Que iba a ser una campaña electoral atípica parecía claro. Pero que el presidente de Estados Unidos haya sido contagiado con el virus arroja nuevas incertidumbres que trastocan el escenario central. Las gestoras internacionales dan su opinión sobre los nuevos interrogantes que se abren.
Que iba a ser una campaña electoral atípica parecía claro. Pero que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya contraído el COVID-19 introduce un nuevo factor de singularidad a un mes de las elecciones. Surgen muchas preguntas que generan muchas incertidumbres, como evidencia el comportamiento de los mercados financieros.
De acuerdo con Chris Iggo, director de Inversiones en AXA IM, la noticia de que tanto Trump como su esposa hayan dado positivo ha aumentado la sensación de incertidumbre a corto plazo en torno a la situación política de Estados Unidos. "Después de los informes de la semana pasada sobre los asuntos fiscales del presidente, algunos opinan que la reelección es aún más improbable ahora. Sin embargo, será importante ver lo que dicen las encuestas de opinión. La campaña se verá claramente afectada ya que Trump no podrá aparecer en persona en los debates ni tampoco en mítines. Quizás use más Twitter".
En este momento el mundo no sabe si Trump está sufriendo alguno de los síntomas del COVID-19. A un mes de las elecciones, se han abierto muchos escenarios potenciales. "Muchas cosas, desde las relaciones entre Estados Unidos y China, la política fiscal postelectoral, la relación del país con las instituciones mundiales, el comercio, el progreso del cambio climático o la cohesión social, dependen de cómo reaccione un hombre de 74 años al contraer un virus que se ha cobrado más de un millón de vidas en todo el mundo. Incluso con una recuperación total, la noticia ha cambiado la dinámica de las elecciones. Podría cambiar la forma en que algunos pretenden votar y cómo se refleja en la naturaleza de la actual Administración y su legado”, indica Iggo.
Para Esty Dwek, responsable global de estrategia de mercado de Natixis IM Solutions, “la gran pregunta gira en torno a la próxima fase del estímulo fiscal, y si esto hace aún más difícil llegar a un acuerdo de compromiso entre demócratas y republicanos antes de las elecciones. En este momento, sigue habiendo grandes diferencias entre ambas partes y la prueba positiva de Trump es otra distracción, que potencialmente reduce las posibilidades de un acuerdo”.
En cuanto a los comicios, la experta cree que es demasiado pronto para decir si afectará a la elección. “Realmente dependerá de cuán enfermo (o no) se ponga el presidente de Estados Unidos. Si no desarrolla síntomas, es probable que no haya diferencia. Si lo hace, puede impactar en su campaña y sus mensajes. Sin embargo, ambos candidatos están tan distantes, que es probable que pocos cambien de bando basándose en este tema. Eso sí: anticipamos un camino accidentado hacia las elecciones, y este es otro factor más hacia ello, lo que no cambia nuestra perspectiva constructiva a medio plazo”.
Stephanie Kelly, economista política de Aberdeen Standard Investments, tampoco tiene claro cómo afectará a la carrera del magnate, dado que su base electoral es más escéptica acerca del coronavirus. “Tampoco está claro quiénes podrían haber contraído el virus. La lista de potenciales infectados es larga (Mnuchin, Pelosi, Biden, Meadows, congresistas…), pero es evidente que Joe Biden es el más relevante para las elecciones. Debatieron manteniendo una cierta distancia, pero el riesgo existe”, afirma. “Los debates se pondrán en duda, incluyendo el de los candidatos a vicepresidente, dependiendo de si Mike Pence se ha contagiado o no", coincide la experta.