Liz Truss dimite como Primera Ministra: primeras reacciones de las gestoras internacionales

Foto Selcuk Sofular (flickr)

Nuevo terremoto político en Gran Bretaña, en un momento de gran incertidumbre para la estabilidad económica y financiera del país. Liz Truss ha dimitido como líder del Partido Conservador. Lo ha anunciado en una breve declaración en Downing Street, tras unas semanas extremadamente difíciles al frente del Reino Unido. Junto con su dimisión, la ahora exPrimera Ministra británica anunció que la votación para su sucesión tendrá lugar entre esta y la próxima semana y que permanecerá en el cargo hasta que se designe un sucesor. Mientras tanto, la respuesta de la oposición no se hizo esperar, con el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, pidiendo un referéndum inmediato.

El pasado mes de julio, la misma suerte la corrió Boris Johnson, quien también se vio obligado a abandonar su papel de número uno de los tories y primer ministro, abrumado por los escándalos y una serie de dimisiones en su equipo de gobierno.

Liz Truss ha sido primera ministra durante sólo 45 días. El mandato más corto de cualquier primer ministro del Reino Unido. Su gobierno trató de hacer frente a la grave situación económica del Reino Unido debido a la inflación y al aumento vertiginoso de los precios de la energía. El episodio más complejo para Truss, que ha socavado irremediablemente el consenso en torno a su cargo, tuvo lugar hace sólo unas semanas. La Primera Ministra se vio obligada a dar marcha atrás en los recortes fiscales y las reformas económicas anunciadas tras el rechazo del Fondo Monetario Internacional, con un desplome de la libra que obligó al Banco de Inglaterra a realizar compras extraordinarias de gilts para estabilizar los mercados.

Primeras reacciones de las gestoras internacionales

Precisamente por la problemática gestión económica del gobierno de Truss, los expertos de las gestoras internacionales no prevén un fuerte impacto en los mercados por su dimisión. De hecho, en los momentos inmediatamente posteriores a la noticia, el diferencial entre la deuda pública británica y el bund alemán a 10 años cayó a su nivel más bajo desde el 11 de octubre, pasando de 213,48 a 144,1 puntos. La rentabilidad anual de la deuda pública británica cayó 2,2 puntos, hasta el 3,84%, frente a la subida de 3,9 puntos, hasta el 2,4%, del bund alemán a 10 años.

"De momento, el mercado apenas ha reaccionado a la dimisión de Liz Truss, porque es más que probable que se vuelva a una postura fiscal más ortodoxa, algo que se ha puesto en precio en las últimas sesiones tras el nombramiento de Jeremy Hunt como Chancellor", afirma Orla Garvey, gestora senior de carteras de renta fija de Federated Hermes Limited. "En algún momento de la próxima semana, más o menos, sabremos quién está exactamente en la carrera por el puesto de Primer Ministro. No esperamos que estas noticias influyan significativamente en el mercado, a menos que algunos de los candidatos sean considerados más radicales en cuanto a sus perspectivas fiscales, lo que parece poco probable", comenta.

"Ante otra gran agitación en la política británica, la relativa calma en los bonos del Estado del Reino Unido hoy podría interpretarse como una indicación de que los mercados confiaban en que Liz Truss no podría seguir en el cargo", interpreta Gordon Shannon, gestor de TwentyFour Asset Management (Vontobel AM). "No contento con un retroceso casi total, el Partido Conservador sigue haciendo todo lo posible para hacerse inelegible en un futuro previsible", opina James Athey, director de inversiones de abrdn. "Un reseteo político seguiría borrando la prima de riesgo incorporada a los activos del Reino Unido tras el desafortunado minipresupuesto de la pareja Truss/Kwarteng", añade Neil Mehta, gestor de BlueBay AM. "Especialmente si el favorito Rishi Sunak se convierte en primer ministro y aplica una política económica conservadora más ortodoxa", dice. 

Retos futuros para el país y el BdE

Pero más allá del próximo cambio en el liderazgo del país, es poco probable que los retos a largo plazo a los que se enfrenta la economía británica en términos de coste de la vida e inflación disminuyan. Ya en las próximas semanas lo más destacado será el presupuesto del 31 de octubre, el inicio del endurecimiento cuantitativo el 1 de noviembre por parte del Banco de Inglaterra, y la larga lista de decisiones de los bancos centrales de los mercados desarrollados que llegarán en las próximas dos semanas.

"El Banco de Inglaterra sigue creyendo que se justifica cierta cautela en cuanto a nuevas subidas de tipos", prevé Athey. "De hecho, creen firmemente que la próxima recesión resolverá el problema de la inflación. Es posible que tengan razón, pero sigo creyendo que es una estrategia que se basa demasiado en la esperanza y que juega a la ligera con su credibilidad, una moneda tan difícil de perder", concluye.