplia base de activos, lo que no siempre es fácil. Entre las diez gestoras con una calificación más elevada destaca la presencia de Caja de Ingenieros Gestión, única entidad española del top 10.

PIAS: cobertura y divulgación

En otro segmento de su análisis, los expertos de Mainstreet han encontrado que los índices de divulgación de PIAS siguen siendo bajos, y sólo superan el 60% en unos pocos factores seleccionados: emisiones de GEI de alcance 1 y 2, exposición a combustibles fósiles y exposición a armas controvertidas. Estos sectores suelen tener una tasa de cobertura de alrededor del 80%, lo que sugiere que la disponibilidad de datos no es la causa de la escasa divulgación.

Sin embargo, también hay otros PIAS en los que los índices de divulgación son significativamente superiores a la cobertura media, como la brecha salarial de género, lo que sugiere que los datos disponibles para este factor son difíciles de obtener para los gestores de activos.

Activos privados y cadenas de suministro

En el Barómetro también encontramos dos secciones especiales, las dedicadas al capital privado y al análisis de las cadenas de suministro.

Sobre el primero, se destaca que la integración ESG resulta natural en sectores como las infraestructuras y el inmobiliario, debido al reconocimiento del impacto ambiental y social global de estos sectores. Ahora bien, se subraya que no existe una fórmula única para evaluar los activos privados ya que existen diferencias entre los distintos sectores de activos privados; por lo que se requiere una amplia experiencia a la hora de llevar a cabo una evaluación que permita identificar los riesgos de sostenibilidad, sobre todo en ausencia de datos públicos.

En cuanto a las cadenas de suministro, según MainStreet, los gestores de activos pueden centrarse en empresas que aprovechen los factores ESG para mitigar los riesgos asociados al aumento del consumo y la extracción de materiales. El uso de herramientas digitales como blockchain, IA y análisis de macrodatos puede mejorar la transparencia en las cadenas de suministro, y las evaluaciones rigurosas de los riesgos ESG pueden identificar y mitigar posibles problemas. De este modo, pueden generar valor, mejorar la gestión de riesgos y posicionarse para obtener rendimientos sostenibles a largo plazo. Estas prácticas serán cada vez más cruciales a medida que aumenten las presiones normativas y el comportamiento de los consumidores se oriente hacia la sostenibilidad.