Renta variable, renta fija y estrategias long/short; todo ha tenido cabida en las nuevas propuestas lanzadas al mercado por las firmas extranjeras. Repaso a los principales lanzamientos de fondos del mes de noviembre.
Después de un parón de algunas semanas, las gestoras internacionales han pisado el acelerador a finales de noviembre, que se salda con cinco nuevos fondos de inversión disponibles a la venta. Algunas de ellas se han puesto sus mejores galas, como ha sido el caso de Capital Group. La gestora ha hecho la puesta de largo en Europa y Asia del Capital Group New Perspective Fund, uno de sus fondos más longevos dado que su versión estadounidense acumula 42 años de track record. El producto ha sido capaz de generar desde su lanzamiento una rentabilidad un 4,8% superior a su índice de referencia, el MSCI All Country World Index.
Se trata de un fondo de renta variable que invierte de forma global en compañías multinacionales del hoy y del mañana. De hecho, se tomó la decisión de registrar el fondo en España después de comprobar la gestora que el 64% de los ingresos generados por las cotizadas del Ibex 35 proceden de fuera de España. Es además un fondo que sigue la filosofía multigestor de la firma: la cartera está al cuidado de siete gestores diferentes, que tienen independencia a la hora de tomar decisiones de inversión.
Uno de ellos es Rob Lovelace, nieto del fundador de Capital Group: “Vivimos en un mundo cada vez más global, y en este nuevo orden mundial, es posible que los inversores se vean obligados a considerar, y a utilizar, los índices bursátiles tradicionales de forma distinta a como lo han venido haciendo hasta ahora”. Según un análisis de Capital Group, el enfoque que fija la exposición geográfica en función del domicilio de las empresas -uno de los pilares de la asignación de activos- está perdiendo relevancia y está cada vez más desconectado de los fundamentales que impulsan el rendimiento de las empresas y las carteras de inversión. “Nuestro enfoque consiste en fijarnos dónde generan las empresas sus ingresos a la hora de evaluar sus perspectivas de futuro”, añade Lovelace. Este enfoque ha sido bautizado por la firma como "Nueva geografía de la inversión".
También ha sido protagonista Legg Mason Global AM, en este caso junto con su filial Western Asset, con la que lanza un nuevo fondo que invierte en renta fija con grado de inversión. El Legg Mason Western Asset Global Total Return Investment Grade Bond estará gestionado por Gordon Brown, corresponsable de carteras globales de Western Asset; éste dispondrá de flexibilidad para asignar activos, dado que el fondo no dispone de ningún índice de referencia.
El nuevo producto tiene la misión de generar rentabilidades positivas en todos los entornos posibles de mercado mediante la combinación de estrategias bottom up y top down, que le permiten identificar oportunidades vía valor relativo en todos los mercados de deuda con grado de inversión y de divisas a escala mundial. Dado que el fondo se centra en la protección del capital, los gestores buscarán mantener la volatilidad del fondo entre el 4% y el 6%, mientras que la duración oscilará entre -3 y +8 años.
La tercera firma que está de estreno es Lyxor AM. La firma francesa se ha aliado con la boutique estadounidense Och-Ziff (especialista en inversión fundamental, event driven y arbitraje de fusiones) para lanzar un fondo de renta variable long/short estadounidense. El producto, que responde al nombre de Lyxor/OZ U.S. Equity Opportunities Fund, está disponible en la plataforma UCITS alternativos de Lyxor. Och-Ziff se convierte de esta forma en el octavo gestor alternativo de dicha plataforma.
El fondo nace con el objetivo de generar rentabilidades absolutas positivas con niveles bajos de volatilidad. Para conseguirlo, puede combinar posiciones largas y cortas en renta variable estadounidense, que sus gestores seleccionan con un enfoque oportunista orientado a la asignación de capital que se centra en sólidos fundamentales subyacentes. Con oportunista se refiere a la estrategia de identificar aquellas situaciones en las que el mercado valora de forma incorrecta varios tipos de acciones corporativas, como fusiones, spin-offs, cambios en la gestión o recapitalizaciones.
Otras dos propuestas
Un tanto diferentes han sido los lanzamientos de AXA IM y BNP Paribas IP. La primera ha optado por registrar en España el AXA IM Maturity 2020, un fondo que invierte en deuda high yield con vencimiento en 2020. “El comportamiento del fondo será similar a la compra de un único bono, pero con las ventajas de una alta diversificación –alrededor de 100 emisores distintos– y una gestión activa permanente durante la vida del fondo”, han matizado desde la firma.
Yves Berger, gestor principal del fondo, ha comentado con respecto a su lanzamiento que “los bonos high yield con vencimientos en un horizonte de 5 a 6 años ofrecen primas de crédito que consideramos aceptables y atractivas como contrapartida de un mayor nivel de riesgo (riesgo de impago). Seleccionamos compañías con respecto a las cuales tenemos la convicción de que serán potencialmente capaces de amortizar sus créditos con vencimiento en 2020”.
En cambio, la propuesta de BNP Paribas IP se centra en el lanzamiento de dos fondos
asiáticos de renta fija, el Flexi I Bond Asia Investment Grade y el Flexi I Bond Asia Investment Grade Plus. Ambos ofrecen soluciones de inversión personalizadas y se dirigen específicamente a inversores europeos del sector asegurador que busquen una rentabilidad más elevada en un contexto de tipos de interés bajos y para quienes la diversificación, la calidad en el crédito y los requisitos de solvencia sean aspectos clave.
Los dos fondos ofrecen la posibilidad de participar en el desarrollo económico y financiero de Asia a través de inversiones en renta fija asiática sin Japón, principalmente en dólares y con cobertura en euros y con preferencia por la deuda con grado de inversión. Utilizan un enfoque que incluye el análisis macro, factores de valoración e indicadores de confianza para establecer los factores determinantes del funcionamiento del mercado: la duración, la curva de rentabilidades y la selección del crédito. Además, incorpora un modelo de calificación de crédito propio que cuenta con un ratio de default del cero desde que se introdujo en 2002.